A veces, cuando alguien te acerca hasta al abismo descubres que puedes volar
Escrito y verificado por el psicólogo Bernardo Peña
Cuando en una relación afectiva alguien te acerca hasta el abismo, es probable que sientas un profundo malestar. Las punzadas de dolor se instalan y empiezas a detectar que tal situación te desgasta cada vez más.
Hablamos, sin duda, de aquellos tipos de vínculos que afectan al propio bienestar. Esos lazos que al final dañan la autoestima de quien lo sufre, llevándole al límite y a pensar que todo está perdido.
Sin embargo, en ocasiones “tocar fondo” es justo el resorte que te hace ver que tienes alas, que es posible volar y llegar a otros destinos. A continuación te invitamos a considerar estas reflexiones.
Cuando alguien te acerca hasta el abismo…
A veces estar en pareja termina siendo sinónimo de infelicidad y malestar. Esa ilusión inicial hacia la otra persona se acaba convirtiendo en un callejón sin salida del que uno no sabe salir.Esta es una experiencia común que a cualquiera le puede pasar. No obstante, lejos de avergonzarse o castigarse por ello, está la opción de emplear esta vivencia como una vía para conocerse mejor a uno mismo.
Es decir, se trata de una oportunidad para que cada cual apueste por aquello que de verdad merece, que es sentirse querido y respetado en todo momento.
La resiliencia cuando alguien te acerca hasta el abismo
Ante ese acantilado de indefensión, la resiliencia actúa justo como un soporte para superar las adversidades.
- En esos instantes de sufrimiento emocional sientes que has llegado a los propios límites. Te dices aquello de “No puedo más”.
- Ahora bien, si acompañas esa frase del “Hasta aquí he llegado”, estarás en mejor disposición para iniciar un cambio.
- Más allá del desconsuelo y el llanto, esta es la ocasión para abrir las alas y recuperar todo eso que eras antes: alguien con optimismo, autoestima y que se valoraba lo bastante a sí mismo como para levantarse y seguir avanzando.
Haciendo uso de esa fuerza interior, te será más fácil abordar el dolor, la pérdida o el desengaño. Así, cuando alguien te acerca hasta el abismo, esta capacidad para encontrar aliento en medio de la oscuridad te ayudará a emprender el vuelo.
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El dolor que provoca cambios para avanzar
La tienes. Aunque no lo creas, tú también cuentas con esa valentía. Sin embargo, para aplicarla quizás te sea útil contemplar claves como las siguientes:
- El dolor forma parte del ciclo vital, lo que implica asumir la posibilidad de que algunas personas te decepcionen.
- Estas dificultades te pondrán a prueba, acercándote paso a paso hacia ese vacío del que querrás salir.
- Pero haber llegado hasta ahí no significa que seas débil o que hayas cometido un error.
- Solo es un camino en el que confiaste, aunque ahora las circunstancias te demuestren que acaso existen otras alternativas más apropiadas.
Así pues, reacciona, cambia el rumbo, abre las alas.
- Sufrirás durante un tiempo, pero el simple hecho de actuar y alejarte de lo que te hace daño es una decisión que pronto te irá reforzando.
- Poco a poco, sentirás que duele menos, las heridas irán sanando y te reencontrarás contigo de nuevo.
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Cuando descubres que puedes volar
Tú eres todo lo que has ido superando año tras año. Tras la historia que has ido construyendo, se esconden batallas que solo tú conoces y que, a la vez, te definen.
- El acercarte a lo largo de la propia trayectoria a más de un precipicio significa que te has atrevido a vivir. Que has asumido riesgos porque pensabas que valía la pena.
- Haberlos sorteado, así como evitar esas relaciones dolorosas e infelices son experiencias que te aportan sabiduría y perspectiva ante futuros desafíos.
- Porque la resiliencia es ese paracaídas emocional que te enseña a enfrentarte a este mundo complejo en el que las alegrías no siempre están aseguradas.
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Con todo, desviar la atención de esos vínculos que te dañan y te abocan al vacío parece una elección poco saludable. Mira en tu interior y recuerda que mereces ser feliz de nuevo. La próxima oportunidad se abre más allá del abismo…
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.