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8 alimentos no recomendados si padeces colon irritable

6 minutos
Brócoli, pasta integral, queso y manzana. Aunque se trate de alimentos deseables, pueden empeorar los síntomas habituales de esta enfermedad. 
8 alimentos no recomendados si padeces colon irritable
Maria Patricia Pinero Corredor

Revisado y aprobado por la nutricionista Maria Patricia Pinero Corredor

Escrito por Equipo Editorial
Última actualización: 03 octubre, 2024

El síndrome de intestino irritable (SII) es una condición que afecta cada día a más personas y se caracteriza por dolor y distensión abdominal y ritmo intestinal alterado (ya sea diarrea o estreñimiento). El tratamiento es variable según cuál sea la causa, pero no hay duda de que los hábitos de vida contribuyen al manejo de los síntomas y a un mayor bienestar.

Una dieta poco adecuada puede desencadenar cualquiera de estas manifestaciones, al contener alimentos irritantes, poco digestivos o flatulentos. Así, los fritos, los picantes, los lácteos, los vegetales crudos e, incluso, algunas frutas, no suelen ser aconsejables.

¿Significa esto que hay que eliminarlos? La respuesta es no. La clave está en conocer aquellos que suelen ser más problemáticos e introducirlos según la tolerancia individual y el estado de salud de cada afectado. Detallamos la lista de los «sospechosos» más habituales a continuación.

1. Altos en grasa

Comer alimentos muy grasos puede causar problemas digestivos en personas con SII, con síntomas como gases, hinchazón y diarrea. Esto sucede con la mantequilla, la nata y otros productos con una alta cantidad de lípidos:

  • Salchichas, embutidos, patés.
  • Pasteles, bizcochos, bollería, galletas.
  • Salsas y condimentos con nata y quesos.
  • Empanados y fritos de todo tipo: patatas, verduras, pescado o carne.

La grasa es un nutriente esencial, por lo que no se puede eliminar por completo. Disminuir la cantidad y elegir fuentes de lípidos saludables (aceite de oliva, aguacate y frutos secos), puede ser suficiente para evitar el malestar.

2. Leche y derivados

Se trata de alimentos que causan heces sueltas, hinchazón y gases en numerosos afectados por colon irritable. Esto se debe, en parte, al alto porcentaje de grasa y a la presencia de lactosa. Si se presentan dificultades para digerir los lácteos, es aconsejable retirar o reducir la ingesta de los siguientes productos:

  • Leche.
  • Nata y helados.
  • Quesos curados.
  • Queso ricota, mascarpone, queso fresco.

Las bebidas vegetales de coco y arroz, al igual que leche de almendras casera, pueden ser buenas alternativas. Lo mejor es elegir las que tienen calcio añadido y sin azúcar o edulcorantes.

3. Picantes

Se recomienda la retirada de alimentos y condimentos picantes, en especial para aquellas personas más sensibles a ellos. Los síntomas que suelen acarrear son ardor y reflujo. Los más conocidos son diferentes especias y salsas, como la sriracha, los habaneros, la pimienta de cayena y los jalapeños (entre otros).

Además, hay que tener cuidado con otros ingredientes, como el ajo y la cebolla. Estos, además de ser picantes, contienen fructanos, un tipo de carbohidrato muy fermentable que puede desencadenar gases, eructos, diarrea y estreñimiento.

El sabor y el toque aromático que aportan estas especias se pueden obtener con hierbas aromáticas y condimentos suaves como el cilantro, la canela, el comino, la albahaca y el perejil.

4. Flatulentos

Algunas verduras y otros alimentos pueden causar gases porque son difíciles de digerir. Se trata de un problema que ya es habitual en muchas personas y los individuos con colon irritable (más sensibles) pueden ser más propensos. La lista de los más perjudiciales incluye los siguientes:

  • Brócoli
  • Coliflor
  • Repollo
  • Legumbres
  • Alcachofas
  • Coles de Bruselas
  • Ensaladas y vegetales crudos o poco cocidos

El resto de verduras se pueden incluir sin ningún problema, ya sea en cremas, asadas al horno, salteadas o en guisos. Algunas especias, como el laurel, el anís y el comino, ayudan a digerir mejor los alimentos flatulentos.

5. Integrales

Para las personas con colon irritable es recomendable reducir los granos integrales y sus derivados. Dada la presencia de fibra insoluble, pueden tener más dificultad para digerirlos y ser fuente de gases e hinchazón.

Los granos, el pan y la pasta blancos son de fácil digestión y no suelen generar problemas. Además, la avena es otro alimento positivo, ya que es rica en fibra soluble, que se tolera mejor.

Ahora bien, la fibra no se puede eliminar del todo de la dieta, puesto que ayuda a mantener el intestino y la microbiota en buen estado. Por este motivo, es positivo probar el margen de aceptación, sobre todo en períodos de remisión de los síntomas.

6. Edulcorantes

Muchos productos sin azúcar añadido se elaboran con alcoholes de azúcar, un tipo de endulzantes que no se absorben bien y pueden causar diarrea y cólicos. Algunos de los más usados son el eritritol, el sorbitol y el xilitol; y se encuentran en los siguientes comestibles:

  • Chicles y caramelos
  • Refrescos y bebidas energéticas
  • Chocolates y bollería sin azúcar
  • Lácteos y postres sin azúcar añadido o «0-0»

7. Frutas altas en fructosa

Como pasa con la lactosa, la fructosa que no se absorbe en el intestino delgado llega al colon, donde la microbiota intestinal puede fermentarla. Esto causa la aparición de gases, que empeoran los síntomas del SII (independientemente de si existe intolerancia a la fructosa).

La fructosa es un monosacárido que se encuentra en la fruta, la miel y en productos procesados. Así, algunos de los alimentos que conviene vigilar son los siguientes:

  • Jugos de frutas.
  • Miel, siropes y melazas.
  • Frutas deshidratadas: pasas, ciruelas, albaricoques.
  • Frutas frescas: manzanas, peras, melocotones, cerezas, mango.
  • Productos con jarabe de maíz alto en fructosa: refrescos, comidas rápidas, golosinas, salsas y condimentos, helados.
Las frutas mejor toleradas suelen ser los frutos rojos, el plátano, la papaya y el kiwi.

8. Café, alcohol y refrescos

La cafeína es un estimulante intestinal que activa el tránsito, la urgencia por evacuar y el dolor de estómago. Lo mismo pasa con el alcohol, que afecta la motilidad y la permeabilidad del intestino. Las bebidas carbonatadas tampoco son recomendables, ya que suelen desencadenar gases e hinchazón en muchos pacientes.

El agua es la mejor bebida para mantener una hidratación adecuada. El nivel de tolerancia a la cafeína puede variar mucho entre personas afectadas, por lo que es posible testar el umbral de aceptación.

Más allá del café, hay que tener cuidado con el té, el cacao y algunos refrescos, que también contienen cafeína. 

Otras recomendaciones

La alimentación no basta para reducir la aparición y la severidad de los síntomas. Existen otros hábitos saludables para el colon irritable, con rutinas como comer despacio, en ambientes relajados y en cantidades moderadas.

Aunque existen unos cuantos alimentos poco recomendados, la dieta para el colon irritable incluye muchas opciones saludables y no tiene motivo para ser monótona ni poco sabrosa:

  • Huevos.
  • Aguacate.
  • Aceite de oliva.
  • Vegetales cocidos.
  • Carne magra y pescado.
  • Frutas bajas en fructosa.
  • Avena, arroz, quinoa, mijo y derivados.
  • Bebidas vegetales y postres elaborados con ellas (tipo yogur o kéfir).

Hay que tener en cuenta que no es bueno llevar una alimentación muy restrictiva. Por esta razón, solo se tiene que evitar y reducir la ingesta de aquellos alimentos que desencadenan síntomas de manera individual. Para evitar déficits nutricionales y ayudar a establecer una pauta adecuada, es muy recomendable buscar la ayuda de un nutricionista.

De igual forma, es imprescindible hacer actividad física con regularidad, asegurar el descanso nocturno y evitar el estrés, en la medida de la posible.

Modificar la dieta con estos consejos te ayudará a sobrellevar mejor los síntomas

La dieta ideal para el colon irritable no existe, pero se sabe que algunos alimentos son más susceptibles de empeorar la situación. Algunos de estos, como el alcohol, la bollería o la comida rápida, pueden ser prescindibles, ya que aportan pocas cosas buenas.

Pero en la lista también se encuentran opciones muy sanas, como varias frutas, legumbres o productos integrales. Para no tener que eliminarlos para siempre, es clave testar la tolerancia individual y reducir solo aquellos que generen malestar.


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