Técnica Pomodoro: ¿cómo usarla para aumentar la productividad?

¿Un tomate puede ser clave para la productividad? Así es. Sigue leyendo y conoce más sobre la técnica Pomodoro, que te ayudará a enfocar tus esfuerzos.
Técnica Pomodoro: ¿cómo usarla para aumentar la productividad?

Última actualización: 01 abril, 2023

En un mundo como el de hoy, tan competitivo y demandante, la optimización del tiempo y del esfuerzo es una necesidad constante. Una forma sencilla y efectiva de lograr esto es con la llamada técnica Pomodoro.

Tal y como lo detalla un artículo compartido por los Institutos Nacionales de Salud, se trata de una herramienta cuyo objetivo es un trabajo enfocado, pero con descansos planificados en el medio. ¿Cómo implementarlo? ¿Cuáles son sus ventajas? Veamos.

¿En qué consiste la técnica Pomodoro?

¿Tienes muchas tareas y poco espacio para realizarlas? ¿Te da la impresión de que nunca vas a terminar los pendientes? ¿Piensas que el día debería tener 40 horas? Precisamente, la técnica Pomodoro es un recurso para gestionar el tiempo de trabajo de una manera eficiente. Además, mejora la productividad y la concentración.

Se trata de un método de reciente data —de la década de los noventa— cuya invención se atribuye a Francesco Cirillo, quien comenzó a utilizarlo en sus estudios universitarios. El nombre se debe a que él tenía un reloj de cocina con forma de tomate.

Consiste en centrarse en una sola tarea, bastante específica, durante 25 minutos. Estos lapsos de trabajo, llamados ‘sesiones Pomodoro’, se alternan con descansos cortos, de 5 minutos. Tras completar cuatro bloques, se toma un receso más largo.

Con el tiempo, se sugiere ir aumentando la duración de los lapsos Pomodoro, hasta un máximo de 50 minutos. Eso sí, los bloques de trabajo deben ser de total atención y concentración. La idea es hacer a un lado el viejo hábito de procrastinar.

De esta manera, se disminuye la impresión de estar saturados o abrumados. Y es que un descanso cada cierto tiempo tiene un impacto positivo tanto en la concentración como en el rendimiento mental.

Incluso, disminuye esa sensación de que estamos entre la espada y la pared, en una lucha constante contra el tiempo. Lo mejor es que terminamos la tarea con el mismo entusiasmo con que iniciamos y, de hecho, experimentamos una agradable sensación de logro.



¿Cómo aplicar la técnica Pomodoro para aumentar la productividad?

La técnica Pomodoro requiere organización
La organización es fundamental para que la técnica Pomodoro sea realmente efectiva.

La técnica Pomodoro es bastante sencilla. A continuación, describimos el proceso y aquello que debemos tener en cuenta para que sea efectiva.

  • Subdividir. Debemos fragmentar el trabajo en tantas tareas pequeñas como sea posible. Y si sigue pareciendo voluminoso, debemos subdividir más.
  • Hacer una lista de tareas y tachar las tareas listas. Ya tenemos una idea del trabajo, cuánto debemos hacer y los subprocesos. Ahora, es mejor hacer una lista para no olvidar ni dejar nada por fuera. Y cada vez que avancemos una casilla, tachamos.
  • Programar el cronómetro. Esta es la herramienta fundamental; un reloj, un cronómetro o un temporizador. Al iniciar la tarea específica, debemos programar para que suene en 25 minutos.
  • Concentrarse al máximo. La clave de la técnica Pomodoro es que durante esos 25 minutos nos olvidamos de todo lo que no sea la tarea. No pareja, no hijos, no perro, no móvil, no redes sociales. Nada.
  • Descansar. Tal y como cuando estábamos en la escuela, suena la alarma y detenemos todo lo que estamos haciendo. Marcamos la tarea como finalizada o avanzada, y tomamos un breve pero merecido descanso. En este haces lo contrario de lo anterior; piensas en lo que sea, menos en el trabajo.

¿Para qué se usa la técnica Pomodoro?

La técnica Pomodoro se puede aplicar por igual en el estudio o en el trabajo, ya que proporciona diversas ventajas en relación con las tareas. También ofrece beneficios para quien las realiza. Veamos los detalles.

Concentración

La concentración en las tareas académicas o laborales se ha convertido en un desafío. Son diversos los factores que pueden interrumpir la continuidad en el trabajo; otras actividades, las distracciones con los dispositivos electrónicos, dificultades para concentrarnos, entre otras.

En consecuencia, solo hay un resultado posible; la poca productividad. Precisamente, el principal aporte de la técnica Pomodoro es ayudarnos a enfocar en una sola tarea a la vez para llevarla a cabo con éxito y reducir o eliminar las distracciones.

Mejor administración del tiempo

Las investigaciones señalan que, en los ámbitos académicos, la técnica Pomodoro ha demostrado ser efectiva en lo que concierne a la administración del tiempo para la realización de tareas escolares.

Por otra parte, cuando aprendemos a trabajar de manera sistemática, sabemos lo que podemos lograr, controlamos los ritmos y nos organizamos mejor, en función del tiempo del que disponemos para la tarea total y para cada tramo.

Productividad y satisfacción

Según otro estudio, en el que se utilizó el Pomodoro en un entorno real de trabajo (en el área de desarrollo de software), después de aplicar esta técnica el número de interrupciones internas disminuyó de forma significativa. Aumentó la productividad y generó más satisfacción en los trabajadores.

Motivación y compromiso

A veces, el problema no es solo falta de tiempo o de atención, sino el compromiso y la responsabilidad. Quizás no empezamos la tarea porque pensamos que no vamos a poder terminarla, y no queremos sufrir culpas ni desencantos.

No obstante, si iniciamos dando un paso a la vez, y si asumimos cada pequeña tarea como un logro, esto también se puede convertir en un aliciente para continuar.

Disminución del esfuerzo y de la fatiga

Si cada cierto tiempo nos detenemos, el cerebro descansa y las posibilidades de fatiga mental disminuyen. En cuanto al aspecto físico, al levantarnos de la silla de trabajo podemos caminar y estirar un poco, lo que ayuda a evitar las consecuencias del sedentarismo, como la ciática, el dolor de cintura, la rigidez articular, entre otros.



Consejos para conseguir buenos resultados con la técnica Pomodoro

La técnica Pomodoro y la productividad sin distracciones
Evitar las posibles distracciones es importante para que cada tarea sea cumplida a la brevedad posible.

Usar la técnica Pomodoro, en el trabajo o en los estudios, no debe representar ninguna dificultad. Sin embargo, puede funcionar mucho mejor si tienes en cuenta los siguientes consejos:

  • Usar un tablero, cartelera o pizarra para anotar o visualizar las tareas.
  • Se puede dividir el tablero en tres zonas; pendientes, en proceso y terminadas.
  • Es posible comenzar con lo más urgente o lo más sencillo, según sea el caso.
  • Hay que alejarse de cualquier fuente de distracción.
  • Bajar el volumen del móvil o, de ser posible, apagarlo.
  • Al final de cada tarea completa, nos podemos dar una recompensa; un café, una galleta o cualquier aperitivo.
  • Si 25 minutos se hacen muy extensos, se puede comenzar con períodos cortos. Estos se van aumentando de forma gradual.
  • Evitar el multitasking. Es decir, no hacer varias tareas a la vez.
  • Determinar cuántos ‘Pomodoros’ toma una actividad.
  • No saltarse los descansos. Los recesos son la clave del éxito.

¿Para quién es adecuado recurrir a la técnica Pomodoro?

El método Pomodoro está recomendado para estudiantes y trabajadores. En la mayoría de los casos, se puede aplicar tanto del ámbito laboral como en el académico.

  • Por ejemplo, para un profesor que tiene que corregir una cantidad de evaluaciones, esta técnica puede ayudar a que no se sature.
  • También para un músico que tiene que ensayar por horas. Tomar breves descansos cada tanto es algo positivo.

Ahora bien, en otros casos puede ser más bien contraproducente. A un periodista, un escritor o, incluso, un artista plástico, 25 minutos puede ser apenas suficiente para introducirse en el asunto. Detenerse puede significar perder el ritmo, el flujo creativo o la inspiración.

En estas personas, lo más apropiado sería trabajar con períodos prolongados, de más de una hora. También es válido aplicarlo por tareas; cada vez que terminen una sección, podrían tomar un descanso largo.

Por último, en aquellos que son ansiosos, el uso de un cronómetro añade un factor de estrés, por lo que también es poco apropiado. Es posible que se preocupen más por el reloj que por la propia tarea. 

Una técnica muy efectiva en las condiciones apropiadas

En la antigüedad, el ser humano debía trabajar por horas, sin parar. Con las reformas laborales del siglo XX, este panorama comenzó a variar, acortándose las jornadas. Nos hemos dado cuenta de que, al parecer, en períodos cortos de actividad somos más efectivos.

No obstante, es oportuno aclarar que la creencia según la cual nuestra capacidad de atención es de tantos minutos, no tiene una base científica propiamente. Como sea, la técnica Pomodoro ha demostrado ser efectiva para muchos, aunque no es infalible.

Por supuesto, se puede probar por unos días para ver cómo funciona o si hay que adaptarla en algún sentido. Aun así, hay otras técnicas que también ayudan con la gestión del tiempo. Lo esencial es ponerlas en práctica, sobre todo si hay tendencia a la procrastinación.

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