¿La comida se puede ir por el conducto equivocado?

Hay quienes se preguntan si es posible que la comida pase por el conducto equivocado. Pues bien, la respuesta es que sí puede suceder. ¿Qué hacer en ese caso?
¿La comida se puede ir por el conducto equivocado?
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Última actualización: 06 julio, 2023

La mayoría de las personas hemos experimentado una sensación de ahogamiento al estar bebiendo o comiendo algo. Es entonces cuando decimos la típica frase: «se me fue por el camino viejo» o «se me fue por el otro lado». Pero, ¿es cierto que la comida se puede ir por el conducto equivocado?

La respuesta corta a este interrogante es sí. En términos médicos, se conoce como ‘aspiración’ y ocurre cuando el alimento, en lugar de bajar por el esófago, se desvía hacia la tráquea.

Más allá de ser una situación incómoda, supone algunos riesgos para la salud. Por eso, te contamos cómo ocurre y qué hacer para afrontarlo.

Lo que sucede cuando la comida se va por el conducto equivocado

Cuando la comida se va por el camino equivocado se pueden desencadenar varios síntomas. El más evidente es una sensación de ahogamiento, que se manifiesta con tos y presión a la altura del pecho. Asimismo, al producirse una descarga de adrenalina, el ritmo cardíaco se acelera y la presión arterial aumenta.

Según la gravedad de la situación, los niveles de oxígeno se pueden reducir. De ser así, hay que buscar atención médica inmediata para evitar complicaciones más graves.

¿Por qué ocurre esto? El problema se conoce como «aspiración» y puede suceder por accidente o por alguna condición que genere dificultades para deglutir.

Para entenderlo mejor, hay que partir del hecho de que tenemos dos conductos en zona de la garganta: el esófago y la tráquea. El primero es el tubo de alimentación, por el que pasan los alimentos hacia el estómago. El segundo es el tubo de respiración, que no solo transporta gases, sino que protege el tracto respiratorio al calentar y humedecer el aire, y al expulsar posibles agentes extraños.

Al ingerir alimentos o bebidas, estos se colocan cerca a los extremos de ambos conductos. Sin embargo, al deglutir, las vías respiratorias se cierran y el esófago se abre para que la comida pase por el tubo correcto. Aun así, distintos factores pueden afectar este proceso.



¿Qué hace que la comida se vaya por el conducto equivocado?

En condiciones normales, las cuerdas vocales y la epiglotis se encargan de mantener las vías respiratorias cerradas. De este modo, los alimentos, las bebidas y la saliva no se filtran a los pulmones. En personas sanas, este proceso puede resultar alterado por comer demasiado rápido, por una distracción o por hablar con la boca llena.

De ser así, ambos conductos permanecen abiertos, lo que posibilita que los alimentos se deslicen por la tubería equivocada. No obstante, como lo detalla una publicación de la Clínica Cleveland, en ese instante, suele activarse un mecanismo de lucha o huida que se manifiesta con un reflejo nauseoso y de tos.

Lo anterior permite expulsar de manera automática el material aspirado. Aunque no siempre ocurre de tal modo.

En casos graves, las partículas de alimentos pueden desplazarse hacia los pulmones, derivando en otras complicaciones. Sobre todo, cuando la aspiración es recurrente.

Hay que señalar que, en algunas personas, esta situación ocurre porque los músculos de su garganta no funcionan de forma adecuada. Estos casos se conocen con el concepto de «aspiración por disfagia» y están relacionados con los siguientes problemas de salud:

  • Distrofia muscular.
  • Lesiones cerebrales.
  • Accidentes cerebrovasculares.
  • Deterioro de la médula espinal.
  • Bloqueo del esófago, por un tumor, por ejemplo.
  • Enfermedad de Parkinson u otros trastornos neurológicos.
  • Antecedentes de radioterapia o cirugía de cáncer de garganta.
  • Afecciones que reducen la cantidad de saliva, como el síndrome de Sjögren.
Vías respiratorias
El conducto respiratorio finaliza en los bronquios, dentro de los pulmones.

¿Qué ocurre en el cuerpo cuando la comida se desvía hacia la tráquea?

En la mayoría de los casos, cuando la comida pasa hacia la tráquea por accidente, el reflejo de la tos permite expulsarla de nuevo. Así, en cuestión de segundos, se obtiene sensación de alivio sin mayores complicaciones.

Esto puede acompañarse con una sensación de obstrucción en la garganta, además de irritación y dolor. Por fortuna, son molestias que desaparecen rápido y sin necesidad de tratamiento.

Las complicaciones aparecen si el material logra filtrarse hacia los pulmones o si, por alguna enfermedad, las aspiraciones son recurrentes. De ser así, otras manifestaciones pueden ser las siguientes:

  • Dolor al tragar.
  • Salivación excesiva.
  • Ardor en el estómago.
  • Dolor leve en el pecho.
  • Fiebre poco después de comer.
  • Sensación de que la comida regresa a la boca.
  • Dificultad respiratoria o falta de aliento, sobre todo al comer.
  • Neumonía recurrente.
  • Náuseas y vómitos.
  • Pérdida de peso.
  • Estrés al comer.
La presencia de estos síntomas es un motivo de consulta médica.

Según la frecuencia y el material aspirado, pueden presentarse solo algunos o varios al mismo tiempo. Como sea, el médico debe evaluar la situación para obtener un diagnóstico y sugerir un tratamiento acorde al caso.

Esófago y su anatomía
El esófago es un conducto que conecta la boca con el estómago.

¿Qué hacer si la tos no solucionó el problema?

Hay otra medida de primeros auxilios que se puede implementar cuando la tos no es suficiente para expulsar los restos de alimentos que se filtran a través de la tráquea. El neumólogo Bohdan Pichurko la explica a través de una publicación de la Clínica Cleveland:

  1. La primera medida es no entrar en pánico.
  2. Luego, hay que suspender lo que sea que se esté haciendo en ese momento, para acostarse boca abajo con un cojín debajo de las caderas.
  3. Desde esa postura, se inclina ligeramente la tráquea hacia abajo, lo que suele facilitar la expulsión del material extraño.

¿Cuándo hay que consultar al médico?

Debido a los riesgos que acarrea la aspiración, hay algunos casos en los que es mejor acudir al médico. Si el reflejo de la tos y los primeros auxilios no funcionaron, probablemente la tos se prolongue por más de dos horas. De ser así, hay que buscar atención de inmediato.

Otros síntomas de alerta son los vómitos con sangrado, la fiebre, los escalofríos y un dolor punzante en el pecho. Es importante evitar la ingesta de más alimentos o bebidas antes de ser revisado por el profesional.

El médico puede arribar al diagnóstico con un examen físico y exámenes complementarios, como los siguientes:

  • Pruebas de esputo.
  • Radiografías de tórax.
  • Estudios de deglución.
  • Tomografías computarizadas.

El tratamiento puede variar entre una persona u otra, en función de la causa identificada. A veces, se utiliza un broncoscopio para extraer la partícula de comida. Asimismo, si hay signos de infecciones bacterianas, se recetan antibióticos.

Otras medidas a mediano plazo abarcan lo siguiente:

  • Cambios en la dieta.
  • Terapia de deglución, que implica ejercicios para fortalecer y coordinar los músculos.
  • Cirugía. Necesaria cuando otros tratamientos no funcionan y hay un problema grave de deglución que impide ingerir los alimentos.

¿Cómo evitar que la comida se desvíe por el conducto equivocado?

Corregir algunas conductas durante las comidas es la mejor manera de evitar que las partículas se filtren por el conducto equivocado. Así las cosas, conviene implementar lo siguiente:

  • Comer bocados más pequeños: ingerir trozos muy grandes y abundantes es uno de los motivos por los que la comida se desvía. Lo ideal es dividir en porciones más pequeñas y tomarse el tiempo suficiente para masticar bien.
  • Evitar hablar con la boca llena: esta mala costumbre impide que las vías respiratorias se cierren bien al tragar los alimentos. Por lo tanto, hay que procurar comer en silencio, al menos mientras los alimentos permanezcan en la boca. Aplica lo mismo para la risa.
  • Concentrarse en la comida: el uso de dispositivos electrónicos durante las comidas, o cualquier otro elemento distractor, aumenta el riesgo de aspiración. Hay que centrar la atención en la comida.
  • Buena postura: por supuesto, durante las comidas, hay que mantener una postura corporal adecuada. Si es posible, hay que permanecer erguidos. En caso de tener que comer en la cama, conviene utilizar una almohada en cuña para levantar el cuerpo a una posición segura.
  • Tomar agua con las comidas: el líquido ayudará a humedecer los alimentos en la boca, lo que disminuirá las probabilidades de que ingresen a las vías respiratorias.


¿Qué debes recordar?

Que la comida se desvíe por el conducto equivocado es una posibilidad a la que todos estamos expuestos. Con frecuencia, ocurre por distracciones al comer, por hablar con la boca llena o por tratar de ingerir demasiada cantidad de alimento sin masticar bien.

A menudo, esto se resuelve en segundos por el reflejo de la tos.

Sin embargo, si no es así, conviene consultar al médico para prevenir posibles complicaciones. No hay que ignorar que esta situación también puede ser la manifestación de otros problemas de base. Cuanto más pronto se realice un diagnóstico, mayores serán las probabilidades de recuperación.


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