Logo image
Logo image

8 consejos para quitar el mal olor en las axilas

8 minutos
Buena higiene, ropa adecuada y productos específicos pueden ayudarte a sentirte cómodo con el olor de tu cuerpo. Implementando algunas medidas sencillas, puedes evitar que el sudor de tus axilas se convierta en un problema.
8 consejos para quitar el mal olor en las axilas
Maria del Carmen Hernandez

Escrito y verificado por la dermatóloga Maria del Carmen Hernandez

Última actualización: 13 agosto, 2024

El mal olor en las axilas es una situación bastante común que puede afectar la confianza y la comodidad de las personas. Aunque se trate de una situación natural, muchos sienten que afecta su vida diaria.

Cuando las bacterias de la piel descomponen las proteínas presentes en el sudor, se produce el olor corporal. Factores como el ejercicio, la higiene, el calor, los cambios hormonales, la dieta y el estrés pueden influir en la intensidad y persistencia de este aroma.

Este problema puede ser frustrante y difícil de eliminar, pero, ¡no te desanimes! Te contamos algunos consejos que te ayudarán a combatir el mal olor y sentirte más fresco, cómodo y seguro.

1. Mantén una buena higiene

Ducharte a diario es una manera simple de librarte del mal olor, pues mantienes tus axilas limpias. Lava esta zona de tu cuerpo con agua y jabón, al menos dos veces al día, para eliminar las bacterias y el sudor acumulado.

Date una ducha luego de cada entrenamiento y en los días de calor para que las bacterias no se multipliquen.

Elige jabones o geles de ducha adecuados para tu tipo de piel. Idealmente aquellos que sean neutros o antibacterianos, que limpien sin causar irritación. Trata de evitar productos con aromas muy fuertes, ya que pueden empeorar el mal olor.

2. Controla el vello de la zona

Depilarse, afeitarse o recortarse el vello de las axilas puede ayudar a reducir el hedor. Aunque el pelo en sí no causa olor, atrapa la humedad y crea un ambiente propicio para la proliferación de bacterias.

Eliminar o mantener corto el vello de esta zona puede ayudarte a transpirar menos y que los desodorantes sean más eficaces.

Un dato a tener en cuenta es que la depilación láser podría provocar bromhidrosis como efecto secundario. Sin embargo, esta consecuencia no es universal y varía según la persona. De hecho, otros estudios indican que este tipo de depilación puede alterar la flora microbiana de la piel y, en algunos casos, mejorar el olor del sudor. Se requiere más investigación para comprender mejor estos efectos.

Si decides optar por la depilación láser, es importante hacerlo en centros especializados y con profesionales capacitados. Esto puede minimizar los riesgos y asegurar que se sigan las prácticas adecuadas para mitigar cualquier posible efecto adverso.

3. Aplica desodorante y antitranspirante

Utilizar desodorante o antitranspirante te ayudará a mantener las axilas frescas y sin olor. Podrás seleccionar distintos productos, según tus necesidades específicas y preferencias:

  • Desodorante: ayuda a neutralizar el olor corporal al cubrir los olores desagradables con fragancias frescas. Además, algunos contienen ingredientes a base de alcohol que crean un ambiente ácido en la piel, inhibiendo el crecimiento de las bacterias.
  • Antitranspirante: está formulado para reducir la producción de sudor. Contiene ingredientes que bloquean de manera temporal los conductos de sudoración, ayudando a mantener las axilas secas y frescas durante más tiempo.
  • Desodorantes naturales: se trata de una opción más suave y libre de químicos potencialmente dañinos. No contienen aluminio, parabenos ni ftalatos, ideales si tienes piel sensible o reacciones a otros productos.

Asegúrate de leer las etiquetas con atención y elegir la opción más adecuada para tu piel y tu estilo de vida. Puedes optar por usar desodorante y antitranspirante por separado, o buscar un producto que combine ambas funciones en uno solo.

Aplica estos productos sobre la piel limpia y seca para maximizar su eficacia.

4. Usa ropa adecuada y limpia

Opta por usar prendas de algodón, lino o bambú para una mejor ventilación. Estas fibras naturales, ligeras y transpirables absorben mejor el sudor que las telas sintéticas como el poliéster. Además, evita usar ropa muy ajustada y oscura, que atrape la sudoración y complique más el problema.

En la actualidad, muchas prendas son sometidas a tratamientos especiales para aumentar la ventilación y controlar el hedor. Cuando el sudor se evapora, se reduce la humedad en la que proliferan las bacterias disminuyendo así el mal olor. Puedes optar por este tipo de artículos cuando realizas deporte o actividades intensas.

Por otra parte, es fundamental que laves la ropa de manera regular, en especial la que utilizas en el gimnasio, las camisetas y la ropa interior. El contacto directo con la piel y la transpiración acumula los malos olores en las prendas.

5. Aliméntate de manera saludable

Algunos alimentos pueden intensificar el olor corporal al ser absorbidos por el cuerpo y secretados a través del sudor. Para minimizar estos efectos, reduce la ingesta de los siguientes productos:

  • Cafeína
  • Carne roja
  • Ajo y cebolla
  • Especias fuertes
  • Pescados como el atún y el salmón
  • Verduras crucíferas como brócoli, repollo, coles de Bruselas y coliflor

Por otro lado, las frutas y verduras frescas contienen vitaminas y antioxidantes que ayudan a purificar el cuerpo y reducir los olores del cuerpo. Incorpora manzanas, uvas, zanahorias y espinacas para mantener una alimentación saludable.

6. Hidrátate

La piel seca puede ser más propensa a la irritación y a problemas como la dermatitis, que pueden empeorar el olor corporal. Mantenerte bien hidratado te ayudará a mantener unas axilas saludables.

Beber abundante agua— a lo largo del día— ayuda a mantener la piel de tus axilas hidratada. Además, aplicar cremas hidratantes suaves y sin fragancia después del baño previene la sequedad y la irritación.

7. Maneja el estrés

El estrés puede provocar sudoración excesiva y mal olor en las axilas.  Cuando el cerebro percibe una amenaza y activa la respuesta de lucha o huida, el sistema nervioso simpático aumenta la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal y, a menudo, el olor corporal.

Para contrarrestar estos efectos, puedes adoptar técnicas efectivas para manejar tu estrés. Escuchar música relajante, concentrarte en la respiración, meditar, relajar los músculos de manera consciente o reconocer tus sentimientos puede calmarte y evitar los efectos indeseados de la ansiedad.

8. Prueba con remedios caseros

Además de las medidas anteriores, puedes recurrir a algunos remedios naturales para quitar el olor de las axilas. Estos son algunos que te pueden interesar:

  • Bicarbonato de sodio: es un neutralizador natural de olores. Aplica una pequeña cantidad en las axilas limpias y secas.
  • Limón: el jugo de limón tiene propiedades antibacterianas. Frota una rodaja de limón en las axilas y deja actuar unos minutos antes de enjuagar.
  • Vinagre de manzana: mezcla partes iguales de vinagre de manzana y agua. Sumerge un algodón en la solución y aplícalo en las axilas para combatir las bacterias.

Con productos económicos y fáciles de conseguir puedes hacer desodorantes naturales para eliminar el mal olor de las axilas. De todos modos, debes aplicarlos con moderación y cuidado.

Suspende su uso si notas que tu piel se irrita o sientes picazón.

Posibles causas del mal olor en las axilas

Si te preguntas cuál es la causa exacta del mal olor en las axilas, debes saber que, aunque te desagrade, es un proceso natural y fisiológico. Nuestro cuerpo está cubierto de glándulas sudoríparas que cumplen la función de ayudar a regular nuestra temperatura mediante la transpiración. Cuando el sudor entra en contacto con las bacterias de la piel se producen compuestos volátiles con mal olor.

Sin embargo, existen situaciones que incrementan la sudoración y el mal olor en las axilas, entre las que se encuentran:

  • Estrés
  • Calor excesivo
  • Ejercicio y deporte
  • Higiene inadecuada
  • Cambios hormonales
  • Ropa ajustada o sintética
  • Consumir alimentos picantes o con olores fuertes

Además, algunas personas pueden sudar en exceso y sufrir una condición médica llamada hiperhidrosis. También pueden transpirar con un olor demasiado fuerte en situaciones inesperadas y padecer lo que se conoce como bromhidrosis u osmidrosis.

El mal olor corporal suele ser más notorio a partir de la pubertad, debido a la activación de ciertas glándulas sudoríparas. Mujeres y adolescentes son más propensos a experimentar cambios hormonales que ocasionan un feo olor.

Consulta a tu médico si el problema persiste

Si a pesar de seguir los consejos el mal olor en las axilas continúa, es recomendable consultar a un médico o dermatólogo. El sudor excesivo y el olor corporal que afecta la vida diaria pueden indicar condiciones subyacentes como bromhidrosis u otros problemas médicos que requieren un tratamiento específico.

Es importante buscar atención médica si experimentas sudoración nocturna, aumento repentino de la transpiración, sudores fríos o cambios anormales en el olor corporal, como a fruta o a lejía. Estos podrían ser signos de condiciones más serias como diabetes, problemas hepáticos o enfermedades renales.

En casos severos de bromhidrosis, el tratamiento puede incluir el uso de cremas con aluminio, antibióticos, procedimientos con láser, pequeñas cirugías, liposucción de glándulas o inyecciones de toxina botulínica. Acudir a un médico y despejar tus dudas te ayudara a abordar este problema de manera segura y efectiva.

El olor bajo control

Generalmente, mantener el mal olor de las axilas bajo control es posible con prácticas de higiene sencillas. La clave está en ser constante y prestar atención a las necesidades de tu cuerpo para mantener una sensación de frescura todo el día.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.