Candidiasis en hombres: causas, síntomas y tratamiento

La candidiasis genital en los varones es más frecuente en los que no están circuncidados. Aunque casi nunca es grave, puede ser la señal de la existencia de otra enfermedad, como la diabetes.
Candidiasis en hombres: causas, síntomas y tratamiento
Mariel Mendoza

Escrito y verificado por la médica Mariel Mendoza.

Última actualización: 29 enero, 2024

La candidiasis en los hombres es una infección causada por el hongo Candida albicans. Si bien el sobrecrecimiento de esta levadura es más frecuente en el sexo femenino, ello no excluye la posibilidad de que los varones la padezcan.

Las tres localizaciones principales de la enfermedad están en el área genital (como balanopostitis), al interior de la boca (como aftas) y en la superficie de la piel. Claro que la mayor preocupación de los pacientes se centra en la primera y es sobre la que hablaremos.

¿Qué causa la candidiasis en el hombre?

Candida albicans es un tipo de hongo unicelular que se encuentra en pequeñas cantidades en la boca, el tracto digestivo y la piel de los seres humanos. Por lo general, es inofensivo y convive en la microbiota normal.

Sin embargo, bajo ciertas condiciones, puede proliferar y causar infecciones. Eso sucede cuando hay un desequilibrio que fomenta el sobrecrecimiento del hongo.

Candida albicans no es el único tipo de cándida que puede causar infecciones en los seres humanos. Otras especies con esta capacidad son Candida glabrata, Candida parapsilosis, Candida tropicalis y Candida krusei.

Hablando de la cándida más común, debemos decir que tiene una forma ovalada o redonda cuando se observa al microscopio. Es una levadura y tiene también la capacidad de desarrollar estructuras filamentosas llamadas hifas.

Una capacidad que potencia la posibilidad de infección es que forma biofilms. Estas son comunidades de microorganismos que se adhieren a distintas superficies. Gracias a ellos, genera resistencia a ciertas sustancias, como los antimicóticos.


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Factores de riesgo de candidiasis en los hombres

Aunque un varón puede tener candidiasis al adquirir el hongo en un contacto sexual, la enfermedad no se considera una infección de transmisión sexual (ITS). Ello es así porque también es posible desarrollar el cuadro clínico sin contagio, a partir de un desequilibrio de la microbiota.

Los hombres con mayor riesgo de desarrollar candidiasis son los que reúnen alguno de los siguientes factores de riesgo:

Depresión del sistema inmunitario

La cándida, como ya dijimos, es parte de la microbiota normal. No sobrecrece porque está controlada por el sistema de defensa humano.

En caso de una depresión del sistema inmunitario, por una enfermedad como el VIH o un tratamiento con inmunosupresores, por ejemplo, no estará la contención adecuada. En esas circunstancias, la candidiasis reviste mayor peligro, ya que puede tomar distintos órganos a la vez y llegar a tejidos profundos.

Contacto sexual con una mujer infectada

La candidiasis en hombres puede producirse por el contacto directo de la piel del pene con una mujer con su vagina infectada por el hongo. Para ello, el contacto debe haber sido realizado sin la protección de un preservativo.

Diabetes

Las personas que viven con diabetes, en especial si no logran un buen control de su glucemia, se encuentran en mayor riesgo. De hecho, las proyecciones indican que en el futuro debemos esperar más infecciones urogenitales entre los varones con diagnóstico de diabetes, sobre todo en los países desarrollados.

Falta de circuncisión

No tener el pene circuncidado favorece la candidiasis en hombres y otras infecciones genitales. El prepucio es responsable de aumentar la humedad del glande, creando el ambiente idóneo para el crecimiento del hongo.

Algunos expertos recomiendan la circuncisión en varones que tienen un riesgo elevado de candidiasis por otros motivos. Por ejemplo, en aquellos con diabetes o con inmunosupresión.

Alteraciones de la flora intestinal

Si bien estamos hablando de una infección genital, los desequilibrios de la flora del intestino favorecen la proliferación de levaduras en las heces fecales, muy por encima de lo normal. Luego, el contacto del pene mediante una relación sexual anal, o la contaminación accidental con las heces, podría derivar en infección.

Uso de antibióticos

Tener que ingerir un antibiótico en razón de una enfermedad respiratoria, por ejemplo, implica cambios en la microbiota del todo el cuerpo. La muerte de bacterias beneficiosas de la piel deja vía libre para un sobrecrecimiento de los hongos.

Este efecto secundario es más notorio cuando se usan antibióticos de amplio espectro o por tiempo prolongado. Por ello es esencial respetar las indicaciones médicas de estos fármacos y solo usarlos en casos justificados, nunca en automedicación.

Deficiente higiene íntima

La falta de higiene íntima suele propiciar un ambiente más húmedo en el pene, amigable con el crecimiento del hongo. A su vez, el aseo excesivo de la zona genital masculina con sustancias irritantes, como jabones perfumados, altera la flora bacteriana de la piel. Ello debilita la barrera natural, permitiendo el sobrecrecimiento de la cándida.

Síntomas

La cándida, cuando afecta al pene, genera inflamación en el prepucio y en el glande, lo que se denomina balanopostitis. De acuerdo con las investigaciones, casi el 60 % de las balanopostitis son ocasionadas por Candida albicans.

Las principales manifestaciones serán las siguientes:

  • Desarrollo de pequeñas protuberancias similares a las erupciones
  • Manchas con un tono pálido en el glande o en el prepucio
  • Inflamación y enrojecimiento en la piel del pene
  • Incomodidad durante el sexo o al masturbarse
  • Secreciones en el pene con olor
  • Picor e irritación
  • Ardor al orinar

El recubrimiento del glande por una capa blanquecina suele ser característico. Además, la picazón puede llevar al rascado con ruptura de las protuberancias y propagación de la infección a las zonas aledañas, como la ingle y el escroto.

Las infecciones por candidiasis en el hombre no suelen causar síntomas agudos o de inmediato. Por lo general, el desarrollo es lento y con intensidad leve.

¿Cuáles son las complicaciones de la candidiasis en el hombre?

Es infrecuente que la candidiasis en los hombres evolucione con complicaciones graves. De todas maneras, en algunos pacientes es posible que aparezcan algunos de los siguientes cuadros:

  • Recurrencia: por la persistencia de los factores de riesgo, la infección se repite a menudo.
  • Adherencias y fimosis: si la candidiasis es recurrente o no se logran curaciones completas, habrá riesgo de que queden fibrosis y cicatrices en el glande. Las mismas podrían tensar el prepucio y retraerlo, originando fimosis y estrechamiento del conducto de la uretra.
  • Infecciones del tracto urinario: en pocos casos, la candidiasis puede extenderse hacia el sistema urinario. Sucede en personas hospitalizadas o en aquellas con sondas.

Si el hongo alcanza el torrente sanguíneo, algo facilitado en pacientes con inmunosupresión, ocurrirá una candidemia. Es una situación muy grave que pone en riesgo la vida, pero por fortuna, poco frecuente. Los síntomas incluyen fiebre, fatiga extrema y falla de los órganos.

¿Cómo se hace el diagnóstico?

La candidiasis en los varones se diagnostica mediante la observación clínica. El cultivo de las lesiones en el glande solo se reserva para situaciones dudosas, para confirmar la especie del hongo, en casos de resistencia al tratamiento o en pacientes con enfermedades graves de base.

Otra opción es el test rápido con hidróxido de potasio. Esta sustancia disuelve células humanas y otras estructuras celulares, pero conserva las paredes de los hongos y las levaduras. De todas maneras, la prueba tiene que realizarse mediante un raspado de la lesión primero, a cargo de un profesional.



Tratamiento de la candidiasis en los varones

La infección leve y común suele ceder y curarse con antimicóticos tópicos, en crema. Muchos de los fármacos útiles son de venta libre, aunque siempre es preferible tener la prescripción médica para utilizar el adecuado a nuestro caso.

Los antimicóticos tópicos se aplican a diario por una semana. Se puede prolongar el tiempo de uso a 10-21 días si se trata de una recurrencia o una infección que no mejora rápido.

Las monodrogas más empleadas en cremas son clotrimazol, miconazol, imidazol y ketoconazol. No obstante, es posible hacer un tratamiento oral con fluconazol en cuadros complicados.

A su vez, hay que tomar algunas medidas concomitantes para favorecer la curación, como una buena higiene íntima, el uso de ropa de algodón y no de textiles sintéticos, y el secado adecuado del pene tras el baño. En caso de tener pareja, la otra persona también debe recibir tratamiento, por precaución.

¿Cómo prevenir la infección?

La prevención de infecciones por cándida implica adoptar medidas que ayuden a mantener un equilibrio en la microbiota y reduzcan los factores de riesgo, como las siguientes:

  • Practica sexo seguro con preservativo.
  • Usa ropa interior transpirable de algodón.
  • Lava los genitales con agua y jabón de modo regular.
  • Controla las enfermedades de base, como la diabetes.
  • Evita irritantes en jabones y en productos de cuidado personal.
  • Usa antibióticos solo cuando te los prescriba un médico. No te automediques.
  • Sécate bien después del baño, ya que la humedad favorece el crecimiento de los hongos.

La candidiasis en hombres puede ser signo de algo más

En ocasiones, se ha descrito a la candidiasis en hombres como una de las primeras manifestaciones de diabetes. También puede ser la señal de un problema en el sistema inmunitario.

No solo la presentación genital indica esto. También la candidiasis oral y la cutánea apuntan en la misma dirección.

La cándida en la boca provoca lesiones blancas y cremosas con sangrado leve cuando se frotan. En episodios de gravedad, las lesiones pueden extenderse hasta el esófago.

Por su parte, la candidiasis cutánea puede ser la responsable del pie de atleta. Suele cursar con erupciones, grietas en los bordes de las lesiones, pústulas y descamación del área.

Es así que, sea cual fuere la presentación, la decisión del tratamiento debe ser consultada a un médico. Incluso, teniendo a disposición medicamentos de venta libre.


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