Mi hijo tiene miedo a estar solo

El miedo forma parte de nuestra vida y muchas veces nos permite actuar con cautela y precaución. Sin embargo, el miedo en los niños suele ser un tema que debes tratar con especial atención para que los temores de tu hijo no se apoderen de él.
Mi hijo tiene miedo a estar solo
Bernardo Peña

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña.

Escrito por Bernardo Peña

Última actualización: 25 mayo, 2023

Si tu hijo tiene miedo a estar solo, no es recomendable desestimar sus sentimientos y preocupaciones. El temor que siente, sea producto de algo real o imaginario, puede desencadenar emociones que terminen desequilibrando su vida y, en consecuencia, la tuya también.

El miedo es una sensación desagradable que suele ser generada por una percepción de peligro. Esa percepción surge ante un riesgo o amenaza verdadero o ficticio, y quien lo sufre puede sentirse paralizado e incapaz de reaccionar.

Los niños pequeños pueden verse envueltos fácilmente por esta sensación de angustia y temor debido a la gran imaginación que suelen tener. Por lo tanto, si tu hijo te manifiesta sus temores ante la posibilidad de estar solo, lo mejor es ahondar en sus reacciones ante lo que le produce la angustia.

¿A qué le temen los niños?

Los miedos que manifiestan la mayoría de los niños suelen ser el mismo tipo de temores que han presentado los infantes desde hace décadas.

El miedo a la oscuridad, a los animales, a lugares desconocidos o cerrados, a estar con personas extrañas, a los truenos o a las tormentas son solo algunos de los temores infantiles más conocidos.

Y es que, por mucho que nuestra sociedad y nuestra técnica avancen, no podemos emanciparnos del inconsciente colectivo de nuestra especie.

Esto es, el cúmulo de experiencias y aprendizajes que hemos ido recopilando a través de cientos de generaciones y miles de años. Sin embargo, llega un momento en la vida de una persona en la que debe enfrentarlo.

Niña miedo a la oscuridad
  • Entre los 2 y 5 años de edad tu hijo puede sentir miedo o ansiedad ante los ruidos fuertes, a estar alejado de sus padres y a la oscuridad. En estas edades suele incrementarse la ansiedad ante la oscuridad. Además, aparece el temor por las personas disfrazadas.
  • Entre los 6 y 8 años pueden comenzar a sentir miedo por los seres imaginarios como fantasmas, brujas, monstruos o extraterrestres. Así como también surge el miedo a la soledad.
  • Hacia los 13 años aproximadamente aparece el miedo al daño físico, a las relaciones con sus padres y a la muerte.

¿Qué hacer si tu hijo tiene miedo a estar solo?

Por lo general, hay ciertas cosas que podemos hacer como padres cuando el hijo tiene miedo. Sin embargo, si se torna un problema que le afecta a su vida diaria, lo mejor será consultar con un psicólogo o psiquiatra.

Si tu hijo tiene miedo, no le obligues a estar solo

Afrontar su temor a la soledad es algo que debe irse dando de manera progresiva. Forzar la situación cuando el niño no está preparado hará que surjan en él otras fobias.

Usar expresiones como “son imaginaciones tuyas” o “pareces un bebé, cuantas veces debo decirte que no hay nadie” no harán que tu hijo se sienta mejor.

Es importante respetar sus límites ante situaciones que le resulten estresantes y darle tiempo para que madure y entienda que no sucederá nada malo.

Tratarlo con amor y respeto. Comprender que cuando tu hijo tiene miedo a estar solo se encuentra en un proceso evolutivo completamente normal.

Ahonda en sus temores

Es preciso indagar profundamente sobre su miedo a estar solo. Pregúntale qué cree que puede pasarle sí está solo. Lo mejor es buscar la raíz del problema sin juzgarle o enojarse.

Tampoco es sano que te burles de sus temores. Escúchale con atención cuando te cuente lo que piensa y siente.

 

Quizás crea que no vas a estar allí para ayudarle si algo le ocurre. Intenta encontrar cuál es el origen de sus temores para así brindarle el apoyo que necesita.

Implementa estrategias asertivas

Si el miedo surge al momento de irse a dormir, puedes establecer una rutina para llevarlo a la cama. Esta práctica puede ayudarle a aumentar su confianza al conocer lo que hará desde que inicia la hora de dormir hasta quedarse dormido. Una rutina sencilla y habitual es bañarlo, cenar, contarle un cuento y acostarle.

Cuando el pequeño aprende a dormirse solo, no sentirá miedo al despertarse a medianoche y no ver a nadie con él. Adquiere el hábito de dormirlo en su cuna desde pequeño para que se acostumbre a su propio lugar de descanso.

Prueba a dejarle en compañía de un peluche o su muñeco favorito. La sensación de dormir abrazado a algo, como una almohada, le confortará ante tu ausencia.

Si el miedo es a la oscuridad, puedes dejarle una luz indirecta o la puerta entre abierta para que sienta que si te llama, podrás escucharle y acudir en su ayuda.

Nunca le saques de la cama ante una crisis, por muy fuerte que sea el llanto. Tómale de la mano, invéntate alguna historia que le distraiga un poco o cántale una canción. Procura quedarte con él hasta que se calme y retorne el sueño.

Si tu hijo tiene miedo, hazle saber que siempre estarás allí para él

Contar historias para vencer el miedo.

Cuando tu hijo tiene miedo a estar solo, resulta vital que comprenda que estarás allí para cuidarlo y protegerle. Prueba a dejarle jugar solo o que haga sus deberes escolares sin tu compañía.

 

Al principio puedes hablarle desde otra habitación, hacer algún ruido o cantar para que él sepa que andas cerca. Esto reforzará su confianza al saber que si te llama o te necesita podrás acudir con prontitud.

El miedo en la infancia

Sentir miedo durante la infancia es bastante común y, en algunos casos, hasta saludable. Y es que el temor brinda precaución en el niño y evita que corra riesgos innecesarios. No obstante, si la situación comienza a salirse de control, es momento de buscar apoyo profesional.

El miedo desproporcionado puede generar en el pequeño síntomas desagradables como náuseas, mareo, malestar estomacal y fiebre. Si tu hijo tiene miedo y reacciona de una manera que consideras excesiva causándote preocupación, consultar la opinión de un experto es lo más razonable.


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