Rueda de las opciones: una herramienta para disciplina positiva

La rueda de las opciones es una excelente herramienta que no solo puede ayudar a los niños a conectarse mejor consigo mismos, sino que también sirve para los padres y los maestros. El objetivo es gestionar las emociones de una forma más inteligente.
Rueda de las opciones: una herramienta para disciplina positiva
Elena Sanz

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 24 mayo, 2023

La rueda de las opciones es una herramienta que sirve de apoyo para que los niños puedan gestionar las emociones intensas, como el estrés y la ira. Se basa en las técnicas de disciplina positiva, un enfoque orientado a educar de una forma respetuosa.

Muchos padres recurren al premio o al castigo para inculcar conductas en los niños. Sin embargo, estas tácticas no siempre son eficientes o tienen solo un impacto superficial. Entre tanto, este recurso es un camino para que el menor adquiera más conciencia de lo que hace y pueda transmitir sus inconformidades de manera más adecuada.

De hecho, un estudio compartido a través de Nature Human Behaviour detalla que la crianza positiva —de la que hace parte esta herramienta— contribuye a un mayor bienestar emocional y físico de los hijos. Pero, ¿en qué consiste exactamente? ¿Cuáles son sus beneficios? ¿Cómo se implementa? A continuación, lo detallamos.

Sobre la disciplina positiva

La rueda de las opciones hace parte de las técnicas de la disciplina positiva, una corriente promovida por la psicóloga Jane Nelsen. Se basa en la idea de que la educación no debe basarse en el castigo y el premio, sino en el respeto entre las personas.

En concreto, señala que el propósito de la educación no es corregir conductas, sino que los niños logren conectarse con sus propias emociones y con los entornos en los que se desenvuelven. De este modo, los pequeños aprenden a resolver sus problemas de una forma inteligente.

Este enfoque parte de la idea de que los premios y los castigos tienen dos posibles resultados; la rebelión o la adicción a la aprobación. Los niños terminan renunciando a ser lo que son, en función de esos estímulos externos.

La disciplina positiva busca que sean ellos mismos y la rueda de las opciones es una herramienta para conseguirlo.

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La disciplina positiva promueve la idea de que los niños reconozcan sus emociones para mejorar sus conductas.


¿Qué es la rueda de las opciones?

La rueda de las opciones es una herramienta de la disciplina positiva  para canalizar las emociones de rabia, frustración y enojo. Se enmarca en el concepto de «tiempo fuera en positivo». Es decir, la realización de una pausa en momentos específicos para pensar en cómo actuar.

Su objetivo es el de entrenar la habilidad del niño para que reflexione antes de dar rienda suelta a su enojo. Asimismo, para que sepa cómo puede calmarse una vez que está enojado, y conozca medios para volver a sentirse tranquilo.

Lo más interesante es que los niños son los que deben identificar y señalar cuáles son esas opciones para calmarse y volver a su punto de equilibrio. Esto les permite interiorizar esas soluciones. Y aunque esta herramienta suele aplicarse a niños mayores de 5 años, en realidad sirve para cualquier adulto.

¿Cómo ponerla en práctica?

Lo primero que se debe hacer es «ponerse en la situación». Buscar un momento en el que el niño esté calmado y pedirle que piense en aquellas situaciones que lo hacen sentirse muy enojado o ansioso. Es buena idea ambientar el ejercicio con la lectura de un cuento corto sobre la ira.

Después de que haya identificado la situación específica, se le pide que piense en todas las opciones posibles para salir del enfado o de la ansiedad. Es muy importante dejarlo hablar en libertad y tomar nota de todo lo que se le ocurra, incluso si parece fantasioso o poco práctico.

Entre más autonomía tenga el niño para encontrar sus propias soluciones, más eficaz será la rueda de las opciones. Una vez se tenga la lista, lo que sigue es evaluar cada una de ellas y elegir las mejores.

Tras esto, se dibuja la rueda en una cartulina y se divide en partes o «quesitos». En cada sección se escribe una de las soluciones que ha propuesto el niño. Después, se les pide que las pinten, las dibujen y las decoren. Cuando terminen, se plastifica y se deja en un lugar en donde puedan verla con frecuencia.

Algunos consejos para los padres

Entre más participación tengan los niños en la elaboración de la rueda de las opciones, más probable es que se sientan motivados a tomarla en cuenta. El papel de los padres es el de ayudar en la realización del proceso y no el de dirigirlo.

A través de este método se puede abordar cualquier tipo de situación que provoque enojo, estrés o frustración en los pequeños. Desde los conflictos con un compañero de clase, pasando por la resistencia a mantener su habitación ordenada, hasta la ansiedad por un examen.

Es muy importante no perder de vista que el objetivo es lograr que el niño reflexione sobre sí mismo y su conducta, y que encuentre salidas para esas emociones que le generan malestar. El propósito no es el de identificar los momentos en los que «se porta mal» y los medios para dejar de hacerlo.

Algunos consejos para los padres
Lo ideal es que los padres se involucren en la actividad con la rueda de las opciones para que los niños se sientan motivados de utilizarla.


Recomendaciones finales

La rueda de las opciones es una herramienta que también se puede utilizar con los hijos adolescentes. De hecho, es muy aconsejable que los padres y los maestros la apliquen a sí mismos antes de pedirle a los chicos que lo hagan. El ejemplo de autocontrol es fundamental.

Eso sí, su elaboración no va a producir cambios automáticos en el niño. Es normal que tras hacerla incurra de nuevo en enojos o frustraciones mal tramitadas. En esos casos, basta con recordarle —de manera amable— que mire los dibujos y que tenga presente que ya tiene en sus manos la solución.


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