¿Qué es la salud mental y por qué es clave en la actualidad?
Escrito y verificado por la psiquiatra Ana Isabel Sanz
No es fácil definir lo que es la salud mental, aunque cada vez se hable más del tema. Podríamos decir que se trata de un estado de equilibrio entre lo que somos, lo que hacemos y nuestro entorno social y cultural. Es decir, la capacidad que tenemos para relacionarnos y participar activamente en la vida de nuestras comunidades.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), no es solo la ausencia de enfermedades psicológicas, sino un bienestar más completo, que abarca lo mental, pero también lo físico y lo social. Por lo tanto, influye en cómo pensamos, cómo sentimos y cómo actuamos.
Cuidar la salud mental se vuelve cada vez más importante. La cantidad de personas en el mundo que sufren ansiedad y depresión creció significativamente en los últimos años. Además, la falta de una atención adecuada para estos problemas tiene hasta repercusiones económicas, ya que se pierde productividad, hay mayor ausentismo y los trabajadores no realizan sus tareas con satisfacción.
La OMS hizo un llamado a la sociedad con el lema «No hay salud sin salud mental». Esto significa que no se puede buscar el bienestar total sin alcanzar una buena gestión del estrés, relaciones significativas con los otros y un propósito en la vida.
¿Existe una salud mental «normal»?
Así como es difícil definir a la salud mental, también lo es determinar cuándo es normal y cuándo no. Las diferencias son influenciadas por la genética, el entorno social y la cultura, así como por las experiencias personales.
Pensemos en algunas situaciones que muestran cómo los límites no siempre son claros. Por ejemplo, sentir nervios antes de hablar en público es común; sin embargo, no será un trastorno si la persona supera esa ansiedad y concreta la actividad. Al contrario, será un problema de salud mental si la paraliza y afecta su vida diaria. O el duelo tras la pérdida de un ser querido; puede parecerse a la depresión, pero será una respuesta natural si, transcurrido cierto tiempo, lo asimilamos.
Si bien lo normal para una persona puede no serlo para otra, hay características que podrían atribuirse a un estado de bienestar emocional, psicológico y social, como las siguientes:
- Enfrentamos los desafíos cotidianos sin paralizarnos.
- Gestionamos el estrés y seguimos adelante con nuestras vidas.
- Somos capaces de cambiar y adaptarnos a las situaciones externas.
- Mantenemos relaciones sociales con diferentes grupos e individuos.
- Tenemos una perspectiva positiva sobre los acontecimientos para nuestro futuro.
- Contribuimos a la comunidad de la que formamos parte, ya sea con un trabajo, tareas comunitarias, ayudas sociales.
Enfermedades mentales más frecuentes
Cuando se afecta nuestro bienestar psicológico, podríamos tener solo un periodo de malestar o desarrollar un trastorno de la salud mental. Se trata de problemas que alteran el pensamiento, el comportamiento o el estado de ánimo de una manera notoria, interfiriendo con la vida diaria.
Las enfermedades mentales no tienen una sola causa y pueden variar en severidad y duración. A veces, aparecen por factores biológicos, como la genética o un cambio en los neurotransmisores del cerebro. También pueden provenir de traumas y abusos que hemos sufrido.
El listado de enfermedades de salud mental que ya están reconocidas como tales es muy extenso y se encuentra en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales – Quinta edición (DSM-V). No obstante, las siguientes son las más frecuentes y conocidas:
- Trastorno bipolar: se manifiesta con cambios extremos en el estado de ánimo, que incluyen la alternancia entre episodios de manía (euforia) y de depresión.
- Esquizofrenia: es una enfermedad psicótica grave que cursa con alucinaciones, delirios y un pensamiento desorganizado, afectando la percepción de la realidad.
- TEPT o trastorno por estrés postraumático: se desarrolla tras experimentar o presenciar un evento traumático, lo que lleva a recuerdos intrusivos, evitación de situaciones relacionadas y síntomas de hiperactividad.
- Trastornos de la conducta alimenticia: aquí tenemos a la anorexia nerviosa, la bulimia y el trastorno por atracón, caracterizados por comportamientos extremos respecto a la comida y preocupaciones intensas sobre el peso y la figura corporal.
- Depresión: esta alteración del estado de ánimo provoca sentimientos persistentes de tristeza y pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban. Puede incluir síntomas como cambios en el apetito, alteraciones del sueño y pensamientos suicidas.
- Trastornos de ansiedad: aquí se incluyen varios tipos de trastornos de ansiedad, como el de ansiedad generalizada o TAG, el pánico, las fobias específicas y el trastorno obsesivo-compulsivo o TOC. Se caracterizan por miedos intensos y persistentes que son desproporcionados respecto a la situación real.
Para llegar al diagnóstico de cualquiera de los problemas mencionados, debe intervenir un profesional.
Señales de advertencia
Identificar señales de un problema de salud mental puede llevar a una atención a tiempo que evite complicaciones. Por eso es importante que consultes a un profesional, si tú o un ser cercano, presentan alguno de los siguientes síntomas:
- Baja energía: sentirse constantemente cansado.
- Comportamientos autodestructivos: pensar en lastimarse a uno mismo o a otros.
- Aislamiento social: alejarse de amigos, familiares y actividades que antes se disfrutaban.
- Aumento en el consumo de sustancias: fumar, beber alcohol o usar drogas más de lo habitual.
- Dolores físicos inexplicables: cefaleas, molestias en el estómago o mialgias sin una causa médica clara.
- Sentimientos de vacío o desesperanza: creer que nada importa o experimentar tristeza y desánimo a repetición.
- Pensamientos intrusivos: tener pensamientos persistentes que son difíciles de controlar o, incluso, escuchar voces.
- Cambios en el sueño y la alimentación: dormir mucho o poco, comer en exceso o sufrir una gran pérdida de apetito.
- Incapacidad para realizar tareas diarias: dificultad para cumplir con responsabilidades cotidianas, como ir al trabajo, cuidar a los hijos o asistir a los estudios.
- Cambios en el estado de ánimo: experimentar modificaciones repentinas en el humor y afectar las relaciones interpersonales con ello. A la vez, percibirse confundido, olvidadizo, nervioso, enojado o preocupado.
Cada vez es más importante hablar de salud mental
Se calcula que, aproximadamente, la mitad de los adultos experimentará algún tipo de trastorno mental a lo largo de su vida. La ansiedad y la depresión son las condiciones más comunes.
Además, desde 2020, la crisis por COVID-19 aumentó los casos. Sobre todo, entre jóvenes de 18 a 29 años, que presentan una prevalencia de casi 20 % entre los varones y más de 30 % entre mujeres.
Sin embargo, sobre esta cantidad de personas afectadas en su salud mental, solo un 20 % busca asistencia profesional. Algunas porque no tienen accesibilidad a servicios de psicología y psiquiatría en su área, pero muchas otras porque todavía enfrentan estigmas que les impiden consultar o porque no saben que podrían recibir ayuda.
Todo este contexto remarca la importancia de hablar sobre salud mental. Mientras más se conozca del tema, más fácil será vencer la discriminación. El camino a futuro es crear cada vez más espacios seguros para discutir estos temas, facilitar el acceso al tratamiento y mejorar la calidad de vida.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- American Psychiatric Association. (2014). DSM-5: Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. https://psychiatryonline.org/pb-assets/dsm/update/DSM5Update_octubre2018_es.pdf
- Furnham, A., & Swami, V. (2018). Mental health literacy: A review of what it is and why it matters. International Perspectives in Psychology, 7(4), 240-257. https://econtent.hogrefe.com/doi/abs/10.1037/ipp0000094
- Fusar-Poli, P., de Pablo, G. S., De Micheli, A., Nieman, D. H., Correll, C. U., Kessing, L. V., ... & van Amelsvoort, T. (2020). What is good mental health? A scoping review. European neuropsychopharmacology, 31, 33-46. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0924977X19318693
- Gustavson, K., Knudsen, A. K., Nesvåg, R., Knudsen, G. P., Vollset, S. E., & Reichborn-Kjennerud, T. (2018). Prevalence and stability of mental disorders among young adults: findings from a longitudinal study. BMC psychiatry, 18, 1-15. https://link.springer.com/article/10.1186/s12888-018-1647-5
- Reinert, M., Fritze, D., & Nguyen, T. (2024). The State of Mental Health in America 2024. https://archive.hshsl.umaryland.edu/bitstream/handle/10713/22688/2024-State-of-Mental-Health-in-America-Report.pdf
- WHO World Health Organization. (2022, 17 de junio). Mental health. https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-strengthening-our-response
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.