7 alimentos que puedes comer cuando padeces cálculos en la vesícula
Revisado y aprobado por la médico Maricela Jiménez López
Los cálculos o las piedras en la vesícula son deposiciones duras de colesterol y/o bilirrubina que se ubican en dicho órgano. Una persona puede tener uno o varios de ellos al mismo tiempo y estos pueden presentar tamaños variables. Cuando no generan síntomas molestos, normalmente, no requieren tratamiento; pero si la persona sufre dolor, náuseas o vómitos, lo más habitual es retirar la vesícula mediante cirugía.
Si este es tu caso, es probable que te preguntes qué puedes comer y si vas a tener que hacer grandes cambios a partir de ahora. Es importante saber que en esta condición de salud el papel de la dieta no es curativo ni tampoco mejora el pronóstico. Sin embargo, con una alimentación adecuada es posible calmar los síntomas digestivos (gases, náuseas y vómitos), no empeorar la situación y prevenir que se formen más piedras nuevas.
El principal consejo es seguir una dieta saludable, moderada en grasas y rica en fibra; que además incluya alimentos que favorecen la digestión y facilitan la función de la vesícula. A continuación, te brindamos algunas opciones junto con consejos de alimentación que te ayudarán a disminuir las molestias asociadas con esta condición.
1. Pollo, pavo y proteínas magras
Las fuentes de proteínas magras están indicadas porque, al tener pocas grasas, se digieren mucho mejor y no resultan pesadas. Además, para que sigan siendo de fácil digestión, conviene usar técnicas culinarias suaves, como la plancha, el horno o los salteados con poco aceite.
Aparte del pavo y el pollo, otros alimentos con proteína y poca grasa son las legumbres, el pescado blanco y el tofu.
2. Copos de avena
Los copos de avena remojados (en leche o bebida vegetal) y las gachas de avena se digieren muy bien, y es por ello que resultan un alimento indicado. Además, la avena tiene también un papel preventivo en la formación de nuevas piedras. La fibra que contiene ayuda a eliminar el colesterol, uno de los compuestos que se puede depositar en la vesícula y acabar formando un cálculo biliar.
3. Calabaza, calabacín y otras verduras de fácil digestión
Las verduras crudas y las verduras flatulentas pueden crear gases y malestar estomacal cuando la vesícula biliar no funciona bien. Para evitarlo, la calabaza, el calabacín, las judías tiernas o la zanahoria son opciones más adecuadas en esta ocasión.
Esto sí, es muy importante que estén bien cocidas (no crudas) y que en el proceso de cocción no se añadan alimentos muy grasos que las convertirían en poco digestivas. Bajo esta premisa, es muy aconsejable hacerlas hervidas, al horno o en cremas; y servirlas con un aliño suave de aceite y hierbas aromáticas.
4. Compota de manzana y frutas cocidas
Estas son una alternativa para las personas que tienen piedras y que no digieren bien las frutas crudas. El proceso de cocción y el triturado (en la compota) rompen las fibras y empiezan a descomponer la fruta, por lo que el trabajo que hacen los órganos digestivos es menor.
Para hacerlas un poco más atractivas, se pueden sazonar con una pizca de canela y servir con un poco de yogur, de queso fresco o encima de una tostada de pan integral. El plátano maduro es otra fruta que se digiere bastante bien, al igual que el melocotón y la pera al horno, que dan muy buen resultado.
5. Papaya y otras frutas con enzimas
La papaya, el kiwi y la piña contienen enzimas que facilitan la digestión, lo que es muy útil para reforzar la función de la vesícula biliar (que puede alterarse por la presencia de las piedras). Por lo tanto, cuando se padecen cálculos, es bueno incluirlas como postre (ya que sus propiedades ayudarán al estómago a descomponer lo que se haya ingerido primero).
6. Aceite de oliva, semillas de chía y otras grasas saludables
La ingesta de alimentos con grasa permite que la vesícula se contraiga, la bilis se vacíe con normalidad y no se acumule en forma de piedras. Por ende, los lípidos en la dieta son necesarios para prevenir la formación de nuevos cálculos.
Ahora bien, muchas personas con problemas en el hígado y la vesícula biliar tienen dificultad para digerir las grasas. Se trata de una reacción que cambia mucho de un individuo a otro, pero puede suceder. Por esta razón, es imprescindible incluirlas con moderación y elegir las llamadas «grasas buenas», como el aceite de oliva, el pescado azul, las semillas o el aguacate.
Las semillas de chía también son buenas para prevenir la formación de nuevos cálculos, ya que también son muy ricas en fibra y favorecen la eliminación de residuos que podrían precipitar en la vesícula. Solo hay que tener en cuenta algunas recomendaciones para consumir la chía con seguridad y evitar sus posibles efectos perjudiciales:
- No ingerir más de 25 gramos al día.
- Empezar por dosis bajas, de 5 gramos diarios, e ir aumentando 5 gramos cada semana (para comprobar que no producen gases y que se digieren bien).
- Dejarlas en remojo durante, al menos, 15 minutos.
- Beber un buen vaso de agua después de tomarlas, para que la fibra pueda hacer todas sus funciones.
7. Pan integral
El pan es un alimento que muchas personas comen a menudo y también puede ser positivo en esta condición. Para ello, hay que elegir pan integral porque, al contener fibra, favorece la eliminación del colesterol y evita que se pueda depositar en forma de piedras.
¿Qué alimentos están desaconsejados?
Hasta el momento hemos visto los alimentos que están indicados para las personas con piedras en la vesícula. Pero en esta condición también existe la cara B, que son aquellos alimentos que empeoran el trabajo del hígado y los que promueven la aparición de nuevos cálculos. En consecuencia, se aconseja evitar o reducir al máximo la ingesta de los siguientes productos:
- Alcohol: es un compuesto tóxico para el hígado y la vesícula biliar y dificulta su funcionamiento normal.
- Grasas trans o hidrogenadas: esto se debe a que su consumo aumenta el riesgo de formación de cálculos. Este tipo de grasa se encuentra presente en la margarina, los alimentos fritos, la bollería industrial y los platos listos para comer.
- Grasas saturadas: como las presentes en la carne procesada, la carne roja, el aceite de coco, la mantequilla y los quesos curados. Como pasa con las grasas trans, las saturadas también están relacionadas con mayor posibilidad de aparición de piedras, ya que un consumo excesivo puede aumentar el colesterol y este acabar precipitando en forma de cálculos.
Además, puesto que la existencia de piedras dificulta todo el proceso digestivo en general, es importante estar atentos a todas las intolerancias individuales y retirar o reducir aquellos alimentos que produzcan síntomas.
Otras recomendaciones adicionales
Tras el diagnóstico de cálculos es posible que la preocupación inmediata de muchos pacientes se centre en los alimentos que se pueden comer y los que no. Pero existen varios condicionantes, relacionados con la alimentación, que conviene tener en cuenta para implementar una dieta adecuada y que no perjudique más la situación.
En primer lugar, no es aconsejable saltarse comidas ni hacer ayunos, aunque el simple acto de comer genere molestias. Cada vez que ingerimos comida, la vesícula biliar se contrae y se vacía, lo cual es imprescindible para prevenir la formación de nuevos cálculos.
En segundo lugar, las comidas abundantes pueden ocasionar incomodidad, por lo que es preferible repartir las ingestas en cinco o seis tomas diarias.
Por último, es importante mantener un peso adecuado, ya que el sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para esta condición. Ahora bien, si se necesita adelgazar, se debe tener mucho cuidado con las dietas drásticas y muy bajas en calorías, pues tienen como posible efecto secundario la aparición de piedras en la vesícula. Lo mejor es experimentar una pérdida de peso paulatina y evitar dietas de moda o que ofrezcan resultados exprés.
En la búsqueda por estar mejor, es habitual encontrar información sobre remedios caseros para eliminar las piedras y reducir los síntomas. Si los consideras, recuerda consultar a tu médico antes de usar cualquier planta medicinal o suplemento herbario. Tal como indican los expertos del Mount Sinaí, hay que asegurarse que su aplicación no interfiere con el tratamiento médico indicado y que sea adecuado para el tamaño y el tipo de piedra que se padece.
La alimentación es un soporte al tratamiento y contribuye a la salud de la vesícula
Aunque la dieta no es curativa, cuando aparecen cálculos biliares conviene ingerir alimentos de fácil digestión y que favorezcan la función de la vesícula y el hígado. De este modo, es posible sobrellevar mejor los principales síntomas, que pueden aparecer en mayor o menor medida, según cada persona.
Algunos de estos alimentos recomendados son la papaya, la avena, el kiwi y las carnes magras, que se deben incluir en el marco de una dieta saludable y equilibrada en general.
Además, como complemento, es muy útil elaborar un registro personal, para identificar exactamente cuáles son los alimentos mejor y peor tolerados y, así, poder sumarlos o restarlos a los que hemos visto en este artículo.
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