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Los 10 mejores remedios caseros para aliviar el mal aliento o halitosis

10 minutos
Bicarbonato de sodio, hierbas, semillas y aceites esenciales son algunos de los ingredientes naturales para deshacerte del mal aliento. Descubre sus propiedades y cómo utilizarlos.
Los 10 mejores remedios caseros para aliviar el mal aliento o halitosis
Mariel Mendoza

Revisado y aprobado por la médica Mariel Mendoza

Última actualización: 19 septiembre, 2024

Los remedios caseros se han convertido en uno de los complementos más utilizados para combatir el mal aliento o halitosis. Opciones como el bicarbonato de sodio, la manzanilla, el perejil, el zumo de limón, las semillas de hinojo, entre muchos otros, se destacan por sus propiedades antimicrobianas, útiles a la hora de combatir las bacterias que causan el mal olor bucal.

Aunque este síntoma puede tener su origen en hábitos de higiene insuficientes, problemas digestivos, enfermedades orales, tabaquismo o la ingesta de algunos alimentos con olor fuerte, puedes disponer de cualquiera de estas soluciones naturales para refrescar tu aliento y complementar tu rutina de cuidado bucal.

1. Bicarbonato de sodio

El bicarbonato de sodio es uno de los remedios caseros más utilizados para controlar el mal aliento. Aunque la evidencia es limitada, se plantea que su naturaleza alcalina y sus propiedades antimicrobianas pueden neutralizar la acidez de la boca y reducir el crecimiento de bacterias asociadas a este síntoma.

Aunque se prefiere su uso mediante pastas dentales y otros productos comerciales por su potencial para reducir la placa bacteriana y la gingivitis, también puedes prepararlo en casa a modo de enjuague para apoyar la limpieza de la boca.

Ingredientes

Instrucciones

  1. Diluye el bicarbonato de sodio en un vaso de agua tibia.
  2. Toma una pequeña cantidad de la solución y realiza gárgaras de 30 segundos a un minuto.
  3. Escupe el líquido y, si gustas, enjuaga tu boca con agua limpia.

El bicarbonato de sodio en polvo es abrasivo y puede ser contraproducente si tienes las encías inflamadas o sensibilidad dental. Evítalo en estos casos.

2. Hidratación

Por simple que parezca, una óptima hidratación es determinante si de superar la halitosis se trata. Condiciones como la xerostomía, que causa la sequedad de la boca debido a una baja producción de saliva, facilitan el crecimiento de bacterias que causan mal olor.

Si te aqueja este síntoma, procura incrementar el consumo de agua. Ingerir suficiente líquido estimula la salivación y facilita la limpieza natural de la boca. Además, es clave para evitar estados de deshidratación que empeoran este problema.

Instrucciones

  • La cantidad óptima de líquido al día varía de acuerdo a la edad, el nivel de actividad física, el clima o el estado de salud. En general, se recomienda que los hombres consuman 3,7 litros al día y las mujeres 2,7 litros.
  • Además de agua, puedes hidratarte con infusiones, caldos y bebidas con electrolitos.

3. Aceite esencial de árbol de té

El aceite de árbol de té tiene propiedades antimicrobianas que contribuyen a la eliminación de bacterias que causan el mal aliento. Si bien las evidencias de su eficacia contra la halitosis es escasa, su uso en productos de higiene oral como los enjuagues se considera útil para refrescar el aliento.

Ingredientes

  • 5 gotas de aceite esencial de árbol de té
  • 1 vaso de agua tibia (200 mililitros)

Instrucciones

  1. Vierte el aceite esencial de árbol de té en un vaso de agua tibia y mezcla.
  2. En seguida, toma un poco de líquido y realiza gárgaras durante al menos 30 segundos.
  3. Lava la boca con este enjuague 2 veces al día, asegurándote de no ingerir la solución.

4. Manzanilla

En la tradición popular, el agua de manzanilla se ha utilizado como enjuague para cuidar la salud bucal. A día de hoy, cierta evidencia respalda que sus compuestos flavonoides tienen efectos bactericidas y antiinflamatorios, útiles para combatir la placa bacteriana, las caries y la gingivitis, causas comunes de mal aliento.

Aunque no es un tratamiento de primera elección contra estas enfermedades, es un remedio inocuo, ideal para refrescar la boca y complementar los hábitos de limpieza.

Ingredientes

  • 1 cucharada de manzanilla seca (5 gramos)
  • 1 vaso de agua caliente (250 mililitros)

Instrucciones

  1. Vierte la manzanilla seca en un vaso de agua caliente y tapa la bebida.
  2. Deja reposar hasta que se enfríe y cuela.
  3. Utiliza el líquido como último enjuague luego de lavarte los dientes. Realiza gárgaras durante 30 o 40 segundos. Repite su uso 2 o 3 veces al día.

5. Perejil

Masticar unas hojas frescas de perejil suele ser uno de los remedios clásicos para quitar el aliento a cebolla y ajo. Según la literatura popular, los antioxidantes, la clorofila y los aceites esenciales de la planta refrescan en aliento y disminuyen la presencia de bacterias en la boca.

Por ahora, no hay evidencia clínica que respalde estas propiedades. Aun así, se prefiere por ser un remedio accesible, seguro y práctico.

Instrucciones

  • Toma 2 o 3 hojas de perejil frescas y mastícalas unos minutos.
  • Realiza este remedio después de comer alimentos con aromas fuertes (especias, ajo, cebolla, etcétera).

6. Vinagre de manzana

El vinagre de manzana diluido en agua es un remedio tradicional para combatir el mal aliento. Aunque sus beneficios contra esta condición carecen de respaldo científico, se cree que funciona al equilibrar el pH de la boca debido a su naturaleza ácida.

Su principal compuesto, el ácido acético, tiene propiedades antimicrobianas que, de manera eventual, ayudan a combatir las bacterias que crecen en la boca. Sin embargo, debe reservarse para uso puntual, solo en pequeñas cantidades diluidas. En exceso o concentraciones altas puede erosionar el esmalte dental y generar más daños que beneficios.

Ingredientes

  • 1 cucharada de vinagre de manzana (10 mililitros)
  • 1 vaso de agua tibia (200 mililitros)

Instrucciones

  1. Diluye la cucharada de vinagre de manzana en el agua tibia.
  2. Con la solución, realiza buches durante 30 o 40 segundos. Luego, escupe. Úsalo como enjuague, una vez al día.

Evita este remedio si tienes una enfermedad oral o problemas de sensibilidad dental.

7. Zumo de limón

La evidencia clínica sobre los beneficios del limón contra la halitosis es escasa. A pesar de esto, su zumo diluido en agua es un remedio popular ampliamente utilizado con este fin. La acidez de este cítrico colabora con la estimulación de la producción de saliva, lo que ayuda a mantener la boca limpia.

Además, los flavonoides le confieren potencial antibacteriano, que resulta útil para reducir la presencia de bacterias orales asociadas al mal olor. Como sea, debe utilizarse con precaución, siempre diluido. El zumo ácido por sí solo, aplicado con frecuencia, puede deteriorar el esmalte dental.

Ingredientes

  • El zumo de medio limón
  • 1 vaso de agua tibia (200 ml)

Instrucciones

  1. Exprime el zumo de medio limón y mézclalo con un vaso de agua tibia.
  2. Realiza gárgaras con el líquido, durante 30 o 40 segundos. Repite el remedio 2 veces al día.

8. Hierbabuena

Cuando el mal aliento está asociado a problemas digestivos, lo que algunos llaman «halitosis estomacal», preparar una infusión de hierbabuena puede ayudar. Esta planta se caracteriza por sus propiedades antiinflamatorias, digestivas y carminativas, útiles para calmar la hinchazón, los gases y el malestar estomacal.

También se le atribuye actividad antibacteriana —sobre todo a su aceite esencial— con potencial para inhibir el crecimiento de bacterias en la boca.

Ingredientes

  • 2 cucharadas de hierbabuena (10 gramos)
  • 1 taza de agua caliente (250 ml)

Instrucciones

  1. Vierte la hierbabuena en una taza de agua caliente, tápala y déjala reposar durante 15 minutos.
  2. Cuando esté tibia, pásala por un colador y consúmela.
  3. De modo opcional, puedes diluir 5 gotas de aceite esencial de hierbabuena en la misma cantidad de agua tibia. Esta solución puedes usarla como último enjuague luego del cepillado. Aplícalo haciendo gárgaras durante 30 segundos.

9. Cardamomo

El cardamomo tiene un aroma agradable y especiado que se aprovecha para refrescar el aliento. Algunos de sus principales componentes, como los aceites esenciales y los flavonoides, le confieren cualidades antibacterianas que pueden contribuir a la eliminación de bacterias que causan mal olor en la boca.

Ingredientes

  • 5 o 6 vainas de cardamomo (entre 2 y 3 gramos)
  • 1 taza de agua caliente (250 mililitros)

Instrucciones

  1. Aplasta las vainas de cardamomo con la parte trasera de una cuchara o en un mortero.
  2. A continuación, viértelas en una taza de agua caliente y deja reposar la bebida alrededor de 10 minutos.
  3. Cuela la infusión y consúmela.
  4. Si lo prefieres, mastica algunas vainas de cardamomo después de comer a modo preventivo.

10. Semillas de hinojo

Mientras que masticar semillas de hinojo después de las comidas puede ayudar a reducir el mal aliento causado por alimentos como el ajo, la cebolla y otros, su infusión se utiliza para casos de halitosis relacionados con malestares digestivos.

Estas tienen potencial para apoyar la digestión al disminuir la inflamación intestinal y la presencia de bacterias que causan gases. Por ahora, la evidencia que apoya su uso como remedio para el mal olor bucal es solo anecdótica. Si decides probarlas, puedes probar con la siguiente receta.

Ingredientes

  • 1 cucharadita de semillas de hinojo (2 o 3 gramos)
  • 1 taza de agua (250 mililitros)

Preparación

  1. Pon a tostar las semillas de hinojo en una sartén, durante uno o dos minutos. Esto permite intensificar su aroma y su sabor.
  2. Luego, pon a hervir la taza de agua.
  3. Cuando llegue a ebullición, agrega las semillas de hinojo tostadas.
  4. Deja reposar la infusión por 5 o 10 minutos y consúmela. Toma hasta 2 tazas al día.

¿Qué más puedes hacer en casa para aliviar el mal aliento o halitosis?

Más importante que probar remedios caseros para aliviar el mal aliento, es priorizar los hábitos de higiene bucal y hacer algunos ajustes en la dieta. En este sentido, asegúrate de poner en práctica los siguientes consejos:

  • Cepíllate todos los días: por lo menos dos veces al día, pero preferiblemente tres. Esto te permite remover los restos de comida que pueden propiciar al crecimiento de bacterias que provocan mal olor.
  • Utiliza hilo dental: para complementar el cepillado, pasa hilo dental entre los dientes. Así eliminas residuos que el cepillo no alcanza.
  • Emplea un limpiador de lengua: aunque no es imprescindible, este accesorio ayuda a barrer bacterias, células muertas y restos de comida que se acumulan en la superficie de la lengua y que pueden influir en el olor indeseado.
  • Mantén una dieta equilibrada: los alimentos que ayudan a mantener una microbiota intestinal saludable pueden ser útiles para reducir la recurrencia del mal aliento. Opciones como los cereales integrales, las frutas abundantes en fibra y agua, los pescados grasos, las nueces, las semillas, el aguacate y el aceite de oliva son ideales cuando te aqueja este síntoma. Por el contrario, es preferible limitar la ingesta de ajo, cebolla y alimentos ricos en azúcares y carbohidratos, al menos hasta superar este problema.
  • Evita el tabaco: los compuestos químicos del tabaco secan la boca y afectan la producción de saliva. Además, muchos de estos se adhieren a los dientes, encías y lengua, creando un ambiente idóneo para el crecimiento de bacterias. Por eso, si quieres acabar con el mal olor bucal, debes evitar por completo el cigarrillo.

Prepara estos remedios y refresca tu boca

Como lo puedes notar, puedes recurrir a varios ingredientes naturales que tienen potencial para refrescar la boca y detener el crecimiento de bacterias. Ya sea que prefieras los enjuagues externos para un alivio momentáneo del mal olor bucal, o las infusiones herbales para calmar molestias digestivas asociadas con este síntoma, son opciones prácticas que puedes hacer en casa en simples pasos.

En cualquier caso, ten presente que estás no abordan como tal la causa subyacente de la halitosis ni sustituyen los hábitos de higiene dental. Si el síntoma es recurrente o severo, lo más conveniente es solicitar atención médica. El profesional, una vez realice el diagnóstico, orientará hacia tratamientos más efectivos, según sea el caso.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.