Dieta contra el hipotiroidismo: alimentos que debes consumir

Revisado y aprobado por la nutricionista Maria Patricia Pinero Corredor

Escrito por Daniela Echeverri Castro

Última actualización: 18 enero, 2024

Si bien no existe una dieta específica y consensuada para el hipotiroidismo, se conoce cuáles son aquellos nutrientes y alimentos que son más recomendables.

El yodo, la fibra, la vitamina A o los antioxidantes, no pueden faltar en la alimentación diaria. Junto a la mediación indicada y a unos hábitos de vida saludables, fomentan un buen funcionamiento de la glándula tiroides y contribuyen al bienestar y la salud en general.

Hipotiroidismo y alimentación

El hipotiroidismo es una enfermedad que aparece cuando la glándula tiroides no puede producir la cantidad de hormonas necesarias para el organismo.

Dichas hormonas inciden en casi todos los órganos y, por este motivo, se ven afectadas funciones muy variadas:

• Digestión.
• Respiración.
• Metabolismo.
• Estado de ánimo.
• Frecuencia cardíaca.

Las posibles causas detrás de este trastorno son múltiples, desde problemas autoinmunes (enfermedad de Hashimoto), inflamación, factores genéticos o toma de medicamentos (entre otras).

Dependiendo de cada persona, los síntomas que aparecen son diferentes. En general, se caracterizan por una ralentización de las funciones y se manifiestan de manera gradual.

La terapia para el hipotiroidismo pasa por administrar, a través de fármacos, la hormona que la glándula ya no produce. La alimentación, por su parte, ofrece soporte y puede contribuir al bienestar, pero no sustituye al tratamiento médico.

Por el momento, no existe una dieta específica para el hipotiroidismo. La recomendación general es la de adoptar un plan alimentario saludable, nutritivo y variado, teniendo en cuenta algunas consideraciones especiales.

Alimentos aconsejados en la dieta para el hipotiroidismo

La dieta adecuada para el hipotiroidismo tiene que poner el foco en unos nutrientes determinados. Y, para ello, es necesario priorizar una serie de alimentos por delante de otros:

• Yodo: pescado, marisco, lácteos.
• Selenio: nueces del Brasil, atún, sardinas, huevos, marisco, cereales integrales.
• Zinc: carne roja, marisco, anacardo, semillas de calabaza, cereales integrales, frijoles.
• Cobre: anacardos, semillas de sésamo, chocolate, garbanzos, tofu, aguacate, patatas, champiñones.
• Vitamina A: pescado, huevos, lácteos, calabaza, pimiento, zanahorias, papaya, mango, verduras de hoja verde.
• Vitamina D: caballa, atún, salmón, leche.
• Vitaminas del grupo B: cereales integrales, legumbres, frutos secos, aguacate, carne magra, lácteos.

Por otro lado, es imprescindible asegurar un aporte suficiente de fibra. Esta no solo es básica en cualquier dieta saludable, sino que ayuda a prevenir el estreñimiento (un síntoma que puede aparecer en el hipotiroidismo).

Ejemplos de menús en la dieta para el hipotiroidismo

Con todos los alimentos que son más buenos para el hipotiroidismo, se pueden organizar menús saludables y convenientes a esta condición. La planificación es una de las claves para empezar a implementar hábitos saludables, en cualquier situación.

A continuación ofrecemos algunos menús diarios que pueden servir de inspiración. No obstante, lo más aconsejable es asesorarse de forma individual con el equipo médico o un profesional de la nutrición. El estado de salud general, la causa de la enfermedad y otras circunstancias; van a condicionar la mejor dieta en cada caso.

1. Ideas diarias para un menú general

Este menú puede ser aplicado a cualquier persona con hipotiroidismo, sin ninguna otra condición específica respecto a la dieta:

Día 1

• Copos de avena con fresas y yogur natural.
• Ensalada de patata, aguacate, zanahoria y apio. Salmón al horno con limón. Naranja.
• Crema de calabaza con semillas de sésamo. Tortilla a la francesa con pan integral. 1 yogur natural.

Día 2

• Copos de avena con manzana y 2 nueces de Brasil.
• Espinacas con piñones y pasas. Garbanzos salteados. 1 yogur natural.
• Sopa con arroz integral. Pollo a la plancha con tomates cherry asados. Kiwi.

Día 3

• Pan integral con queso fresco y un puñado de nueces. Naranja.
• Coliflor al vapor con ajo y perejil. Macarrones a la boloñesa. Piña.
• Sardinas al papillote con calabacín, zanahoria y pimiento. Patata asada. 1 yogur natural.

Día 4

• Pan integral con aceite de oliva y chocolate negro. Papaya.
• Ensalada de lentejas, tomate, lechuga, gambas y atún. 1 yogur natural con compota de pera.
• Crema de calabacín con semillas de calabaza. Revuelto de champiñones y queso. Fresas.

2. Ideas diarias para un menú sin gluten

En los últimos años, se ha extendido la recomendación de hacer una dieta sin gluten para el hipotiroidismo de Hashimoto. Esta última es una enfermedad autoinmune en la que las propias defensas del cuerpo atacan la glándula tiroides (que deja funcionar con normalidad).

Existen algunos estudios (como los publicados en Frontiers in Endocrinology) que apuntan que una dieta libre de gluten puede conllevar mejoras en el estado inflamatorio y la acción de la tiroides. Pese a ello, los autores señalan que esta práctica no se puede hacer extensible a todos los que padecen enfermedad de Hashimoto.

Por este motivo, es preciso indicar que estos ejemplos de menús diarios son solo una muestra de cómo organizar una dieta sin gluten de manera saludable. Pero no todas las personas con hipotiroidismo se ven beneficiadas de eliminar los alimentos con gluten de su plan alimentario.

Día 1

• Copos de quinoa, 2 nueces de Brasil y leche. 1 kiwi.
• Lentejas salteadas con dados de pavo (o pollo), calabacín, puerro y setas. 1 yogur natural.
• Crema de zanahoria y cúrcuma. Caballa a la plancha con ajo y hierbas frescas. Fresas.

Día 2

• Pan integral sin gluten, con queso fresco y compota de manzana.
• Tomate con orégano y atún. Tortilla de patata. Pera.
• Acelgas rehogadas con pimentón. Ternera a la plancha. 1 yogur natural.

Día 3

• Pan integral sin gluten con tomate y aguacate. 1 yogur natural.
• Gnocchis con pisto de verduras (calabacín, pimiento, berenjena y cebolla) y queso. 1 yogur natural con 2 nueces de Brasil.
• Menestra de verduras (judías verdes, zanahoria, coliflor). Merluza con salsa verde. Kiwi.

Día 4

• Copos de avena (sin gluten) con fresas y yogur natural.
• Crema de calabacín con menta. Paella de arroz, gambas, mejillones y calamar. Naranja.
• Sopa de verduras en juliana con garbanzos. Yogur natural con papaya y un puñado de anacardos.

3. Ideas diarias para un menú vegano

Una dieta vegana y una vegetariana pueden aportar los nutrientes citados que dan soporte al buen funcionamiento de la glándula tiroides (siempre y cuando sea un plan alimentario variado, suficiente y saludable).

En ambos casos, es necesario tomar precaución con la inclusión de soja y sus derivados. Tal como apuntan desde la Clínica Mayo, se pueden incluir sin exceso y separados de la toma de la medicación para el hipotiroidismo (por lo menos una hora).

Día 1

• Copos de avena con papaya y un puñado de anacardos.
• Garbanzos con espinacas y pimentón rojo. Kiwi y 2 nueces de Brasil.
• Caldo de verduras con fideos integrales. Berenjena rellena de guisante texturizado. Yogur de soja natural.

Día 2

• Pan integral con tahin y láminas de manzana con canela.
• Ensalada de rúcula, apio, tomate y maíz. Filete de seitán con champiñones. Papaya.
• Crema de calabacín con semillas de calabaza. Patata asada con hummus.

Día 3

• Copos de avena con yogur de soja natural y kiwi.
• Tomate con orégano y semillas de cáñamo. Espaguetis integrales con pesto de anacardos. Yogur de soja natural.
• Calabaza asada y tempeh a la plancha con vinagreta de mostaza. Naranja.

Día 4

• Tostada con hummus y semillas de cáñamo.
• Judías blancas con aceitunas, pimiento verde, rúcula y tomate. Plátano.
• Cuscús con verduras (calabacín, cebolla, berenjena). Yogur de soja natural con 2 nueces de Brasil y frutos rojos.

Otras consideraciones a tener en cuenta a la hora de adoptar una dieta para el hipotiroidismo

Una dieta sana y equilibrada para personas con hipotiroidismo (y en cualquier condición) tiene que ajustarse a las necesidades y características de cada individuo.

Por este motivo, las cantidades y el reparto de macronutrientes (grasas, proteína y carbohidratos) varían según la actividad, la demanda energética y la situación de salud.

De modo adicional, conviene tener en cuenta unos consejos adicionales:

• Se puede incluir un segundo desayuno y una merienda. Los alimentos más recomendados para hacer snacks saludables son la fruta, los frutos secos, los bocadillos o los lácteos.
• La bebida de preferencia es el agua.
• Algunos alimentos se consideran «prohibidos» en el hipotiroidismo, por lo que conviene tener cuidado con su ingesta. Hablamos de las algas y las crucíferas crudas (brócoli, col, coliflor, nabo). Asimismo, es recomendable hacer un uso esporádico de productos como los embutidos, los platos preparados, las golosinas, la bollería o los refrescos (entre otros).
• El plan alimentario se complementa con otros hábitos saludables, como practicar el ejercicio idóneo, descansar las horas suficientes o mantener alejado el estrés.

Por último, es imprescindible recordar que un menú adecuado no sustituye nunca la mediación ni el consejo del equipo médico. Asimismo, conviene seguir las instrucciones en cuanto a la dosis y momento de administración del fármaco.

Acompaña el tratamiento con un buen menú saludable para la tiroides

El hipotiroidismo es un problema de salud que aparece cuando la glándula tiroides no segrega la cantidad de hormonas adecuada. La forma de tratarlo depende del origen y la situación de cada persona y debe ser acompañado siempre de un equipo médico.

La alimentación, por su parte, favorece la buena marcha de la glándula y aporta al organismo nutrientes necesarios. Asimismo, es recomendable reducir la ingesta de algunos alimentos y productos que pueden llegar a ser perjudiciales para la salud.

Organizar unos menús oportunos es sencillo, variado y no está reñido con el buen sabor. En cualquier caso, la mejor dieta es aquella que se adapta de forma individual. Por esto, siempre que sea posible, se recomienda contar con la ayuda de un profesional de la nutrición.