8 errores frecuentes al saltar la cuerda
Revisado y aprobado por el licenciado en educación física y deportes Andrés Felipe Cardona
Saltar la cuerda es una actividad positiva para el bienestar integral del cuerpo, y es una práctica sencilla debido al equipo simple que se requiere. Cualquier ambiente es apto para ejercitarse y fortalecer tu coordinación. Además, puedes tonificar tus hombros, piernas y brazos. Aunque si das por sentado cómo se desarrolla el movimiento, es posible que cometas errores frecuentes al saltar la cuerda, aunque parezca sencillo.
Este ejercicio tiene muchos beneficios para la salud, en especial en el área cardiovascular, como señala un estudio de caso publicado por el Politécnico de Leiria. De cualquier manera, lo esencial es que tengas cuidado con los detalles, porque serán estos los que te ayuden a evitar cualquier problema de ejecución. Primero es necesario saber sobre la extensión de tu cuerda. Esto se convertirá en un elemento importante a tener en cuenta, debido a que su longitud debe estar relacionada con tu altura. Mientras más alto seas, más extendida debes utilizarla.
Inclusive, te conviene conocer los tipos de cuerdas que existen en el mercado para entrenar. Cada una tiene sus características adaptadas a una necesidad en particular. En este artículo te contamos sobre los errores más comunes que se comenten a la hora de realizar esta actividad
8 errores frecuentes al saltar la cuerda
En este caso, los errores hacen referencia a una acción o a movimientos que no realizas de manera correcta. Por ello, aunque sea sencillo saltar la cuerda, es primordial que cumplas muy bien la técnica del salto y, así, evitar fallos como los que verás a continuación.
1. Altura extra en los saltos
La mejor forma de trabajar tu resistencia y elevar tu velocidad es que los pies se impulsen unos centímetros con respecto al suelo, no es necesario que intentes elevarte al máximo tratando de alcanzar un punto alto. Es importante que lo realices con comodidad y adaptándote a las características del cuerpo. En ese sentido, un estudio comparativo que tuvo en cuenta el salto de cuerda y ejercicios similares, como el skipping vs el running, señala que el primero tiene un impacto menos agresivo en las rodillas, que el segundo.
2. Ritmo asimétrico
El objetivo es que saltes en el momento exacto, estableciendo un ritmo que puedas sostener para los giros que realizas con las manos y para los saltos. Puedes identificar el error si, por ejemplo, los pies tocan de forma regular la cuerda al saltar, con lo cual, los pies y los brazos no están yendo al mismo tiempo. Cuando logres dominar el movimiento, podrás subir la velocidad poco a poco.
3. Postura y agarre
Puede sucederte que encorves la espalda y agaches la cabeza para que pase la cuerda, pero esos son movimientos que debes evitar y corregir. Tienes que conservar una postura recta para que disminuya el riesgo de padecer lesiones en la espalda. También una correcta posición corporal facilita la respiración justa y ayuda a realizar más saltos sin parar.
4. Escoges el largo incorrecto
Para que definas el largo correcto que debe tener la cuerda es aconsejable que te pares con un pie en la parte media de la cuerda y levantes los extremos hacia un lado, hasta que lleguen a la altura del hombro. Esa es la medida ideal, hasta el hombro, ni más, ni menos.
Recuerda que no todas las cuerdas tienen las mismas medidas y, por eso, debes adaptarla a tu altura. Una cuerda muy larga puede enredarte en cada movimiento y, si está corta, puede golpearte la cabeza en cada vuelta hasta ocasionarte un accidente.
5. Separación excesiva de los brazos
Lo esencial es que mantengas los codos cerrados y concentres los movimientos en las muñecas. Debes conservar los brazos cerca del cuerpo, ya que de lo contrario comienzas a acortar el largo de tu cuerda y será más difícil que realices los saltos.
6. Poca firmeza al tomar la cuerda
Las cuerdas, en cada punta, tienen el asa para que las tomes, pero puede ser común que por descuido lo hagas muy desde los extremos, sin la contundencia necesaria para que las muñecas se esfuercen de más. Rodea cada extremo con todos los dedos para envolverlas por completo con las manos y, así, lograr un agarre deseado.
7. Mirada hacia el suelo
Si mientras saltas la cuerda tienes la mirada hacia abajo tratando de vigilar cada movimiento, lo más seguro es que descuides la técnica del salto, por estar atento a cada detalle. En este caso, puedes ser propenso a cometer cualquier error.
Lo mejor es que siempre orientes tu visión al frente. No es necesario que vigiles con la mirada las manos, los brazos, los pies o hasta la cuerda. Aquello añade distracciones innecesarias que podrían desconcentrarte.
8. Rigidez al saltar
La rutina debes ejecutarla con la mayor soltura posible. Luego de que se interiorice el patrón principal de movimiento, lo más seguro es que comiences a realizarlo con fluidez y amortiguando la caída desde las caderas.
Si al saltar mantienes el cuerpo rígido, es decir, te resistes a hacerlo con naturalidad, ya sea por falta de práctica o miedo a fallar, puedes ocasionarte lesiones, o acostumbrar al cuerpo a una tensión innecesaria.
Recomendaciones para evitar errores frecuentes al saltar la cuerda con la técnica correcta
Ten presente que el movimiento que hace girar la cuerda nace desde las muñecas. Los codos deben permanecer flexionados cerca de los costados del cuerpo, mientras saltas. Los antebrazos y los hombros tampoco son el generador, solo complementan la tarea principal de las muñecas.
Tampoco debes aterrizar en el suelo con la planta del pie, sino solo sobre la punta de ellos. De lo contrario, puedes ocasionar daños en las rodillas. Tu propósito es mantener flexionadas las mismas, evitar su rigidez y cualquier tipo de lesión.
Para finalizar, te aconsejamos que mantengas una buena postura al practicar esta actividad, y así, evitar errores frecuentes al saltar la cuerda. Es común que cuando va transcurriendo el tiempo del ejercicio, puedes comenzar a encorvarte hacia el frente, evita esta posición.
Encorvarte es una respuesta normal, pero es importante que intentes mantener la espalda bien erguida. Imagina que con cada salto «empujas el suelo con los pies» mientras la cabeza sube hacia el techo como si un hilo halara de ella; esto es una elongación axial y te ayudará a alinear tus vértebras.
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- Canales, S. (2017). Influencia del salto de cuerda en la coordinación, velocidad, agilidad y resistencia cardiorrespiratoria. Instituto Politécnico de Leiria. https://iconline.ipleiria.pt/handle/10400.8/3012
- McDonnell, J., Zwetsloot, K. A., Houmard, J., & DeVita, P. (2019). Skipping has lower knee joint contact forces and higher metabolic cost compared to running. Gait & Posture, 70, 414–419. https://doi.org/10.1016/j.gaitpost.2019.03.028
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