Logo image
Logo image

Los 15 mejores diuréticos naturales

10 minutos
La retención de líquidos leve puede mejorar con algunas medidas dietéticas, como dar prioridad a algunas frutas y verduras frescas.
Los 15 mejores diuréticos naturales
Maria Patricia Pinero Corredor

Revisado y aprobado por la nutricionista Maria Patricia Pinero Corredor

Escrito por Yamila Papa Pintor
Última actualización: 11 marzo, 2024

Los diuréticos naturales se han convertido en una excelente opción para algunos pacientes que sufren retención de líquidos. Se trata, en su mayoría, de frutas y verduras ricas en agua y sales minerales, que contribuyen a un buen balance hídrico.

Conocemos algunas de las más destacadas, cómo introducirlas en el marco de una dieta saludable y variada y otros aspectos importantes a tener en cuenta.

¿Qué es la retención de líquidos?

Lo que de forma común conocemos como retención de líquidos es, en la nomenclatura médica, un edema. Se trata de la acumulación de líquido en los tejidos. Las zonas más afectadas suelen ser los tobillos, las piernas y la parte abdominal.

En esta situación, puede aparecer hinchazón en el vientre, pesadez en las piernas o piel estirada (entre otros signos característicos). En muchas ocasiones, puede estar causada por motivos pasajeros o determinados hábitos de vida:

  • Embarazo.
  • Vida sedentaria.
  • Síndrome premenstrual.
  • Dieta con alto contenido de sodio.
  • Uso de determinados medicamentos.
  • Permanencia continuada en la misma posición.

No obstante, también existen motivos más preocupantes que pueden provocar un edema. Su aparición puede indicar la existencia de una enfermedad cardíaca o renal, daño hepático o debilidad en las venas de las piernas (por citar algunas). Es por este motivo por el que, ante cualquier señal de alarma, es imprescindible contactar con un equipo médico.

Los casos leves se suelen solucionar con la aplicación de medidas de cuidado caseras. Los medicamentos diuréticos se prescriben en situaciones más graves, en las que se busca también solucionar la raíz del problema.

Qué comer y beber para mejorar la retención de líquidos

La medida dietética más importante cuando aparece este problema es reducir la ingesta de sal y de productos con gran contenido en sodio. Para ello, es imprescindible basar la dieta en alimentos frescos, como las frutas y las verduras (entre otros).

Por otro lado, algunas bebidas y plantas medicinales pueden tener la capacidad de aumentar la diuresis y favorecer la eliminación de líquidos. Aunque, como veremos, es conveniente tomarlas con precaución:

Frutas

La mayoría de frutas están compuestas por un porcentaje elevado de agua, lo que es positivo para la retención de líquidos. Además, muchas de ellas contienen electrolitos interesantes para equilibrar el sodio, como magnesio, potasio y calcio.

1. Sandía

Para muchos, la sandía se encuentra entre los diuréticos naturales favoritos del verano. Este momento es su mejor época y ayuda a refrescar y calmar la sed, puesto que un 95 % de su peso es agua.

Es perfecta para comer como tentempié, ya sea en casa como en las salidas a la playa y la montaña. Pero también se puede introducir en otros platos, como algunas ensaladas veraniegas o gazpachos deliciosos.

2. Pera

La pera suele ser muy valorada por los beneficios de la fibra, pero también es una de las frutas que contiene más agua. Además, es asequible y sus distintas variedades se encuentran en el mercado durante todo el año.

3. Frutos rojos

Jugosos y sabrosos, podemos incorporar frutos rojos en la dieta para mejorar este problema. Puede ser cualquiera de los que solemos englobar en este grupo: fresas, moras, arándanos o frambuesas.

Más allá de comerlos solos, son perfectos para acompañar un yogur, unas gachas de avena matutinas o incluso sobre unas tostadas.

4. Naranja

El verano inunda el mercado de frutas deliciosas, pero el invierno también tiene interesantes alimentos que nos ayudan a mitigar la retención de líquidos.

La naranja se puede incluir en el desayuno o como postre de una comida. Aunque el zumo tiene sus propiedades positivas, mucho mejor si es entera. Para darle un toque diferente de sabor, sugerimos macerarla en especias como el clavo de olor, la canela o el anís estrellado.

5. Uvas negras

Aunque tienen un porcentaje de agua menor y más azúcares, son interesantes por su contenido en polifenoles. Algunos de estos compuestos, como el resveratrol de las uvas, tienen la capacidad de fortalecer los capilares sanguíneos (cuyo debilitamiento puede estar relacionado con la incidencia de edemas).

Las uvas son muy cómodas para comer como snack, sobre todo cuando se necesita un poco más de energía. También las podemos incluir en platos dulces y salados: ensaladas variadas, platos de arroz, macedonias o batidos.

Verduras

Estas no se quedan atrás frente a las frutas. En realidad, ambos grupos comparten beneficios, debido al porcentaje de agua y la presencia destacada de algunos minerales.

Para hacer un consumo adecuado, es recomendable incorporar un buen plato de verduras en el almuerzo y la cena. Además, las preparaciones sencillas (vapor, ensaladas, sopas, salteados o asados) son siempre las más adecuadas.

6. Tomate

Entre los vegetales que actúan como diuréticos naturales nombramos en primer lugar los tomates. Y es que se trata de una de las fuentes destacadas de licopeno, un antioxidante con acción parecida al resveratrol de las uvas.

Este producto tan universal se puede incluir de múltiples formas en el día a día: ensaladas, sopas y tostadas variadas.

7. Pepino

Ligeros y con un alto contenido en agua. Son perfectos para comer en verano y aprovechar, además, sus propiedades refrescantes.

Las opciones son casi ilimitadas: ensalada tabulé, espaguetis de pepino, crema con aguacate o sopa con yogur (entre otras muchas recetas). Además, son un ingrediente estrella para preparar deliciosos batidos diuréticos.

8. Apio

El rey de las sopas y los guisos y otro de los imprescindibles en esta lista. Sus largos tallos son crujientes y con un sabor ligeramente dulzón, que lo convierten en acompañamiento perfecto de muchas ensaladas. Combina bien con manzanas, zanahoria, nueces, huevo duro o aguacate.

Además, por sus características y su consistencia, es perfecto para servirlo junto a algunas «salsas» como el tzatziki, el hummus y el guacamole.

9. Espárragos

Ricos en agua, vitamina C y antioxidantes. Es preferible elegir los verdes, que mantienen todos sus nutrientes y no llevan sal añadida (puesto que no se someten a ningún tipo de conserva).

Aunque su disponibilidad es algo limitada, hay que aprovechar la temporada de primavera para disfrutarlos en todas sus posibilidades. A la plancha o al horno ya son un acompañamiento perfecto para muchos platos. Además, los podemos usar en arroces, cremas, menestras y rellenos de tortillas o quiche.

10. Alcachofa

Los caldos de alcachofa se emplean como remedio casero para la retención de líquidos y la depuración del hígado. Pero, más allá de esta posibilidad no probada, esta verdura es interesante por la presencia de agua y de potasio.

Podemos probarla en sopas y cremas, mezclándola con otras verduras. Asimismo, resulta deliciosa al horno, con gambas y limón o salteada con perejil.

Tan solo hay que tener en cuenta que para algunas personas pueden resultar flatulentas. En estos casos, conviene introducirlas con precaución para no empeorar la sensación de hinchazón abdominal.

11. Lechuga

Muchos de los alimentos que hemos visto se pueden consumir en ensaladas variadas. Y en su base podemos colocar este alimento tan versátil como útil para reducir la hinchazón y el edema. Se puede combinar con otras hojas ricas en agua como los canónigos, la rúcula o las espinacas.

Jugos y bebidas

La hidratación es muy importante cuando se padece retención de líquidos. Esta ha de mantenerse en los niveles adecuados, ni mucha ni poca ingesta. La bebida idónea para este fin es el agua, aunque existen otras opciones (sopas, jugos o infusiones) que nos pueden ayudar.

Según datos de la Academia Nacional de Medicina de Estados Unidos, un hombre sano y de complexión media necesita 13 tazas de agua al día y una mujer 9. Una taza se corresponde con un volumen aproximado de 200 mililitros.

No obstante, se trata de una recomendación general que puede variar según la actividad, las medidas corporales, el clima y el estado de salud. Puesto que el edema puede estar causado por enfermedades más serias, es recomendable hablar con el equipo médico sobre las necesidades hídricas individuales.

Asimismo, hay que tener en cuenta que más o menos el 20 % del aporte total proviene de los alimentos que contienen más agua (y algunos de los cuales acabamos de ver).

12. Sopas

Con el fin de asegurar el aporte de líquido que necesitamos a diario, podemos recurrir también a sopas y caldos variados. Estos son diuréticos naturales por la propia presencia de agua y de vegetales. Se pueden hacer con cebolla, puerro, alcachofa o apio, entre otros.

13. Jugo de arándanos

Aunque quizás es más adecuado para la infección de orina, el jugo de arándano tiene un suave efecto diurético. Así, se puede incluir de vez en cuando, sin hacer un uso excesivo.

14. Té y café

Debido a la presencia de cafeína, tanto el té como el café pueden favorecer la diuresis. Esto suele suceder a partir de determinadas dosis, que suelen ser altas. Pero sus efectos pueden variar en cada individuo.

Así, la mejor recomendación al respecto es hacer un uso moderado. De este modo, se evitan los posibles efectos secundarios adversos. Además, conviene tener en cuenta que pueden no estar indicadas con algunas medicaciones.

15. Infusiones diuréticas

Uno de los remedios caseros más socorridos para la retención de líquidos son algunas infusiones de plantas. Entre las que tienen un efecto positivo se encuentran la cola de caballo, el diente de león, el perejil o las estigmas de maíz.

No obstante, es recomendable asesorase bien antes de usarlas. La acción que tienen en el organismo puede ser contraproducente con el problema de salud que origina el edema. Asimismo, si se están empleando fármacos, pueden existir interacciones.

Medidas complementarias para mejorar la retención de líquidos

Una dieta específica para ayudar a eliminar los líquidos retenidos no existe. Como señalan desde la Fundación Española del Corazón, lo mejor es seguir un patrón saludable en el que se eviten las fuentes de sodio. Para ello, es imprescindible reducir los siguientes productos:

  • ahumados
  • quesos curados
  • platos preparados
  • embutidos y carnes procesadas
  • conservas de pescado y de algunos vegetales
  • galletas saladas, aperitivos y pan con sal añadida

Por otro lado, vamos a dar prioridad a los productos frescos: frutas, verduras, legumbres, pescado, granos integrales o huevos (entre otros). Y, dentro de esta pauta, incluimos los alimentos con mayor efecto diurético.

En paralelo a la alimentación, otras prácticas que pueden contribuir a mejorar el problema son:

  • Mantener una vida activa y evitar el sedentarismo.
  • Elevar la zona hinchada por encima del nivel del corazón.
  • Usar guantes, mangas o medias de compresión en las extremidades afectadas.
  • Realizar masajes en dirección al corazón, para favorecer el movimiento del líquido retenido.

Ahora bien, puesto que el edema puede ser una condición de salud delicada, es imprescindible consultar siempre con un profesional de la salud las medidas más oportunas y adecuadas en cada caso.

Los alimentos diuréticos naturales pueden ayudar a mejorar la retención de líquidos

Las verduras y frutas son ricas en agua y minerales, por lo que muchas de ellas pueden favorecer la diuresis. También existen algunas plantas con esta propiedad, pero se deben ingerir siempre bajo el consejo profesional.

Los alimentos citados son, en general, positivos y en el marco de una dieta saludable y variada no tienen por qué generar efectos perjudiciales.

No obstante, la retención de líquidos puede ser la manifestación de un problema de salud más grave. Así que es imprescindible consultar siempre con los especialistas ante cualquier síntoma y antes de tomar medidas por cuenta propia.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


   

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.