La fruta poco consumida que es rica en vitaminas A, C y E

Abundante en vitaminas A, C y E, esta fruta se destaca por su potencial para mejorar la salud. Te contamos cuáles son los beneficios del albaricoque.
La fruta poco consumida que es rica en vitaminas A, C y E
Maria Patricia Pinero Corredor

Revisado y aprobado por la nutricionista Maria Patricia Pinero Corredor.

Última actualización: 22 agosto, 2023

Una fruta que llama la atención por ser rica en vitaminas A, C y E es el albaricoque. De nombre científico Prunus armeniaca,  es parte de la familia de las rosáceas, misma de la cual hace parte el melocotón y la nectarina. Tiene un color que varía de amarillo pálido a anaranjado, con algunas sombras rojas.

Su sabor es ácido —semejante al de las ciruelas moradas— y tiene una pulpa no muy jugosa con textura fibrosa. Pese a su valor nutricional, no tiene tanta popularidad como otras frutas. Aun así, se trata de un alimento saludable, idóneo para cualquier tipo de dieta, cuya ingesta regular se asocia a varios beneficios.

¿Quieres saber más sobre sus propiedades y formas de consumo? En el siguiente espacio te contamos todos los detalles sobre sus nutrientes, sus efectos potenciales para la salud y cómo puedes incorporarlo en tu dieta.

Albaricoque: una fruta rica en vitaminas A, C y E

El albaricoque también se conoce como ciruela armenia. Tiene una apariencia similar a la del melocotón, pero es más pequeño.

Se compone de hasta un 86 % de agua; sin embargo, también contiene importantes nutrientes, como las vitaminas A, C y E, la fibra dietética, la proteína y algunos minerales.

Para ser más exactos, y según cita la base de datos Nutritional Values, una porción de 155 gramos (1 taza) aporta lo siguiente:

  • 17 % de los requerimientos diarios de vitamina A.
  • 17 % de los requerimientos de vitamina C.
  • 9 % de los requerimientos de vitamina E.
  • 4 % de los requerimientos de proteína.
  • 11 % de los requerimientos de fibra.

Asimismo, hace un ligero aporte de minerales como el hierro, el selenio, el potasio, el fósforo, el magnesio y el calcio.  Esto, sumado a otros compuestos bioactivos como los polifenoles, la luteína y la zeaxantina, hacen de esta fruta una aliada para cuidar la salud, en todas sus variedades.



Tipos de albaricoques

Muy pocas personas consumen esta fruta porque no conocen sus propiedades y no es tan popular como los melocotones. Lo cierto es que hay varios tipos y cada vez es más común encontrarlos en el mercado. Los más conocidos son los siguientes:

  • Bulida: son de tamaño medio y tienen un intenso color naranja con vetas rojas. Su pulpa es firme, de color amarillo intenso.
  • Canino: tiene una cáscara de tonalidad amarilla crema y su tamaño varía de medio a grande. Su pulpa es más aromática que la de la variedad anterior.
  • Currot: tienen una corteza más rosácea que naranja. Su sabor es más ácido y son más pequeños.
  • Galta roja: es jugoso, tiene un aroma intenso y un sabor dulce. Su color es anaranjado y varía entre tamaños pequeños y medianos.
  • Moniquí: pueden ser redondos o semiovalados. Es un poco más grande y su piel es satinada, de color amarillo o naranja pálido.
  • Nancy: son grandes, esféricos y de una tonalidad casi dorada con vetas rojas. Su pulpa es más ácida.
  • Paviot: es una variedad que mide entre 8 y 9 centímetros. Tiene un tono amarillo crema y una pulpa anaranjada.

¿Cuáles son sus beneficios potenciales?

Por su calidad nutricional, no es extraño que el consumo de albaricoque se asocie a efectos positivos para la salud. Eso sí, siempre y cuando su consumo se haga en el marco de una dieta saludable y variada. Veamos.

Ayuda a combatir el estrés oxidativo

Una de las principales cualidades de la fruta es que es abundante en compuestos antioxidantes, como los flavonoides y las vitaminas A, C, y E. Debido a esto, su consumo contribuye a inhibir los efectos negativos de los radicales libres, moléculas asociadas al estrés oxidativo y a un mayor riesgo de enfermedades crónicas.

Para ser más precisos, incluirlos en la dieta puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, trastornos neurodegenerativos, diabetes tipo 2, cáncer y envejecimiento prematuro.

Favorece la salud ocular

Hay varias razones por las que el albaricoque se asocia de forma positiva a la salud ocular. En primer lugar, su rico aporte de vitamina A, un grupo de retinoles solubles en grasa que han demostrado incidir en la salud de la córnea y de las membranas conjuntivales.

Además, en conjunto con las vitaminas C y E, ayuda a reducir el riesgo de cataratas, la pérdida de agudeza visual y la degeneración macular asociada con la edad. La luteína y la zeaxantina también ayudan en estos efectos.

Apoya el proceso de digestión

Además de ser rica en vitaminas A, C y E, el albaricoque es una fruta que proporciona fibra dietética. De hecho, se estima que su total de fibra está compuesto tanto por fibra soluble como por insoluble.

Por ello, su consumo estimula el crecimiento de bacterias saludables en el intestino, disminuye la hinchazón y favorece el alivio del estreñimiento.

Ayuda al cuidado de la piel

El potencial antioxidante del albaricoque beneficia de forma significativa a la salud de la piel. Tanto la vitamina E como la vitamina C ayudan a proteger la piel frente a los efectos negativos de los rayos ultravioleta, la contaminación y el humo del cigarrillo.

Estos nutrientes minimizan la aparición de arrugas y contribuyen con una óptima producción de colágeno. Además, antioxidantes como el betacaroteno brindan un efecto protector contra las quemaduras y las manchas solares.

Según WebMD, un beneficio adicional es que ayuda a hidratar la piel debido a su alto contenido de agua. Y aunque estos efectos se obtienen principalmente con su consumo, también es seguro usarlo de forma tópica a modo de mascarilla.



Aporta potasio

Se estima que una porción de 71 gramos de albaricoque aporta alrededor de 181 mg de potasio, es decir, el 4 % de las necesidades diarias. Hacemos hincapié en esta cualidad, ya que este mineral es clave para las transmisiones nerviosas, el control de las contracciones musculares, el equilibrio de líquidos y la salud cardíaca.

Consejos para el consumo de albaricoque

Los albaricoques tienen un sabor muy agradable que varía de dulce a ácido. Por eso, muchos prefieren consumirlos en su forma natural. No es necesario quitarles la piel, aunque esto depende de las preferencias personales.

Ahora bien, no hay que ignorar que es una fruta muy versátil en la cocina. Se puede incorporar en una amplia variedad de recetas, como las siguientes:

  • Tartas.
  • Batidos.
  • Salmorejos.
  • Macedonias.
  • Galletas y panes.
  • Mermeladas.
  • Postres.
  • Jaleas.

Al momento de adquirir albaricoques, procura que estén maduros, con una piel lisa y una pulpa firme. El color suele ser amarillo o anaranjado. Una vez los adquieras, puedes dejarlos a temperatura ambiente por dos o tres días.

Si piensas consumirlos después de este tiempo, almacénalos en la parte baja del refrigerador, sin apilarlos. Así, suelen durar de 8 a 10 días. Si quieres conservarlos por más tiempo, puedes desecarlos o prepararlos en almíbar.

¿Te animas a probar esta fruta?

El albaricoque es una fruta rica en vitaminas, fibra dietética, minerales y compuestos antioxidantes que benefician la salud. No son tan populares como sus primos, los melocotones, pero tienen características similares en cuanto a sabor, color y nutrientes. ¿Lo mejor? Puedes incluirlos de muchas formas en tu dieta.


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