¿Cómo limpiar y cuidar los retenedores dentales?
Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa
En la última etapa de la ortodoncia —cuando ya se han quitado los brackets de la boca— empieza el período de retención. Saber cómo limpiar y cuidar los retenedores dentales es fundamental para que estos aditamentos cumplan su propósito sin deteriorarse.
Su uso dentro de la boca contra las piezas dentarias propicia la acumulación de placa bacteriana sobre ellos. Asimismo, al quitarlos y guardarlos fuera de la cavidad oral, el contacto con el exterior puede ensuciarlos o dañarlos.
Por este motivo, se debe prestar especial atención al mantenimiento de estos aparatos. No darles un trato adecuado puede conducir a problemas de salud. Incluso, a veces deriva en el fracaso del tratamiento de ortodoncia. ¿Qué hay que tener en cuenta?
¿Qué son los retenedores dentales?
Después de haber llevado aparatos por un buen tiempo, y de haber reposicionado las piezas dentarias en su lugar adecuado, es necesario preservar estos logros en la sonrisa. Por ello, inicia la fase del tratamiento llamada «retención» o «contención».
En este punto, se utilizan retenedores dentales. Se trata de aparatos bucales que se colocan en la boca por un tiempo para mantener la mordida lograda en la fase previa. Si bien esta última ha sido alineada con la ortodoncia, puede cambiar con el tiempo. De hecho, a veces vuelve a la posición anterior al tratamiento.
El fin de los retenedores es ayudar a que los músculos y los tejidos de la boca se adapten a la nueva alineación dentaria. Así, evitan que los dientes se muevan de manera indeseada o vuelvan a su posición original.
Tipos de retenedores dentales
Antes de entrar en detalle sobre cómo debes limpiar y cuidar los retenedores dentales, has de saber que existen dos grandes grupos de estos aparatos, los fijos y los removibles. En función de esta característica será su mantenimiento. El ortodoncista será el encargado de elegir cuál variedad utilizar.
Retenedores dentales fijos
Estos aparatos dan una contención permanente en los dientes y el paciente no se los puede sacar. Se coloca un alambre que se fija con resina a la parte posterior de los elementos dentarios. Por este motivo, son casi imperceptibles.
En general, se usan de canino a canino para mantener en posición a los incisivos inferiores o luego de tratamientos de diastemas. También para mantener el lugar luego de una extracción, mientras se espera para colocar un implante.
El paciente no suele presentar inconvenientes para hablar o comer una vez que se ha acostumbrado a su presencia en la boca. Aún así, es necesario limpiar y cuidar muy bien este tipo de retenedores dentales, ya que acumulan bacterias y restos de comida.
Retenedores removibles
Estos retenedores pueden ponerse y sacarse con facilidad. Según el caso, el ortodoncista indicará las horas de uso. A menudo, se emplean durante todo el día los primeros meses y luego solo por la noche.
Se deben quitar para comer y para higienizarse los dientes. El éxito del tratamiento depende de que el paciente los utilice con constancia y responsabilidad, de acuerdo a las indicaciones del dentista.
Existen varias opciones. Los más usados son los siguientes:
- Férulas transparentes: son bandejas de plástico transparente que se colocan sobre los dientes. Se confeccionan para cada paciente y son estéticos.
- Retenedores de metal: son una placa de acrílico que se apoya en el paladar, y arcos y ganchos de metal que se apoyan sobre los dientes. Los más usados se denominan «placas Hawley».
Maneras de limpiar y cuidar los retenedores dentales
Como ya lo adelantamos, el mantenimiento de los retenedores dentales varía según el tipo de aparato. Así pues, el primer paso a la hora de cuidar el aditamento es reconocer de cuál se trata. Una vez hecho esto, vale la pena aplicar los siguientes consejos.
¿Cómo cuidar tu retenedor fijo?
El mantenimiento de este tipo de retenedores adheridos a los dientes es parte de la rutina de cuidado bucal, pues esto también favorece la salud bucodental.
- Es fundamental realizar un exhaustivo cepillado dental y usar hilo entre los dientes para mantener el aparato limpio. En los alambres y el material de adhesión al diente es fácil que se acumulen bacterias y restos de comida que se deben eliminar.
- El cepillado dental debe realizarse luego de cada comida. Para ello, hay que pasar un cepillo de cerdas suaves, combinando movimientos circulares y de barrido desde la encía hasta el diente.
- Los movimientos deben ser precisos y suaves para evitar dañar o despegar el aparato. Es recomendable el uso de pastas dentales con flúor para la prevención de las caries.
La utilización del hilo dental puede resultar difícil al principio, pero con práctica y constancia es posible dominar la técnica. A veces, la limpieza de la zona entre los dientes resulta más fácil con el uso de cepillos interdentales o irrigadores.
Si hay dificultades con la higiene dental, es oportuno pedir ayuda al ortodoncista. El profesional facilita estrategias y consejos para mantener la salud bucodental y el aparato en óptimas condiciones.
¿Cómo cuidar los retenedores dentales removibles?
Tanto los retenedores dentales metálicos tipo Hawley como las férulas de plástico transparente se pueden sacar de la boca para su limpieza diaria. Lo ideal es tomarse un momento del día para realizar una higiene profunda del aparato.
De todos modos, al retirarlo para comer también es recomendable enjuagarlo y cepillarlo con agua tibia. Además, es necesario cepillarse los dientes después de la alimentación, antes de volver a colocarse el retenedor.
- Su limpieza se debe realizar tan pronto como se retira de la boca, mientras sigue húmedo. Esto evita que los residuos presentes se endurezcan y hagan más tediosa la higiene.
- En el momento de la limpieza más profunda, se recomienda utilizar un cepillo dental suave para este fin (no el mismo que se lleva a la boca) o uno especial para limpiar dentaduras postizas. La higiene se realiza mezclando agua tibia con jabón neutro.
- Se ha de frotar suavemente el cepillo sobre el aparato para eliminar los residuos. Usar un bastoncillo de algodón puede ser de utilidad para acceder a ranuras y fosas más profundas.
- Hay que evitar el uso de pasta dental para limpiar los retenedores dentales, ya que sus componentes abrasivos pueden rayar su estructura y quitarles transparencia.
Otras recomendaciones para cuidar los retenedores removibles
1. Ser cuidadosos al retirarlos
Si bien la estructura de los aparatos es rígida y resistente, hay que tener cuidado al quitarlos y ponerlos para no romperlos. Se debe hacer con las manos limpias y con movimientos suaves. Asimismo, es conveniente alternar el sitio desde donde se retira para no hacer fuerza siempre del mismo lado.
2. Guardar los retenedores de manera adecuada
Cuando los retenedores se retiran de la boca para comer, o cuando no es necesario usarlos, se deben guardar en su caja rígida. Al estar en su contenedor es menos probable que sufran accidentes, que se los lleve la mascota o que se pierdan.
Ahora bien, su carcasa de almacenamiento ha de limpiarse al menos una vez al día. Para esto, hay que frotar todas sus paredes con agua tibia y jabón. Luego, se enjuaga y se seca bien.
3. Limpieza con soluciones especiales
Cada cierto tiempo, sobre todo en el caso de las férulas de plástico, es conveniente remojar el aparato en limpiadores de dentaduras postizas. Las mismas se comercializan en farmacias y son fáciles de usar.
Se trata de tabletas efervescentes que se mezclan con agua tibia. Se deja el aparato sumergido por el tiempo indicado por el fabricante para que se eliminen las impurezas más profundas. La acción de las burbujas lo limpiarán sin dañarlo.
Según un estudio, este método no reduce más microorganismos que los que se eliminan con el cepillado mecánico. Pese a esto, es de utilidad para la reducción de bacterias del tipo cocos. Se recomienda usarlas cada una o dos semanas, y no por mucho tiempo. De lo contrario, pueden corroer las piezas que contienen metal.
4. Evitar el calor
Las altas temperaturas pueden modificar la estructura del retenedor, deformarlo y arruinarlo. Por este motivo, es fundamental mantenerlo alejado de fuentes de calor, como las siguientes:
- Agua o líquidos muy calientes.
- Estufas, cocinas y microondas.
- Lavaplatos, lavadoras y secadoras.
Por supuesto, a la hora de realizar la limpieza, se debe realizar con agua tibia —no muy caliente— para evitar daños.
5. No usar productos químicos
No es necesario usar limpiadores fuertes para mantener la limpieza de los retenedores. El uso de sustancias muy abrasivas puede dañarlos, rayar su superficie o quitarles brillo y transparencia.
Tampoco se deben usar pastas dentales o enjuagues bucales con alcohol. Estos productos terminan deteriorando sus materiales. Otros productos domésticos, como el vinagre o el bicarbonato de sodio, no son del todo recomendables.
6. Asistir a controles odontológicos periódicos
Los controles periódicos con el ortodoncista son determinantes para asegurarse del buen funcionamiento del retenedor. El profesional, además de cerciorarse de que la oclusión no se haya afectado, revisará las condiciones del elemento.
Muchas veces es necesario hacer un reemplazo del mismo. Esto puede ser porque el material se desgasta o porque el aparato ya no ajusta lo suficiente. Las citas suelen sugerirse a los 3, 6 y 12 meses después de haber finalizado la ortodoncia. Pero si se nota que el retenedor ya no se adapta o está muy manchado o deteriorado, es conveniente acudir de inmediato al dentista.
¿Qué pasa si no limpias tu retenedor?
La cavidad bucal está constantemente húmeda y en presencia de alimentos y bacterias que son parte del medio oral. El retenedor bucal, al ser parte de esta situación, puede acumular gérmenes y residuos.
Por este motivo, al no limpiar y cuidar los retenedores dentales de manera adecuada, su deterioro es inevitable. El aparato cambiará de color, tendrá un olor desagradable y un sabor extraño. Además, su estructura se puede dañar y pueden dejar de cumplir su función. En consecuencia, resulta afectado el éxito del tratamiento ortodóncico.
Debes saber que los retenedores dentales pueden albergar bacterias peligrosas, como Streptococcus, Lactobacillus y Veillonella. Aunque muchos de estos microorganismos se encuentran normalmente en la boca, si se acumulan demasiado pueden causar enfermedades.
También puede desarrollarse Candida albicans. Se trata de un hongo perjudicial presente en la cavidad bucal, pero que si se acumula en el aparato causa una infección.
Dichos gérmenes no suponen una gran amenaza para personas con un sistema inmunitario saludable. No obstante, para los pacientes con las defensas comprometidas pueden significar un riesgo.
Si al usar retenedores dentales aparece algún enrojecimiento, hinchazón u otro síntoma preocupante en la boca, es pertinente informarlo de inmediato al médico.
Cuidado responsable
Luego de la ortodoncia, los dientes tienden a volver a su posición original; la que tenían antes de usar los aparatos. Por lo tanto, es necesario emplear retenedores dentales hasta que los tejidos se estabilicen.
Su utilización es fundamental para que los resultados obtenidos con el tratamiento de ortodoncia se mantengan en el tiempo. Dada su importancia, limpiarlos y cuidarlos con responsabilidad garantiza que duren el mayor tiempo posible y realicen su función de manera correcta, sin perderse, romperse o deteriorarse.
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