Cómo usar el hilo dental para una limpieza efectiva

Saber cómo usar el hilo dental de manera correcta te permite lucir una sonrisa bonita y prevenir las enfermedades orales más frecuentes. Descubre el paso a paso para hacer de forma correcta.
Cómo usar el hilo dental para una limpieza efectiva
Vanesa Evangelina Buffa

Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa.

Última actualización: 12 enero, 2024

Aunque el cepillado de dientes es una de las prácticas más importante para mantener la boca limpia y sana, no es la única. Saber cómo usar el hilo dental de manera correcta es un aspecto fundamental para cuidar los dientes y las encías.

Integrar este elemento a la rutina de higiene oral diaria facilita el cuidado integral de la sonrisa. Descubre cómo debes usarlo de manera correcta y qué aspectos debes considerar para que la limpieza de tu boca sea efectiva.

¿Qué es el hilo dental?

El hilo o seda dental es un producto de higiene oral que se usa para limpiar los espacios interdentales, que son las áreas entre diente y diente. Está compuesto por un grupo de filamentos de nailon o plástico unidos en forma cilíndrica para formar un material resistente, suave y flexible.

El principal objetivo de este elemento es alcanzar los lugares donde el cepillo dental no logra llegar. Al ser delgado y maleable, puede acceder a sitios pequeños y remover los residuos que allí se acumulan.

Tipos de seda dental

En el mercado existen varias opciones de hilo dental que se adaptan a las distintas necesidades de las personas. A continuación, mencionamos los más comunes:

  • Hilo o seda dental: filamento de forma redondeada que facilita el paso entre dientes muy cercanos. Es adecuada para personas con piezas apiñadas o muy juntas.
  • Cinta dental: se trata de una cinta ancha y plana de nailon, que puede ser encerada o no, diseñada para la limpieza de espacios interdentales amplios.
  • Multifilamento: se compone de varios filamentos de nylon o seda y puede ser encerado o no encerado. Es una opción suave y flexible para personas con espacios interdentales de tamaño regular.
  • Monofilamento: compuesto por un solo filamento de caucho, plástico o politetrafluoroetileno (PTFE). Es más resistente y se lo puede encontrar en varias texturas y grosores. Suele ser una alternativa adecuada para limpiar espacios más amplios.
  • Encerado: la seda está recubierta con cera para facilitar el deslizamiento entre los dientes. Ideal para los que prefieren una sensación más suave en la boca.
  • No encerado: no posee ningún recubrimiento, lo que se traduce en mayor firmeza y un mejor agarre.
  • Con sabor: algunas marcas comerciales agregan sabores agradables a la seda, como menta o frutas, para mejorar la experiencia de la higiene.
  • Superfloss: es un hilo con unas secciones más rígidas y otras más esponjosas, que facilitan las maniobras de limpieza. Se usa en casos específicos como pacientes con ortodoncia, puentes fijos y prótesis dentales.

A la hora de elegir el mejor hilo dental para tu boca, deberás tener en cuenta tus preferencias personales, el espacio entre tus dientes, tus necesidades específicas de cuidado bucal y, por supuesto, las recomendaciones de tu odontólogo de confianza. Puedes probar varias opciones hasta que encuentres el más cómodo y apropiado para ti.

¿Cómo usar el hilo dental de manera correcta?

El uso de la seda dental se debe realizar al menos una vez, todos los días. Con esta acción se busca eliminar los restos de comida y placa bacteriana que queda entre los dientes.

Con práctica y constancia podrás usar el hilo dental en las muelas y dientes, de manera correcta. Aunque se trate de una tarea que requiera destreza y tiempo, aporta muchos beneficios para la salud. Considera estos consejos para hacerlo bien.

Paso a paso

Para comenzar a limpiar tus espacios interdentales es importante que dispongas de tiempo, te coloques frente a un espejo y te laves bien las manos. Luego, es momento de empezar con la higiene siguiendo los pasos que te detallamos:

  1. Corta unos 45 centímetros de hilo dental.
  2. Enrolla varias veces los extremos alrededor de tus dedos medios de ambas manos y deja unos cinco centímetros de hilo entre ellos. Sostén y maniobra la seda libre con los pulgares y los índices, manteniéndola bien firme y tirante.
  3. Con suavidad y movimientos de sierra (hacia atrás y adelante), desliza el hilo entre diente y diente hasta sobrepasar el punto donde hacen contacto. Ten cuidado de no presionar demasiado para no lastimar la encía.
  4. Forma una «C» sobre la pared lateral del diente y llega hasta la línea de las encías.
  5. Realiza una ligera presión sobre la pared proximal y con un movimiento suave, en dirección de la encía hacia la boca, barre la placa y los restos de alimentos.
  6. Repite esta acción en el espacio interdental, pero con la pared del otro diente que quedó sin limpiar. Pues cada área interdental se conforma por el lado de dos dientes diferentes y ambos deben ser higienizados.
  7. Enrolla el hilo usado sobre uno de los dedos medios y retira seda limpia del otro para continuar. Repite todo el proceso en cada uno de los espacios interdentales de la boca, tanto de arriba como de abajo, sin olvidarte de ninguno.
  8. Al finalizar, cepilla tus dientes o enjuaga tu boca con un colutorio o agua tibia para eliminar los desechos que hayan quedado sueltos.

Te recomendamos realizar la higiene de tu boca siguiendo siempre el mismo orden para no olvidarte de ningún sector. De esta manera, lo convertirás en un hábito y, al cabo de un tiempo, lo harás de manera automática.

¿Hilo dental antes o después del cepillado?

Es habitual que las personas se pregunten si hay que usar el hilo dental antes o después de cepillarse los dientes. La Asociación Dental Americana (ADA) responde a esta pregunta de manera simple indicando que el orden con que se realiza la limpieza interdental depende de las preferencias de cada persona.

Mientras se pase el hilo dental y se use el cepillo de manera efectiva y con regularidad, se puede comenzar con uno u otro de manera indistinta. Además, señalan que el mejor momento del día para emplear la seda también varía entre las personas. Para algunos es más oportuno usarla al despertar, luego de almorzar o bien antes de ir a la cama y, en todos los casos, es oportuno.

Aún así, un estudio del 2018, publicado en Journal of Periodontology, descubrió que es más beneficioso utilizar el hilo dental antes del cepillado de dientes. Usar el hilo antes y cepillarse con pasta dental después, permite la remoción de la placa acumulada entre los dientes y que las cerdas y el flúor del dentífrico lleguen a aquellas zonas que de otro modo no podrían alcanzar.

Cuando se cepillan los dientes primero y luego se pasa el hilo dental, la limpieza no sería tan efectiva. Los restos de alimentos y la placa que se liberan al usar la seda permanecen en la boca hasta el próximo cepillado. Por eso, en ese caso, es importante realizar al menos un enjuague con agua o un colutorio para eliminar los deshechos.

¿Se puede reusar el hilo dental?

El hilo dental debe tratarse con la misma consideración que otros productos de uso personal. Después de cada uso, se convierte en portador de restos de comida y bacterias de la boca, por lo que una vez usado, se debe desechar.

Reutilizar un fragmento de seda dental usada puede resultar en la propagación de bacterias y comprometer la eficacia de la limpieza interdental. Para mantener un enfoque higiénico y garantizar el cuidado de la boca, la regla es usar un tramo de hilo dental nuevo cada vez.

Una comparación reveladora es pensar en el hilo dental como en el papel higiénico. Al igual que no consideraríamos volver a usar un trozo de papel usado, lo mismo aplica para la seda.

La importancia de la higiene interdental

Aunque la sensación después del cepillado dental pueda sugerir una boca limpia, lo cierto es que las cerdas del cepillo no logran acceder a las paredes laterales de los dientes, donde cada pieza dentaria contacta con la vecina. Pasar un trozo de hilo en esas áreas permite eliminar la placa bacteriana y los restos de comida que de otra manera no se logran remover.

Sin una higiene oportuna, la acumulación de bacterias en los espacios interdentales puede resultar en el deterioro del esmalte dental y la formación de sarro. Esta situación, con el tiempo, puede desencadenar problemas más serios, incluyendo mal aliento, caries, gingivitis, periodontitis e incluso la pérdida de dientes.

Si tenías dudas sobre si usar hilo dental es bueno o malo, ahora ya conoces los beneficios de incorporar este producto en tu rutina de higiene oral diaria. Además de prevenir las patologías orales más comunes, el uso de la seda dental mejora la apariencia de tu sonrisa y aporta la sensación de una boca más limpia y fresca.



¿Quiénes deben usar seda dental?

Todas las personas deben usar el hilo dental para realizar una limpieza bucodental completa y eficaz. Tanto niños como adultos se benefician con este hábito de higiene bucal.

Es importante resaltar que el uso del hilo dental es indispensable si las encías sangran habitualmente, pues hay una mayor predisposición a tener sarro, sufrir gingivitis o en pacientes con periodontitis. También es un elemento que no puede faltar en la rutina de cuidado bucodental de aquellos que usan aparatos de ortodoncia o tienen implantes dentales, puentes o coronas.

El hilo dental en los niños

Introducir el uso del hilo dental desde edades tempranas sienta las bases para sostener este hábito saludable a lo largo de la vida. En general, se recomienda comenzar a utilizarlo alrededor de los dos o tres años.

A esta edad, los niños ya están bien familiarizados con el cepillado de dientes y es un momento oportuno para introducir una nueva práctica a la rutina de higiene oral. Además, en esta etapa, todos los dientes de leche están presente en la boca y sus paredes laterales comienzan a contactar entre sí, por lo que es importante limpiarlas.

Los padres son los encargados de realizar la higiene bucal de sus hijos. Es fundamental que los adultos les expliquen a sus hijos cómo usar el hilo dental y para que sirve. Utilizar seda dental con aplicador y mirar videos explicativos pueden ser estrategias de utilidad para que los niños incorporen esta práctica de higiene oral.



¿Cómo usar el hilo dental dental si tienes brackets?

La higiene dental con ortodoncia es un aspecto que no se debe descuidar. La presencia de brackets y alambres sobre los dientes dificulta la higiene oral y favorece la retención de placa bacteriana. Si no se tienen los cuidados suficientes, estas personas tienen altos chances de desarrollar enfermedades bucales como caries y gingivitis.

El hilo dental es una herramienta fundamental para garantizar la limpieza entre los alambres y los dientes. Al utilizarlo, las personas con brackets deben incluir un paso adicional: pasar la seda por el arco antes de limpiar los espacios interdentales.

Existen hilos dentales con diseños especiales para pacientes con ortodoncia como el superfloss. Su sección más rígida facilita el paso de la seda entre los alambres y la zona esponjosa permite una mejor limpieza.

Otros elementos de higiene interdental

Además del hilo dental, hay otras herramientas que complementan o facilitan la limpieza de los espacios entre diente y diente. Estos son las más comunes:

  • Portahilo o aplicador dental: se trata de un pequeño dispositivo diseñado para facilitar el paso del hilo dental entre los dientes. Es de especial utilidad en niños o en personas que llevan brackets.
  • Cepillos interdentales: son pequeños cepillos compuestos por un mango plástico o de metal y un extremo con cerdas dispuestas en forma cilíndrica o de espiral cónica. Vienen de distintos tamaños que se adaptan a las distintas dimensiones de los espacios interproximales sin dañar la encía. Se recomiendan cuando los dientes están separados.
  • Irrigador bucal: esta herramienta utiliza un chorro de agua a presión para eliminar los restos de comida y la placa bacteriana entre los dientes y alrededor de las encías. Es muy útil para personas con ortodoncia, implantes dentales y otras necesidades específicas.

Un hábito que vale la pena

Limpiar tus dientes y encías a diario usando el hilo dental puede demandarte un poco de destreza y un tiempo extra. De todos modos, incorporar esta práctica a tu rutina de higiene oral te ayudará a mantener tu dentadura sana y radiante por más tiempo.

Por supuesto que no es lo único que debes hacer para mantener tu boca sana. Existen otros hábitos que ayudan a cuidar la salud dental, como cepillar los dientes con pasta dos veces al día, tener una alimentación saludable y visitar al dentista con frecuencia.

Si prestas atención al cuidado de tu boca, no solo evitarás molestias y problemas serios. También podrás lucir una sonrisa brillante y bonita cada día.


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