¿Qué es la polisexualidad?

Aunque suelen confundirlas, la polisexualidad no es igual al poliamor. La primera es una orientación sexual, mientras que la segunda es un tipo de relación.
¿Qué es la polisexualidad?
Macarena Liliana Nuñez

Revisado y aprobado por la psicóloga Macarena Liliana Nuñez.

Escrito por Daniela Bernal

Última actualización: 19 febrero, 2025

La polisexualidad es la atracción, ya sea sexual o sentimental, por personas de diferentes géneros, más no necesariamente de todos ellos. El término viene de la unión del prefijo «poli», que significa muchos, y la palabra sexualidad; juntos vendrían a significar «muchas sexualidades».

Aunque puede parecer que sí, no es un término nuevo, ya que se utilizaba a finales de los años 20, pero para referirse a las relaciones en el contexto del poliamor. Fue en la década de los 70 que un escritor lo utilizó para referirse a las distintas orientaciones sexuales y lo popularizó, como señala la organización Diversity for Social Impact.

Ahora, se ubica dentro del grupo de orientaciones plurisexuales o multisexuales (personas que sienten atracción por varios géneros). En él también se encuentran otras, como la pansexualidad o bisexualidad, que suelen confundirse con frecuencia con la polisexualidad. A continuación, te explicaremos la diferencia entre ellas, así como otros datos interesantes sobre esta orientación.

¿Qué significa ser una persona polisexual?

Como te indicamos antes, una persona polisexual se siente atraída por dos o más géneros distintos, pero no por todos ellos. Esa atracción puede variar en intensidad, de acuerdo al gusto; así como también cambiar en el tiempo. No es algo fijo.

Esto lo podemos observar mejor por medio de un ejemplo. Una persona podría sentirse atraída por mujeres y por personas de género fluido, pero no por hombres. Es posible que esta misma persona, dentro de los géneros que le atraen, sienta un poco más de preferencia por quienes tienen un género fluido. En este ejemplo de polisexualidad, observamos el matiz de la variación de intensidad.

Otro caso ilustrativo puede ser alguien que se siente atraído por personas de género no binario, entre los que se encuentran las personas agénero y de género fluido, pero no se siente atraído por aquellos que se definen como hombres o mujeres. Sin embargo, más adelante, también desarrolla una atracción por los hombres. Este es otro caso de cómo se vería la polisexualidad, con el punto de la variación en el tiempo.

Estos no son los únicos ejemplos y es que hay tantas combinaciones posibles de polisexualidad como orientaciones existen.


¿Cuál es la bandera de la polisexualidad?

Bandera polisexual.
Así se ve la bandera de la polisexualidad. El color verde, que representa a los géneros no binarios, se encuentra en el medio de los que simbolizan a hombres y mujeres.

La bandera de la polisexualidad la creó un usuario de Tumblr llamado «Samlin» en el año 2012. Él hizo el diseño basándose en las banderas de la bisexualidad y pansexualidad, ya que todas ellas se encuentran bajo la descripción de orientaciones multisexuales. Consta de tres franjas horizontales, del mismo tamaño, y cuyos colores —de acuerdo al sitio web de la Universidad del Norte de Colorado— significan lo siguiente:

  • Rosa: representa la atracción hacia las mujeres.
  • Verde: se relaciona con la atracción hacia personas no binarias.
  • Azul: tiene que ver con la atracción hacia los hombres.

¿Cómo se diferencia de otras orientaciones?

A la polisexualidad la confunden con frecuencia con otras orientaciones sexuales, sobre todo con la pansexualidad y la bisexualidad. Lo cierto es que, aunque tiene puntos en común con ellas, también hay algunos en los que se distingue y son los siguientes:

1. Pansexualidad

Es la atracción sexual o emocional que puede tener una persona hacia otras de cualquier género o sexo. Lo que la distingue de la polisexualidad es que un pansexual se podría sentir atraído por cualquier persona, independientemente de su género, mientras que a un polisexual le atraen algunos géneros en particular.

2. Bisexualidad

Como su nombre lo indica, representa la atracción sexual, romántica o emocional que puede sentir una persona hacia más de un género. Antes se tenía el concepto de que esta atracción solo aplicaba a los géneros binarios; sin embargo, en la actualidad se sabe que también incluye a los no binarios.

De acuerdo con la organización Diversity for Social Impact, su diferencia con la polisexualidad es la «amplitud». Es decir, una persona polisexual puede tener más preferencias de género (pero no todas, ya que sería omnisexualidad), mientras que un bisexual las dejaría en dos. Eso sí, estas preferencias en los «bi» pueden ser hacia cualquiera de los géneros.

3. Omnisexualidad

De acuerdo a la Sociedad Histórica del Orgullo Canadiense (CPHS), la omnisexualidad es la atracción hacia todos los géneros. En ella, la identidad de género sí puede influir en la forma en la que se desenvuelve la relación y atracción; a diferencia de la pansexualidad, en donde esta identidad no juega un papel relevante.

Ahora, con la polisexualidad tiene dos diferencias. La primera es que a una persona polisexual no le atraen todos los géneros y a un omnisexual sí. La segunda es que, para un polisexual, la identidad de género no siempre influye en la atracción, mientras que para un «omni» sí.

4. Poliamor

Aunque ambas llevan el prefijo «poli», que significa muchos, hay una gran diferencia entre polisexualidad y poliamor. Como señala la CPHS, el poliamor es un tipo de relación que se caracteriza por la no monogamia. Esta relación puede ser sentimental, sexual o ambas. Por su parte, la polisexualidad es un tipo de orientación sexual.

Ahora, puede darse el caso que alguien polisexual experimente una relación de poliamor con las personas por las que se siente atraído. Sin embargo, esto no tiene que ser la regla, ya que también hay polisexuales que llevan una relación monógama. Queda a preferencia de esa persona.

Mitos alrededor de esta orientación sexual

Como sucede con muchas otras orientaciones sexuales, la polisexualidad cuenta con una serie de mitos, estigmas y conceptos erróneos en torno a ella. Uno de los más comunes es que son personas promiscuas o hipersexuales, lo cual no es cierto. La orientación sexual que tenga una persona no es una causa de este trastorno clínico, como sí pueden serlo algunas condiciones médicas neurológicas y traumas del pasado, por nombrar ejemplos. Es solo una creencia negativa, difundida de forma errónea por la sociedad.

También hay quienes consideran que las personas polisexuales son volubles o que eventualmente elegirán «un bando». Si bien es cierto que los deseos sexuales pueden cambiar con el tiempo en algunos, en otros no tiene por qué ser así. Y es que la persona puede sentirse cómoda con su polisexualidad y mantenerla durante toda su vida, ya que es una identidad sexual completamente válida.

De igual manera, algunos consideran que los polisexuales son más propensos a sufrir de enfermedades de transmisión sexual. De nuevo, este es un concepto erróneo, puesto que si se toman medidas de prevención al practicar sexo, el riesgo de contagiarse de una ETS no tiene por qué ser mayor en alguien polisexual que en un heterosexual, por nombrar un ejemplo.



Otra muestra de diversidad

Hay una frase que dice «entre gustos y colores no han escrito los autores» y, en lo que se refiere a orientaciones sexuales y de género, le va como anillo al dedo. Atrás quedaron los días de solo lo masculino y femenino. En la actualidad, el abanico de opciones para escoger es mucho más amplio y diverso.

Pero, a pesar de esos avances, hay mucho camino por recorrer. Las orientaciones multisexuales, como la polisexualidad y pansexualidad, deben lidiar con campañas por parte de algunos sectores que descartan o ignoran su orientación de la cultura e historia humanas, como señala la CPHS. Esto puede traerles consecuencias psicológicas, como ansiedad o depresión, a quienes se identifican con ellas.

Aquí es donde el respeto juega un papel fundamental. La polisexualidad, así como cualquier otra orientación sexual, es totalmente válida y merece respeto por la sociedad. En la medida en que difundamos esta idea, avanzaremos hacia sociedades más justas e inclusivas.


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