5 formas fáciles de preparar romanesco
Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias
Si tienes entre manos una bonita col romanesco, pero no sabes qué hacer con ella, no te preocupes. Seguro que no eres la única persona que se deja embelesar por la belleza de su forma y, sin embargo, desconoce sus posibilidades en la cocina.
Nada que no tenga una solución fácil, pues en realidad, puedes tratarla igual que el brócoli o la coliflor. Estos vegetales son de la misma familia, comparten muchas características y son ingredientes más habituales y conocidos.
En todo caso, estamos aquí para que no te dejes perder todo lo que la romanesco puede ofrecerte. Una verdura delicada y sabrosa que seguro que te encantará. Descubre 5 formas de cocinarla a continuación.
¿Qué es la col romanesco?
Con el nombre científico de Brassica olaracea var botrytis, se conoce esta variedad de coliflor de origen italiano y de color verde. No se trata, al contrario de lo que muchos piensan, de un híbrido de esta con el brócoli, sino de una especia de la misma familia.
Sin lugar a dudas, su aspecto exterior es lo que más llama la atención, ya que es un ejemplar único. La disposición geométrica de sus ramilletes se conoce con el nombre técnico de estructura fractal.
Igual que el resto de brassicas, la romanesco tiene un gran aporte nutritivo. Entre sus componentes destacan las vitaminas del grupo B (en especial el ácido fólico), la vitamina C, el potasio, el fósforo y el calcio. Asimismo, es una fuente excelente de fibra.
Como pasa con todas las verduras, incluirla en la alimentación diaria es un hábito muy positivo. No solo es saludable, también es un ejemplar delicioso. Su sabor es suave, parecido a la nuez, y su textura firme. Por esto, ofrece mucho juego a nivel culinario.
Cómo cocinar romanesco de forma sencilla y sabrosa
El modo más común y clásico de preparar esta verdura es al vapor o hervida. No obstante, al ser más blanda que el brócoli o la coliflor, también queda muy bien a la plancha o al horno.
En general, se suele aliñar con aceite de oliva o saltear con un poco de mantequilla. Pero también es posible acompañarla de salsas variadas e incluirla dentro de otro tipo de recetas.
A continuación te mostramos una breve pincelada de todo lo que puede dar de sí en la cocina. Recetas sencillas y rápidas, ideales para el día a día o para una comida festiva. Toma nota de estas 5 maneras de cocinar la col romanesco.
1. Con salsa bechamel
Aliñar las crucíferas con este tipo de salsa es una receta muy habitual. De este modo, se obtiene un resultado cremoso y sustancioso que puede servir como un primer plato.
Ingredientes
- 1 kilo de romanesco
- 30 gramos de mantequilla
- 30 gramos de harina de trigo
- 500 mililitros de leche
- sal, pimienta y nuez moscada al gusto
- queso rallado (opcional)
Paso a paso
- Para empezar, retira las hojas de la romanesco, córtala en ramilletes y lávala. Después cuécela al vapor o hervida durante unos 10 minutos. Tiene que quedar al dente, ya que su cocción termina en el horno con la salsa. Cuela y reserva.
- Mientras, prepara la bechamel. Para ello, coloca un cazo al fuego y derrite la mantequilla. En paralelo, calienta la leche a temperatura muy baja. Cuando la mantequilla se haya fundido, añade la harina y tuéstalo todo junto durante 2 minutos, sin parar de remover. Ahora, vierte la leche poco a poco y sigue mezclando. Tiene que quedar una consistencia más espesa. Después salpimienta al gusto y ralla un poco de nuez moscada.
- En una fuente apta para el horno, coloca la romanesco y cubre con la salsa. Si lo deseas, ralla un poco de queso parmesano o emmental por encima. Hornea 15 minutos más a 200 grados y ya tienes el plato listo.
2. Con salsa de tomate
No hay nada que no pueda aliñarse con una exquisita salsa de tomate. Cuando quieras hacer un plato rápido y rico, puedes acudir a ella con total garantía de éxito y de apuesta positiva para la salud.
Ingredientes
- 1 kilo de tomate en rama
- 3 cebollas
- 4 dientes de ajo
- 1 romanesco
- aal y pimienta al gusto
- agua
- aceite de oliva virgen
- hierbas aromáticas al gusto: perejil, orégano, tomillo o albahaca, entre otras
Paso a paso
- Para comenzar, tienes que elaborar la salsa de tomate, la parte más entretenida de este plato. Recuerda que puedes cocinarla en grandes cantidades y tenerla congelada para ir todavía más rápido. De forma opcional, puedes recurrir a los tomates enteros ya cocidos.
- Para hacerla, pon una olla con agua al fuego. Retira el pedúnculo de los tomates, haz una cruz en la base y escáldalos durante 2 minutos. Acto seguido, los cuelas y dejas que se enfríen, para poder pelarlos y picarlos sin quemarte.
- Calienta aceite en una sartén ancha. Lava, pela y pica las cebollas y los ajos. Empieza a pocharlos y cuando estén dorados, vierte el tomate. Salpimienta al gusto y deja que se haga todo junto durante unos 30 minutos.
- En paralelo, cuece la col romanesco (lavada y cortada en ramilletes). Con 6 u 8 minutos es suficiente, para que quede crujiente y sabrosa. Cuando esté cocida, añádela con la salsa y sazona con las hierbas aromáticas de elección.
3. Crema de romanesco
Para cocinar unas verduras de forma fácil, rápida y sana no hay nada mejor que las sopas y los purés. Esta receta de crema de romanesco es ideal para toda la familia. Tiene un sabor suave, es ligera y se puede comer tanto caliente como fresquita de la nevera.
Ingredientes
- 1 pieza de romanesco
- 2 puerros
- 1 calabacín pequeño
- sal y pimienta
- una pizca de comino en polvo (opcional)
- aceite de oliva
- 1 litro de agua
Paso a paso
- Antes de empezar con la cocción, prepara todas las verduras. Lava, pela y corta el puerro en rodajas. Haz lo mismo con el calabacín. Retira las hojas de la romanesco, córtala y lava los ramilletes.
- Ahora que ya está todo a punto, coloca una cazuela en el fuego con un poco de aceite de oliva. Cuando esté caliente, añade el puerro y dóralo durante unos 10 minutos. Después incorpora el calabacín, mezcla bien y deja 2 minutos más. Por último, vierte la romanesco, añade sal y pimienta y cubre con agua.
- Deja hervir por 20 minutos con la tapa puesta. Pasado este tiempo, tritura la crema hasta obtener una textura homogénea. Añade un poquito de comino en polvo si te gusta esta especia. Está muy indicada para aquellas personas que sufren de gases cuando comen verduras crucíferas. Además, aporta un punto de sabor y aroma diferentes.
4. En ensalada
Quizás nunca te hayas planteado preparar verduras en forma de ensalada. Pero este tipo de recetas son perfectas para el verano y te permiten conocer una forma distinta e innovadora de incluir vegetales en el día a día.
Además, las ensaladas son platos muy versátiles que se adaptan al gusto y las preferencias de cada persona. Nuestra versión es ligera, para comer como entrante. Pero si le añades huevo duro, pollo, un poco de arroz o garbanzos, tienes un plato completo para una cena rápida o un almuerzo fuera de casa.
Ingredientes
- 1 romanesco
- 1 pepino
- 200 gramos de tomates cherry
- 1 aguacate grande o 2 pequeños
- 1 cebolla morada
- 6 cucharadas de aceite de oliva
- 2 cucharadas de vinagre de manzana
- 1 cucharada de mostaza
- sal y pimienta al gusto
Paso a paso
- Para hacer esta ensalada tienes que cocer la romanesco en primer lugar. Solo son necesarios unos minutos para que quede crujiente. Lo puedes hacer al vapor o en agua hirviendo. Lávala y córtala en un tamaño pequeño.
- Cuando esté fría, añade todos los ingredientes en un bol: la romanesco, el pepino en rodajas, la cebolla en tiras muy finas, el aguacate y el tomate partido por la mitad.
- Por otro lado, prepara la salsa. Combina en un bol el aceite, el vinagre y la mostaza. Salpimienta al gusto y bate bien. Aliña los vegetales y ya puedes disfrutar de esta ensalada deliciosa.
Si no te gusta la mostaza, puedes hacer cambios en la salsa de esta ensalada. Existen muchas posibilidades y recetas para preparar vinagretas fantásticas para todos los gustos.
5. Con macarrones
Un plato delicioso y que raras veces falla es la pasta. Combina a la perfección con muchas verduras y tan solo es necesario aliñar con una salsa fácil y rápida.
Ingredientes
- 300 gramos de macarrones
- 1 romanesco
- 200 mililitros de nata para cocinar (con un porcentaje de grasa del 15 al 18 %)
- 100 gramos de queso rallado
- sal y pimienta al gusto
- aceite de oliva
Paso a paso
- Para elaborar esta receta, empieza por lavar y cortar la romanesco en ramilletes. Cuécela en abundante agua hasta que esté tierna.
- Por otro lado, haz lo mismo con los macarrones, siguiendo las instrucciones del fabricante. Cuélalos y reserva un poco del agua de cocción.
- Ahora coloca una sartén o cazuela grande al fuego, con un poco de aceite de oliva. Saltea las flores de col romanesco durante dos minutos. Salpimienta, agrega la pasta, la crema para cocinar y mezcla bien. Incorpora un cucharón del agua de cocer los macarrones. Agrega el queso, espera a que se funda y ya está a punto para servir.
Para elaborar esta receta puedes usar macarrones, espirales o cualquier tipo de pasta corta. Esto sí, siempre que sea posible, te recomendamos elegir la variedad integral, ya que contiene más fibra y nutrientes que la blanca.
Incluye romanesco en la dieta
Son varias las alternativas para preparar romanesco de manera sencilla y así poder incluir este beneficioso vegetal en la pauta diaria. Las recetas que te hemos presentado son solo 5 ejemplos de ellas.
Recuerda que puedes hacerlas tal cual o adaptarlas a tu gusto. Asimismo, siempre se pueden modificar para hacerlas aptas para una dieta sin gluten, sin lácteos o vegana.
Ahora bien, no olvides que uno de los pilares de la dieta saludable es la variedad. Conviene consumir una gran cantidad de vegetales distintos.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.