¿Qué es una prueba de inmunofijación y para qué se utiliza?
Escrito y verificado por la médica Mariel Mendoza
La prueba de inmunofijación también es conocida como examen de inmunofijación, electroforesis de proteínas o proteinograma. Se utiliza para medir los niveles de las diferentes proteínas en la sangre e identificar variaciones en sus proporciones.
La prueba de inmunofijación separa las proteínas en subgrupos, según su peso molecular y carga eléctrica. Los subgrupos consisten en albúmina, alfa-globulinas, beta-globulinas y gamma-globulinas. Medir los subgrupos permite detectar diferentes trastornos en las variaciones cuantitativas y cualitativas.
La prueba se realiza con una muestra de sangre. Los riesgos de la toma de la muestra son los asociados al pinchazo, como hemorragia en el sitio de punción, hematoma por acumulación de sangre debajo de la piel y sensación de desvanecimiento.
Posteriormente, la muestra se centrifuga, obteniéndose la parte líquida de la sangre que no contiene células sanguíneas ni factores de coagulación, denominada suero. Este es utilizado para la prueba de inmunofijación.
Bases de la prueba de inmunofijación o electroforesis
La electroforesis es una técnica que permite separar subgrupos de proteínas del suero sanguíneo, dependiendo sus características físicas (peso molecular y carga eléctrica). El suero es colocado en un papel especial y expuesto a una corriente eléctrica; esto permite la movilización de las proteínas y su agrupación.
La agrupación en el papel crea bandas, zonas o patrones separados, que son analizados mediante métodos químicos. La prueba de inmunofijación fija las proteínas con anticuerpos dirigidos de forma puntual y las tiñe. Esto es lo que crea los patrones separados, en los que se pueden ver picos o valles, dependiendo de las concentraciones.
Estos patrones de bandas son específicos para diferentes enfermedades. Sin embargo, la prueba permite una valoración cualitativa. Cuando se requiere valoración cuantitativa, la misma se realiza con otros exámenes, como la nefelometría y la turbimetría.
Una muestra de sangre es suficiente para hacer la electroforesis.Separación de subgrupos de proteínas en la prueba de inmunofijación
El grado de separación va a depender de la técnica que se utilice en el laboratorio. La más común es el acetato de celulosa que permite identificar cinco subgrupos: albúmina, alfa-1-globulinas, alfa-2-globulinas, beta-1-globulinas, beta-2-globulinas y gamma-globulinas.
Además, permite determinar la relación albúmina/globulina y medir las proteínas totales por colorimetría. También se pueden leer los reportes mediante un densitómetro.
1. Medición de albúmina
La albúmina es la proteína de mayor proporción en la sangre, representando del 58-74 % de las proteínas totales. Se sintetiza en el hígado y depende de forma proporcional al consumo de proteínas.
El aumento de la albúmina puede deberse a deshidratación aguda o en casos de pacientes que reciben nutrición parenteral. Mientras que puede estar disminuida en condiciones en las que haya aumento de su destrucción o reducción de su síntesis.
Este último fenómeno se asocia a las siguientes causas:
- Enfermedades inflamatorias crónicas: artritis reumatoide o enfermedad inflamatoria pélvica.
- Enfermedad hepática: hepatitis aguda o crónica, alcoholismo.
- Enteropatía perdedora de proteínas.
- Enfermedades nutricionales: desnutrición o malabsorción intestinal.
- Enfermedades del glomérulo renal: síndrome nefrótico y síndrome nefrítico.
- Terceros espacios: edema y ascitis.
2. Medición de alfa-globulinas
En el caso de la alfa-1-globulina y la alfa-2-globulina, los niveles aumentados se encuentran asociados a cualquier evento inflamatorio (que puede ser agudo o crónico). Mientras que los niveles disminuidos se vinculan a enfermedad hepática o desnutrición y malabsorción.
3. Medición de beta-globulinas
Niveles aumentados de beta-globulinas se asocian a anemia crónica, especialmente asociada a la deficiencia de hierro, a mieloma múltiple o hipercolesterolemia. Los niveles disminuidos se relacionan a enfermedad hepática o reducción de la ingesta proteica.
4. Medición de gamma-globulinas
Las gamma-globulinas están representadas por las inmunoglobulinas o anticuerpos, predominantemente del tipo G, A, D y E. Estas forman parte del sistema inmunitario y protegen contra las enfermedades.
La prueba de inmunofijación puede identificar no solo la presencia de inmunoglobulinas, sino también el tipo de inmunoglobulina anómala. Su alteración se denomina gammapatía.
La principal utilidad de la prueba de inmunofijación es la identificación de inmunoglobulinas monoclonales. Estas tienen una apariencia de pico en las bandas, que se denomina pico M y se asocia a diferentes tipos de cáncer de las células de la sangre (mieloma múltiple y macroglobulinemia de Waldenström).
En el caso del aumento monoclonal, hay una hiperproducción de una única inmunoglobulina que condiciona una disminución de la proporción del resto que no está afectado. Hasta en el 60 % de los casos se corresponde al diagnóstico de mieloma múltiple o plasmocitoma solitario.
El aumento policlonal de las inmunoglobulinas puede verse asociado a enfermedades inflamatorias crónicas (lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide), a enfermedades autoinmunes, distintos tipos de cáncer (leucemias y linfomas), sarcoidosis e infecciones crónicas.
La disminución de las gamma-globulinas o hipogammaglobulinemia se asocia con el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), el uso crónico de esteroides, el síndrome nefrótico y las enfermedades neoplásicas como la leucemia.
Indicaciones de la prueba de inmunofijación
La prueba de inmunofijación se solicita en casos de niveles anómalos de proteínas totales o fraccionadas. También ante la sospecha de alguna condición que afecte la concentración de las proteínas sanguíneas o cause pérdida de las mismas, como lo es la sospecha de mieloma múltiple y macroglobulinemia de Waldenstrom. Ante la presencia de proteinuria (pérdida de proteínas por la orina), también se requiere este examen.
La prueba de inmunofijación es útil para el diagnóstico de trastornos en las proporciones de proteínas en la sangre y es el primer método a la hora de sospecha de mieloma múltiple. Es de amplia distribución y fácilmente accesible.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Álvarez de Cienfuegos R, A. Tévar Sánchez, M. Electroforesis de proteínas plasmáticas: proteinograma. Rev. Sociedad Val. Reuma. 2017;7(1):5-7.
- Campuzano Maya, G. La electroforesis de proteínas: más que una prueba de laboratorio. Medicina & Laboratorio 2006; 12: 47-70.
- Cidoncha Gallego, A. et al. El proteinograma en la práctica clínica. Medicina Integral 2020; 38(3).
- Khosravi Shahi, P., A. del Castillo Rueda, and V. M. Díaz Muñoz de la Espada. "Macroglobulinemia de Waldenström." Anales de Medicina Interna. Vol. 23. No. 6. Arán Ediciones, SL, 2006.
- Peniche, Dubón, and María del Carmen. "Mieloma múltiple." Revista de la Facultad de Medicina (México) 54.6 (2011): 51-57.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.