Las 5 causas más frecuentes de la fosfatasa alcalina elevada
La fosfatasa alcalina es una enzima que se encuentra en nuestro organismo. La encontramos, en especial, en el hígado y el tejido óseo.
En este artículo detallamos las 5 causas que provocan una fosfatasa alcalina elevada. Podremos descubrir algunas enfermedades que se relacionan con este desequilibrio.
La fosfatasa alcalina
La fosfatasa alcalina es una enzima que se encuentra en la mayoría de los tejidos del cuerpo. No obstante, predomina en el hígado, las vías biliares y el tejido óseo.
Además, se encuentra distribuida en varias formas. Todas estas pueden cuantificarse por separado si así se requiere a través de una prueba sanguínea. Los valores normales se describen en un rango de 30 a 140 UI/L.
¿En qué consiste la prueba de fosfatasa alcalina?
La prueba se realiza por rutina o por la presencia de algunos síntomas como náuseas, vómitos, debilidad, decaimiento, pérdida de peso, ictericia. También, prurito, dolor y distensión abdominal y orina de color oscuro o heces de color claro.
En el caso de síntomas óseos se observaría dolor en las articulaciones, huesos alargados o deformes, o fracturas frecuentes.
El procedimiento es muy sencillo. Consiste en toma de muestra mínima de sangre para el análisis y no requiere ayuno, a menos que el médico haya pedido otros exámenes. Los niveles de fosfatasa alcalina elevados podrían señalar afectaciones en hígado o huesos.
5 causas que incrementan la fosfatasa alcalina
Entre las que pueden alterar esta enzima sobre los niveles normales, se cuenta desde una recuperación de fractura, el déficit de vitamina D, o alcoholismo A continuación detallamos las causas que pueden elevarla.
1. Enfermedades del hígado
Los valores de la fosfatasa alcalina pueden alterarse y elevarse como consecuencia de diferentes enfermedades del hígado, según afirma este estudio del Dr. J. Sánchez Rodríguez. Es el caso, por ejemplo, de la hepatitis viral, en la que no solo se aumentan las transaminasas sino también esta enzima. Esto se debe a la inflamación del órgano y a la sobreproducción de bilirrubina.
Del mismo modo, suele suceder en otras enfermedades agudas, como la obstrucción de vías biliares en la colecistitis. También en enfermedades crónicas como la cirrosis hepática o en las consecuencias de un cáncer de hígado.
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2. Enfermedades de hueso
Una de las enfermedades óseas que apunta hacia la elevación de la fosfatasa alcalina es la enfermedad de Paget, según indica este estudio de la Universidad de Washington en St. Louis (Missouri) . En esta patología los huesos se caracterizan por deformarse y ensancharse de manera progresiva. No obstante, al controlarse la patología, los niveles vuelven a regularse.
Esta enzima también aumenta en ciertos tipos de cánceres que hacen metástasis o invasión al hueso. Al igual que en el caso anterior, si cuentan con un tratamiento oportuno y efectivo, los valores podrán volver a su rango normal.
3. Tumores
Uno de los tumores o procesos neoplásicos que repercute en la elevación de la fosfatasa alcalina es el linfoma de Hodgking. Este es un tumor característico de los ganglios linfáticos que aumenta los niveles de esta enzima.
Como parte de la afectación del linfoma, se encuentra el desequilibrio en la función hepática. Esto provoca la alteración de los valores de la fosfatasa alcalina.
Sin embargo, este es un hallazgo de laboratorio que empieza a notarse en los estadios avanzados de la enfermedad. Por lo tanto, implica que es un signo de gravedad cuando se está en fases severas de esta condición.
Otros de los tumores que son productores de fosfatasa alcalina son los cánceres de:
- Pulmón.
- Ovario.
- Próstata.
- Faringe.
- Testículos.
- También las leucemias, que vienen dadas desde líneas similares al linfoma.
4. Embarazo
A partir del tercer trimestre, la placenta en la madre es un elemento productor de la enzima fosfatasa alcalina. Esto influye en los valores generales maternos y los aumenta por encima del rango normal, hasta llegar incluso de 140 a 250 UI/L.
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No obstante, como es una condición fisiológica, este incremento de la enzima no es motivo de alarma si se trata desde un principio, ya que suele desaparecer tras el parto, según afirma esta investigación realizada por el Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid). En este caso es una sustancia requerida para la síntesis de proteínas, y la calcificación de los huesos y de los cartílagos en el feto.
El problema sería si después del nacimiento los niveles de la enzima persisten en esos rangos elevados. Entonces es cuando habría que buscar qué otra causa lo debe provocar.
5. Medicamentos específicos
Muchos de los medicamentos que se indican, incluso para enfermedades del día a día, tienen la característica de ir elevando la enzima fosfatasa alcalina visible. Dentro de los fármacos que con frecuencia tienen este efecto como parte de su acción se encuentran:
- Antiácidos como la ranitidina.
- Antiepilépticos y anticonvulsivantes como la fenitoína y carbamazepina.
- Antibióticos macrólidos como la eritromicina.
- Antihipertensivos bloqueadores de canales de calcio, como el verapamilo.
Por eso, al visitar al médico cada paciente debe informar acerca de los medicamentos que ingiere. De esta manera se puede prever el aumento de la fosfatasa alcalina y no pensar en posibles enfermedades que puedan estar incrementando tales valores. Esto se logra con una historia clínica adecuada y una buena relación del médico con el paciente.
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