¡Cuidado con tu hígado! Estos 6 alimentos pueden hacerle daño
Revisado y aprobado por el médico José Gerardo Rosciano Paganelli
El hígado es un órgano muy importante para la vida y la salud. Desempeña funciones como filtrar las toxinas de la sangre, sintetizar proteínas y almacenar muchos de los nutrientes que el cuerpo necesita.
Los expertos de la Fundación para la Formación e Investigación Sanitarias de la Región de Murcia señalan que “el hígado es el órgano glandular más grande del cuerpo y una víscera fundamental que cumple varias funciones”
Cuando se lleva un estilo de vida saludable, este órgano funciona como corresponde. Sin embargo, cuando esto no es así, el órgano puede tener dificultades y, con el paso del tiempo, desarrollar diversas enfermedades.
En este sentido, hay que recordar que los malos hábitos alimenticios influyen en gran medida en la salud hepática. El consumo excesivo de azúcar y grasas saturadas puede resulta muy perjudicial.
A continuación te queremos revelar esos 6 alimentos que lo pueden dañar para que aprendas a evitarlos de ahora en adelante.
1. Comida rápida, chatarra o prefabricada
Aunque los comestibles chatarra y afines resultan prácticamente irresistibles y parecen ser una alternativa rápida para calmar el hambre cuando no tenemos tiempo para prepararnos una buena comida, en realidad, son una pésima opción desde el punto de vista nutricional.
Se ha comprobado que la comida chatarra es perjudicial para la salud hepática.
Cuando una persona no modera su consumo de comida chatarra y comestibles industriales, puede perjudicar su salud en gran medida y terminar sufriendo de enfermedades como el hígado graso. Esta condición ocasiona graves dificultades para digerir los alimentos y se asocia con el sobrepeso y la obesidad.
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2. Frituras
Asimismo, está demostrado que las frituras son perjudiciales para la salud de todo el organismo. No solo la del hígado. Por ello, los expertos en salud recomiendan mantener al mínimo (o eliminarlo) el consumo de comestibles fritos y snacks de este tipo.
En su mayoría, este tipo de comestibles contienen aceites de pésima calidad que son fuentes de grasas perjudiciales para el organismo.
Las grasas saturadas y los compuestos que se producen por las altas temperaturas sobrecargan el hígado.
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3. Alimentos ricos en grasa saturadas
Aunque el cuerpo necesite una pequeña dosis de grasa para funcionar en perfectas condiciones, eso no quiere decir que todas los tipos de grasa sean saludables.
Los expertos en nutrición indican que hay que procurar mantener un consumo mínimo y esporádico de alimentos como:
- Mayonesa.
- Embutidos.
- Piel de pollo.
- Mantequilla.
- Crema de leche.
- Manteca de cerdo.
- Aderezos cremosos.
- Entre otros.
4. Alimentos ricos en proteínas
¡Ojo! Hay que consumir diversas fuentes de proteínas sí, pero en cantidades moderadas. Este tipo de nutrientes es esencial para la formación de masa muscular y el metabolismo, pero en exceso pueden resultar contraproducentes.
Las dietas que no las moderan tienden a ocasionar trastornos en el hígado.
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5. Azúcar
El consumo excesivo de azúcar es una causa potencial de enfermedades crónicas como la diabetes, las patologías cardiovasculares y la obesidad.
Algunas personas piensan en el azúcar sólo como un polvo blanco para hacer recetas y endulzar el café. Sin embargo, hay que tener en cuenta que también está presente en los refrescos comerciales, dulces y postres.
A nivel hepático este alimento favorece el desarrollo del hígado graso.
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6. Bebidas alcohólicas
El consumo excesivo de bebidas alcohólicas conlleva a tener mayores probabilidades de desarrollar trastornos graves de salud como el cáncer, el hígado graso y la cirrosis.
Esta sustancia puede llegar a cada una de las células del cuerpo a través del flujo sanguíneo y causar su deterioro.
El hígado produce una enzima conocida como deshidrogenasa, cuya función es la de metabolizar el alcohol. No obstante, las cantidades excesivas causan inconvenientes en su producción y disminuye su capacidad de digestión.
Esto a su vez afecta la estructura celular hepática y disminuye su capacidad para disolver las grasas acumuladas.
Cuida tu salud hepática con buenos hábitos
Para un hígado saludable, debes mantener un estilo de vida saludable y procura moderar el consumo de los alimentos aquí citados.
No olvides visitar a tu médico si sufres de alguna afección hepática. Además de seguir estos consejos, tu doctor podrá ayudarte con el tratamiento farmacológico correspondiente.
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