La razón por la que los protectores solares mixtos son mejores que los tradicionales

Los protectores solares mixtos combinan componentes tanto minerales como químicos. Repasamos sus principales ventajas.
La razón por la que los protectores solares mixtos son mejores que los tradicionales
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Última actualización: 05 agosto, 2023

Los protectores solares mixtos han ganado popularidad entre los usuarios debido a las ventajas que ofrece su fórmula con respecto a los tradicionales. Dado que combinan ingredientes minerales y químicos, tienen una capacidad de absorción mayor. A la vez, protegen la piel frente al fotodaño de forma eficaz.

De cualquier modo, es frecuente tener algunas dudas al momento de adquirir este producto en el mercado. Términos como «mineral», «químico», «híbrido» o «mixto» tienden a generar confusión antes de realizar la compra. A continuación, te contamos cómo funciona cada uno y por qué se destacan los mixtos.

Ventajas de los protectores solares mixtos frente a los tradicionales

La protección solar diaria es uno de los hábitos imprescindibles para cuidar la piel. Tal y como lo explica la Academia Estadounidense de Dermatología, la luz del sol que golpea la piel causa daños en las células sanas. Sin la protección adecuada, este daño se acumula y causa envejecimiento prematuro.

Así, con el tiempo, la piel desarrolla pecas, manchas, arrugas, entre otras imperfecciones. En casos más graves, las células se alteran y se pueden generar crecimientos precancerosos o cáncer de piel. De ahí la importancia de elegir un protector solar adecuado, con un factor de protección de amplio espectro.

¿Cuál es la mejor opción? La respuesta corta a este interrogante es: depende.

En el mercado hay varias fórmulas con diversos componentes y formatos. De forma resumida, encontrarás etiquetas de «minerales», «químicos» o «mixtos». Cada uno funciona diferente, aunque los últimos ofrecen un plus en ventajas. Veamos por qué.



Protectores solares minerales

Los protectores solares minerales también se conocen como «físicos». Sus principales ingredientes activos son el dióxido de titanio y el óxido de zinc. Estos se asientan sobre la superficie de la piel y crean una barrera que refleja la luz ultravioleta para evitar que penetre.

Para ser más precisos, hacen una separación física entre la piel y el sol.

Son más espesos y calcáreos, por lo que dejan un matiz blanco que a muchos no les agrada. Además, deben reaplicarse al menos cada dos horas, sobre todo al sudar o tras estar en contacto con el agua. Se catalogan como de amplio espectro, ya que protegen contra los rayos UVA, UVB y UVC.

Protectores solares químicos

Los protectores solares químicos están compuestos por varios tipos de filtros químicos, como la oxibenzona, el octinoxato, el cinoxato, la dioxibenzona, la sulisobenzona, la avobenzona, el octisalato, entre otros. Su principal ventaja es que su textura es más ligera y agradable al tacto.

En particular, absorben los rayos UV y cambian su estructura química para minimizar el daño solar. Dicho de otro modo, una vez que la piel absorbe la luz, los componentes de este producto la convierten en calor y lo disipan en la piel. Así, se mitiga su impacto. ¿El problema? Son menos efectivos.

Dado que penetran sobre la piel, a veces ocasionan reacciones indeseadas, como irritación o sensibilidad. Su aplicación se debe realizar al menos 30 minutos antes de la exposición solar, pues requieren tiempo para activarse. Además, hay que reaplicarlos con más frecuencia porque el sudor y el agua los eliminan con facilidad.

Protectores solares mixtos, una fórmula con ventajas

Los protectores solares mixtos también se conoce como «híbridos». Se trata de una combinación de ingredientes activos de las versiones minerales y químicas. La fórmula es más ligera, pero al mismo tiempo funcional.

Es decir, integra las propiedades reflectoras de los rayos UV de los minerales con la capacidad de absorción y de reacción de las versiones químicas, para un producto más completo que ofrece ventajas a la hora de aplicarlo.

A menudo, se elaboran con partículas de mica que se recubren con óxido metálico o un micronizado de los polvos derivados de este. El proceso da como resultado una loción más liviana, pues las partículas se reducen a un tamaño mínimo que permite una mejor textura, pero a la vez un óptimo rendimiento.

Sin desestimar que tanto los minerales como los químicos cumplen su función de protección cuando se usan de forma adecuada, los mixtos se están destacando precisamente por las cualidades de su fórmula. Ofrecen una protección amplia, con ingredientes que se absorben bien y que no dejan residuos blancos.

Algunos, incluso, tienen componentes multibeneficios, lo que también ayuda a mitigar manchas cutáneas, prevenir signos prematuros de la edad y reducir el riesgo de sensibilidad. Por lo general, son aptos para todos los tipos de piel.

La razón por la que los protectores mixtos se consideran mejor que los tradicionales es porque ofrecen una completa protección contra la radiación UVA y UVB a través de una fórmula ligera que refleja los rayos, los absorbe y los desactiva. 

Ahora bien, lo ideal en cualquier caso es elegir aquellas versiones que en su composición tienen por lo menos un 7 % de zinc. Este ingrediente no solo es responsable reflejar en gran medida los rayos UV, sino que actúa como calmante para la piel y tiene propiedades astringentes.

¿Qué fórmulas deberías evitar?

Los protectores solares —en todas sus variedades— están disponibles en base líquida (geles o emulsiones), semilíquidas (crema) o sólidas (barras). La elección de una u otra depende tanto de las necesidades de la piel como de las preferencias personales. Ante la duda, lo mejor es consultar con el dermatólogo.

En cualquier caso, hay algunas fórmulas que sí es mejor evitar por seguridad. A través de la Clínica Cleveland, la dermatóloga Melissa Piliang advierte que es mejor evitar los que contienen ácido aminobenzoico y salicilato de trolamina.

Desde 2019, estos últimos fueron reconocidos por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) como inseguros e ineficaces.


Factor de protección solar (SPF), un detalle que no debes ignorar

Uno de los aspectos que más debes valorar a la hora de elegir entre un protector solar u otro es su factor de protección (SPF). Lo ideal es que la fórmula proteja tanto de los rayos UVA (asociados a los signos de la edad) como de los UVB (responsables de las quemaduras). Además, su SPF debería ser superior a 30.

¿Qué índica esto? El FPS o SPF (por sus siglas en inglés) indica el número de veces que el protector aumenta la resistencia natural de la piel ante el impacto del sol. Es decir, si es 50 SPF, sugiere que la piel tardará 50 veces más en quemarse que si no tuviese protección.

De todos modos, el tipo de piel también determina qué factor de protección elegir. Las pieles blancas y sensibles deberían emplear un SPF de 50 o superior. En cambio, en pieles bronceadas o intermedias se puede usar uno entre 30 y 50 SPF.

Las pieles morenas y oscuras tienen mayor resistencia y se queman de manera moderada. Aunque pueden protegerse con productos inferiores a 20 SPF, la recomendación general sigue siendo uno de protección alta (de 30 como mínimo).

Lo que debes recordar

La razón por la que los protectores solares mixtos se consideran mejores que los tradicionales es porque ofrecen ventajas en cuanto a comodidad de aplicación y composición. Cumplen bastante bien su función de protección solar, a la vez que brindan beneficios adicionales para prevenir manchas y signos de la edad.

De todos modos, sin importar la presentación que se elija, su uso correcto es lo que determina en gran medida su eficacia. Así pues, conviene utilizarlo todos los días —incluso si está nublado— y reaplicarlo cada dos horas, sobre todo si hay contacto con el agua o exceso de sudor.


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