Remedios caseros para el espolón calcáneo
Escrito y verificado por el médico Carlos Fabián Avila
¿Padeces de espolón calcáneo? Entonces, has sentido ese dolor punzante que impide la realización de las tareas diarias. Caminar en esas condiciones podría llegar a convertirse en una pequeña tortura. De ahí la necesidad de ir en busca de la ayuda de un especialista.
En este artículo, te ofrecemos algunos remedios caseros que podrías añadir, previa consulta, a las indicaciones de tu médico. Te proporcionarán alivio.
Consejos para paliar el dolor del espolón calcáneo
Los espolones afectan a la parte posterior del talón. Ocurre cuando un pequeño hueso del pie que empieza a sobresalir y provoca la inflamación del tejido adyacente. Esta hinchazón causa dolor en la planta del pie sobre todo al incorporarnos tras haber estado tiempo sentados.
El tratamiento consiste en hacer bajar la inflamación o fascitis plantar, si bien lo más deseable sería su prevención. Lo más importante, en este caso como en tantos otros, es que sigas las indicaciones de tu médico. Previa consulta con tu médico, no estaría de más que las acompañaras de estos remedios caseros. Podrían ayudarte a encontrar alivio.
1. Descanso
El descanso es la primera medida que deberíamos tomar para aliviar el dolor causado por un espolón calcáneo. Es importante descansar el pie afectado para evitar que la inflamación vaya a más. Asimismo, deberías evitar correr y hacer movimientos bruscos.
Pasados unos días y de haber disminuido la inflamación en la zona, podrías realizar pequeños y suaves ejercicios de estiramiento. Ten en cuenta que algunas veces la reaparición del problema depende de que se haya hecho bien la recuperación.
2. Plantillas ortopédicas
Las plantillas ortopédicas son ideales para el tratamiento del espolón calcáneo. Se trata de unas plantillas cuya zona más blanda coincide con la altura a la que se encuentra el talón. De este modo, es posible amortiguar la pisada y reducir tanto la presión como el dolor.
Las puedes encontrar fácilmente en las farmacias. Son perfectas para cuando ya tienes un poco más de movilidad. Recuerda, no obstante, la importancia de guardar reposo durante los primeros días. Solo así podrás ayudar a que la inflamación se reduzca.
También existen vendas específicas para el talón. Se sitúan en determinados puntos para ayudar a contrarrestar los inconvenientes provocados por la inflamación de la zona afectada. Pide más información a tu médico o al farmacéutico.
3. Mover con la planta del pie afectado una botella llena de agua helada
El hielo siempre es muy beneficioso para bajar la inflamación y reducir el dolor. Eso sí, jamás debes ponerlo directamente sobre piel. Te causaría más daño que alivio. Entonces, lo mejor será que cubras su superficie con un pedazo de tela o toalla. Así evitarás quemaduras.
Dicho esto, conviene explicar, paso a paso, en qué consiste nuestro tercer consejo:
- Llena de agua una botella de plástico de litro y medio de capacidad.
- Ponla a congelar.
- Una vez que el agua contenida en la botella esté bien fría, saca esta última del congelador.
- Extiende una toalla en el suelo y pon sobre la botella helada la planta del pie afectado.
- Mueve la botella haciéndola girar con el pie como si del movimiento de una rueda se tratara. Mantente haciendo este movimiento durante 15 minutos al menos.
Salvo que tu médico indique lo contrario, podrías hacer este ejercicio dos veces al día. Notarás alivio.
4. Masajes caseros
Un masaje suave podría proporcionarte alivio. También podría ayudar a reducir la inflamación. A continuación, te proponemos dos rutinas diarias: una, para las mañanas, y otra, para las tardes.
Para las mañanas, podrías usar vinagre de manzana:
- Empapa un paño con medio vaso de vinagre de manzana.
- Ponlo en el talón al tiempo que lo masajeas describiendo con las manos pequeños movimientos circulares. Mientras esto sucede, la piel se irá empapando del vinagre de manzana.
Por las tardes, podrías utilizar una mezcla de lavanda, romero y sal marina:
- Prepara una infusión con 5 ramitas de lavanda y 3 de romero.
- Añádele sal gruesa cuando esté caliente aún para conseguir una mejor disolución.
- Empapa un paño con el líquido resultante. Lo deseable es que esté tibio cuando te lo pongas sobre la zona afectada por el espolón calcáneo.
- Déjalo actuar sobre ese área durante unos diez minutos.
- Por último, introduce el pie en agua fresca. (El contraste del agua caliente con la fría, reactiva la circulación y contribuye a que baje la inflamación.)
5. Pequeños estiramientos
Se trata de ejercicios muy suaves, de hacer pequeños estiramientos. Te permitirán mejorar la movilidad poco a poco y aliviar el dolor del talón.
He aquí los ejercicios que te proponemos:
1. Siéntate en una silla e intenta levantar con el pie afectado una toalla que hayas puesto previamente en el suelo.
2. Hacer rodar una botella fría con la planta del pie, que te describimos en la sección anterior. El frío te alivia el dolor al mismo tiempo que realizas pequeños estiramientos.
3. Cuando te levantes, tira de los dedos de tus pies. Conseguirás mover, así, los numerosos huesecillos que forman parte de los dedos del pie. Este pequeño estiramiento contribuirá a que recuperes la movilidad y reducir el dolor poco a poco.
Debes tener paciencia. El tiempo estimado para la recuperación del dolor causado por espolón calcáneo oscila entre los 6 meses y 1 año.
Durante de este largo proceso, podrías servirte también de las llamadas férulas nocturnas. Son una especie de soporte ortopédico que obliga a mantener extendida la planta del pie mientras duermes. Pregunta por ellas a tu médico o fisioterapeuta.
A los baños fríos y calientes y a los pequeños estiramientos, deberías incorporar frutas frescas a tu dieta. La infusión de ortiga, por ejemplo, es ideal para tratar las inflamaciones. De ahí que consumirla a diario sea tan beneficioso para personas aquejadas de espolón calcáneo.
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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.