Receta para elaborar una leche evaporada casera
La leche evaporada ha tenido momentos de mucha notoriedad en un gran número de hogares. Se trata de un tipo de leche parcialmente deshidratada, con una consistencia líquida parecida a la nata para cocinar. Su textura es densa y cremosa, de color tostado y un sabor dulce. Se suele emplear en la elaboración de postres a los que aporta matices únicos.
Aunque es bastante fácil encontrarla en el supermercado, también es posible hacerla en casa. ¿Te animas prepararla con nosotros? Te contamos el paso a paso detallado, todos los secretos y cómo puedes usarla cuando ya la tengas a punto.
¿Cómo hacerla en casa?
La leche evaporada es un producto que se suele comprar, aunque también la podemos elaborar nosotros mismos. Se trata de un proceso muy sencillo en el que solo necesitamos un ingrediente y un poco de tiempo.
Ingrediente (para unos 400 mililitros de producto final)
- 1 litro de leche entera
Utensilios
- Cacerola alta y ancha
- Varillas
- Colador
- Tarro con cierre hermético (preferiblemente de cristal)
Preparación
- Dificultad: baja
- Tiempo de elaboración estimado: entre 1 y 1:15 horas.
- Colocamos la leche en la cacerola y la ponemos a fuego medio.
- Cuando esté a punto de ebullición, bajamos el fuego y lo dejamos a esta temperatura de manera constante hasta que se evapore el 60 % del líquido. En general, suele estar listo en unos 60-75 minutos.
- Durante el proceso, la leche no tiene que llegar a hervir nunca y tenemos que remover de vez en cuando para retirar la capa que se forma en la superficie (aunque también se puede hacer al final).
- Cuando tenga la textura exacta, la retiramos del fuego y la dejamos enfriar un poco.
- Acto seguido, la pasamos por un colador muy fino, la envasamos en un tarro de cristal con cierre hermético y la conservamos en la nevera (máximo una semana).
En este momento la leche evaporada ya se puede consumir y no necesita ningún otro procesamiento. Dependiendo del uso que le vayamos a dar, la podemos endulzar al gusto o «saborizarla» con un poco de canela o vainilla.
Datos de interés sobre el proceso
Para esta preparación podemos usar leche semidesnatada, aunque la leche entera es la que ofrece mejor consistencia y sabor. Es importante elegir un producto de calidad, porque al ser el único ingrediente, el resultado final depende completamente de él. Además, también podemos usar leches de cabra, de oveja o bebida vegetal.
La leche evaporada tiene una consistencia determinada porque pierde el 60 % del líquido. Pero, al hacerla en casa, podemos hacer pequeñas variaciones. Si queremos una leche más espesa, la dejamos unos minutos más al fuego. Por otro lado, podemos obtener una especie de crema batida si la montamos unos minutos con unas varillas.
En cuanto a los utensilios, debemos tener en cuenta los siguientes detalles:
- El cazo tiene que ser alto, para que la leche no sobresalga.
- El colador puede ser uno de cocina muy fino, una malla de colar café o una bolsa para hacer bebidas vegetales caseras.
- La leche evaporada también se puede hacer con la Thermomix®. En los últimos modelos, basta con poner la leche en el recipiente y dejarlo 30 minutos a velocidad 5 con temperatura varoma.
Usos habituales de la leche evaporada
En un inicio, esta preparación estaba pensada para rehidratarla con agua y beberla en lugar de la leche fresca. Con el paso de los años, se descubrieron otras aplicaciones en la cocina, debido a su textura y sabor especiales. Hoy en día tenemos varias formas de emplearla, ya sea tanto en platos salados como dulces:
- En sustitución de la nata para cocinar. Puedes utilizarla en elaboraciones como purés de verduras, salsas con crema de leche, quiche de jamón y queso y curris de todo tipo.
- En la elaboración de algunos postres en lugar de leche. Puedes preparar natillas variadas, tarta de manzana, bizcochos y flanes. En este caso, obtenemos un postre con una textura más cremosa y densa de lo habitual.
- En lugar de la leche condensada. Cuando no queremos un resultado final tan dulce, la leche evaporada es ideal.
- Para preparaciones sencillas en las que solemos emplear leche o bebida vegetal. Café con leche, batidos de frutas, leche con cacao y gachas de avena (entre otros).
La leche evaporada se distingue de la nata porque tiene un porcentaje más bajo de grasa (unos 4 gramos por 100 gramos de producto frente a los 15-20 gramos de la nata). Por esta razón, al sustituirlas obtenemos platos más ligeros y con texturas más líquidas.
Además, es interesante resaltar que tampoco es lo mismo que la leche condensada. Esta última se elabora con azúcar añadido, que le confiere su característico sabor dulce.
La leche evaporada es fácil de hacer y aporta un sabor y una textura nueva a los platos
Tanto si ya la conocías como si no, seguro que te han entrado ganas de hacer leche evaporada y probar algunas de sus aplicaciones. Cuando ya lo tengas, le puedes empezar a dar tu toque personal y, quizás, no quieras volver a usar otro tipo de lácteos en tus postres y recetas.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.