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¿Por qué hay más nódulos en la tiroides después de los 40 años?

5 minutos
Se estima que hasta un tercio de la población tendrá nódulos en la tiroides en algún momento de su vida. Conversamos con un experto en el tema para que nos explique cómo detectarlos y tratarlos.
¿Por qué hay más nódulos en la tiroides después de los 40 años?
Leonardo Biolatto

Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto

Última actualización: 15 octubre, 2024

La tiroides es una pequeña glándula ubicada en el cuello, encargada de regular el metabolismo y controlar diversas funciones del organismo. Cuando aparecen trastornos o enfermedades que la afectan, es posible que suframos hipotiroidismo, hipertiroidismo o nódulos. Estos últimos, en particular, se hacen más comunes a medida que aumenta nuestra edad.

Los médicos detectan más nódulos de tiroides en pacientes que superaron los 40 años. En general, se trata de lesiones benignas. Solo un pequeño porcentaje, de alrededor del 3 % al 6 %, evoluciona a cáncer tiroideo.

Para entender más y conocer qué tratamientos hay disponibles, entrevistamos al doctor Pedro Pablo Ortiz Remacha, endocrinólogo y experto en patologías de tiroides. Según su experiencia, «los nódulos tienden a manifestarse a partir de los 40 años porque han tenido suficiente tiempo para crecer y generar síntomas». Pero no son un problema sin solución.

¿Cómo son los nódulos de tiroides?

La glándula tiroides está en la parte anterior del cuello. Solo se puede palpar con la mano, a través de la piel, si está inflamada o si tiene un nódulo que aumente su tamaño. De otro modo, es imperceptible.

«La tiroides tiene dos lóbulos, el derecho y el izquierdo —aclara el especialista—, unidos en su parte media por una zona más pequeña llamada istmo». Diríamos que su forma se asemeja a una mariposa.

Los nódulos pueden formarse en cualquier parte de la glándula. La mayoría de ellos tiene un diámetro menor a 1 centímetro. Sin embargo, a pesar de su tamaño reducido, son capaces de alterar el funcionamiento de la tiroides.

La glándula segrega las hormonas T3 y T4. La segunda se convierte en la primera en función de las necesidades puntuales del cuerpo y ambas se transportan por la sangre, unidas a proteínas. Cuando se liberan de esos transportadores, se convierten en hormonas libres con capacidad de acción en casi todos los tejidos, explica el doctor.

Esto quiere decir que un nódulo tiroideo puede tener, a la larga, consecuencias en otros órganos, ya que se podría alterar el equilibrio hormonal. Aunque también hay problemas locales, en la zona del cuello, cuando la lesión crece a gran velocidad.

«Lo más habitual es que el nódulo tiroideo crezca de forma lenta», especifica el doctor Ortiz Remacha. «Sin embargo —añade—, hay lesiones de crecimiento rápido que ocasionan dolor y compresión en estructuras vecinas, como la tráquea, el esófago, la carótida, la yugular o los nervios laríngeos». En estos casos, el paciente tiene dificultades al tragar, al respirar y al movilizar el cuello.

Tipos de nódulos de tiroides

Como nos explica el endocrinólogo, hay dos formas de nódulos:

  • Calientes o hiperactivos: son estructuras que producen hormonas y llevan al hipertiroidismo, en muchas ocasiones.
  • Fríos o no funcionantes: no producen hormonas y se suelen asociar a un contexto de hipotiroidismo y de tiroiditis.

Ambos tipos pueden aparecer por un estímulo hormonal elevado, detalla Ortiz Remacha. Por ejemplo, si la hormona hipofisaria que regula a la tiroides (llamada TSH) incrementa mucho su concentración, se crearán agrupamientos de células en la glándula, que luego formarán nódulos. También la inflamación crónica es una causa, como sucede en las tiroiditis autoinmunes.

Estos procesos necesitan tiempo para desarrollarse. Es por ello que después de los 40 se hacen más evidentes, ya que transcurrieron los años suficientes para que ocurra el daño.

Entre las mujeres más jóvenes, una situación particular es la tiroiditis posparto, que aparece luego de dar a luz. «También hay otros casos en los que la glándula se compromete antes, presentando lo que se denomina hipotiroidismo subclínico», nos hace saber el experto. Se trata de una condición en la que el diagnóstico es más difícil, ya que los síntomas aún no son evidentes, pero sí está en marcha el daño.

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«Las mujeres tienen más problemas de tiroides que los hombres, incluidos los nódulos», asegura el doctor Ortiz Remacha (foto).

¿Cómo se detectan?

En su práctica clínica, el doctor refiere que a partir de los 40 años hay síntomas más claros para sospechar problemas de tiroides. Y es allí que surgen más diagnósticos.

De manera especial, en la posmenopausia, «la prevalencia de hipotiroidismo aumenta significativamente, debido a los cambios hormonales, que pueden ser un factor desencadenante», refiere el médico. Por ello, insiste, la vigilancia y el diagnóstico temprano son esenciales para evitar complicaciones, sobre todo en mujeres de mayor edad.

En la consulta, si hay sospechas de nódulos, de hipertiroidismo o de hipotiroidismo, el profesional solicitará un análisis de sangre. Se medirán los niveles de las hormonas tiroideas y de la TSH. Además, se realizará una ecografía de la glándula.


Lee más sobre la: Biopsia de tiroides


¿Se pueden prevenir los problemas de tiroides?

Según el doctor Pedro Pablo Ortiz Remacha, debemos llevar adelante acciones de autocuidado para reducir el riesgo de enfermedades tiroideas. Entre ellas, recomienda las siguientes:

¿Qué tratamientos hay disponibles?

Cuando el hipotiroidismo se acompaña de nódulos, los hábitos saludables apenas tendrán influencia y no serán suficientes para revertir el problema. Si hay síntomas evidentes o el tamaño de la glándula afecta la estética, el especialista recomienda recurrir a técnicas de termoablación no invasivas, como los ultrasonidos HIFU.

Se trata de un tratamiento innovador, apunta el endocrinólogo. «A través del calor dirigido directamente al nódulo, producimos su destrucción y evitamos que siga creciendo», nos explica.

Al ser ultrasonidos no invasivos, la técnica es ambulatoria. «No existe hospitalización; los efectos secundarios, si aparecen, son mínimos; y tiene más beneficios que la cirugía o la radiofrecuencia», enumera como ventajas el doctor.

En cualquier caso, ante la aparición de signos o síntomas relacionados con alteraciones tiroideas, la consulta médica para indicar una analítica de sangre y una ecografía son fundamentales. Además, «sería recomendable que en los chequeos rutinarios de empresa y de salud, se incluyera la determinación de hormonas tiroideas, dada la prevalencia de los trastornos y su impacto en la calidad de vida», concluye Ortiz Remacha.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Moon, J. H., Hyun, M. K., Lee, J. Y., Im Shim, J., Kim, T. H., Choi, H. S., ... & Yi, K. H. (2018). Prevalence of thyroid nodules and their associated clinical parameters: a large-scale, multicenter-based health checkup study. The Korean journal of internal medicine33(4), 753. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6030422/
  • Nguyen, C. T., & Mestman, J. H. (2019). Postpartum thyroiditis. Clinical obstetrics and gynecology62(2), 359-364. https://journals.lww.com/clinicalobgyn/fulltext/2019/06000/postpartum_thyroiditis.18.aspx

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.