Micoproteína: nutrientes, beneficios y riesgos
La micoproteína es la proteína que se obtiene a partir de los hongos. Se trata de un posible sustituto a los nutrientes de origen animal, sobre todo debido a su facilidad de producción. Asimismo, se postula como una solución medioambiental que reduce las necesidades de recursos empleados, ya que genera menos residuos.
Entre otras cosas, esta proteína cuenta con la ventaja de poseer todos los aminoácidos esenciales, así como una buena puntuación en cuanto a digestibilidad. Eso sí, de momento no es fácil el acceso a la misma. Hay pocos puntos de producción y apenas está empezando a incluirse en la dieta.
¿Qué es la micoproteína?
La micoproteína es un nutriente que se obtiene a partir de fermentaciones fúngicas en un laboratorio. Se trata de un elemento que cuenta con una buena asimilación y con una alta concentración de fibra.
Es válida para satisfacer los requerimientos proteicos diarios, que se estiman por encima de 0,8 gramos del nutriente/kg de peso/día, según explica un estudio publicado en Annals of Nutrition & Metabolism. Hay que tener en cuenta que estos nutrientes son necesarios para asegurar una buena salud a nivel muscular.
No obstante, es necesario un desarrollo tecnológico para la producción en masa de este nutriente, y para su inclusión en la alimentación como un ingrediente habitual. De momento, se generan cantidades moderadas en entornos controlados, a partir de una combinación de hongos, enzimas y bacterias.
Aún así, se estima que con el paso del tiempo se convertirá en una de las formas prioritarias de proteína, junto con la que procede de los insectos. Ambas son relativamente sencillas de conseguir en lo que a recursos se refiere, y resultan respetuosas con el planeta.
Valor nutricional
En la actualidad, el único producto comercializado que cuenta con micoproteína en su interior presenta el siguiente valor nutricional por cada 100 gramos:
- 86 calorías.
- 2 gramos de carbohidratos.
- 2 gramos de grasas.
- 6 gramos de fibra.
- 11,5 gramos de proteína.
Potenciales beneficios de la micoproteína
El principal beneficio de la micoproteína es su capacidad de cubrir los requerimientos diarios del nutriente, pues asegura el aporte de todos los aminoácidos esenciales. Esto permite mejorar la salud del tejido magro. Por otra parte, en el contexto deportivo podría incrementar la capacidad de recuperación del atleta.
Hay que tener en cuenta que las proteínas son nutrientes esenciales para conseguir restaurar el músculo después de una sesión de trabajo físico, tal y como afirma una investigación publicada en Nutrients. Con ello, se estimulan los procesos de supercompensación que permiten las adaptaciones y las ganancias de fuerza.
Además, la fibra que contiene es capaz de aumentar la sensación de saciedad y, de paso, reducir el riesgo de desequilibrar la dieta hacia un perfil hipercalórico. Como norma general, este nutriente retrasa el vaciado gástrico, lo que impide que el apetito vuelva pronto.
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Riesgos y efectos secundarios
Entre los principales riesgos de la micoproteína está el desarrollo de una alergia al alimento. En este caso, habría que evitar la ingesta de los productos que contengan el nutriente, ya que se podrían experimentar síntomas moderados o graves. Asimismo, cabe la posibilidad de que se produzcan otro tipo de reacciones adversas que generen náuseas, vómitos y diarrea.
De todos modos, la tasa de reacción alérgica a la micoproteína es de momento muy baja. Por este motivo, tampoco supone un gran riesgo a nivel de salud pública. Eso sí, hay que observar como avanza la tasa cuando los productos con el nutriente se vuelvan más habituales en la dieta.
Otras alternativas a la carne
Está claro que la micoproteína es una de las mejores alternativas a la carne debido a su aminograma y a su digestibilidad. Sin embargo, hoy en día existen otros productos en el mercado capaces de incrementar el aporte proteico de la dieta. Entre ellos se destacan los elaborados a partir de proteína de soja, como el tofu.
El seitán, e incluso el tempeh, son otros de los ejemplos que se encuentran de forma regular en el contexto de las dietas veganas. Ambos productos concentran una gran cantidad de nutrientes en su interior, aunque las proteínas que poseen son de bajo valor biológico.
También existe la posibilidad de recurrir a los suplementos de proteínas. La mayor parte están elaboradas a partir de suero de leche o de huevo, pero es posible encontrar opciones que se fabrican por medio de vegetales como los guisantes o la soja.
Micoproteína, una opción para el futuro
De momento, son pocos los productos que tienen micoproteína en su interior. Pese a esto, este nutriente se postula como una buena alternativa a las proteínas de origen animal. No cuenta con desventajas en cuanto a concentración de aminoácidos esenciales o de digestibilidad, por lo que permite cubrir los requerimientos diarios de forma óptima.
Ahora bien, será necesario que la tecnología siga avanzando para conseguir elaborar productos distintos que contengan este nutriente. También para crear plantas de producción extensivas que permitan satisfacer las necesidades poblacionales. No obstante, la opción resulta muy prometedora a largo plazo.
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