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Té vs. café, cómo elegir el mejor según la ciencia

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Tanto el café como el té aportan beneficios al cuerpo, pero mientras uno ofrece un impulso rápido para activar cuerpo y mente, el otro brinda una concentración más sostenida y sin sobresaltos. ¿Con cuál te quedas?
Té vs. café, cómo elegir el mejor según la ciencia
Maria Patricia Pinero Corredor

Revisado y aprobado por la nutricionista Maria Patricia Pinero Corredor

Última actualización: 23 junio, 2025

El té y el café son dos de las bebidas más consumidas en el mundo, pero pocas veces nos detenemos a pensar en cuál es mejor según lo que buscamos, ya sea energía inmediata, mayor concentración o más hidratación.

Aunque el café y el té ofrecen propiedades y ventajas similares —como su contenido de cafeína y antioxidantes beneficiosos para la salud—, también tienen efectos distintos en el cuerpo. Mientras que una taza humeante de café puede ser el empujón que necesitas para comenzar el día, el té puede brindar un efecto más suave y relajante.

Te contamos las diferencias clave entre ambas infusiones para que puedas decidir con más claridad cuál es la mejor opción para ti.

¿Cuánta cafeína contienen?

A pesar de que muchas personas piensan que el té contiene «teína», posee cafeína igual que el café. De hecho, existen varias fuentes de cafeína, como el chocolate negro.

Una taza (236 mililitros) de café regular posee entre 80 y 100 miligramos de cafeína. En el té, la cantidad varía según su tipo:

  • El té matcha tiene 38 y 90 miligramos.
  • El té verde tiene entre 40 y 70 miligramos.
  • Las infusiones de hierbas pueden contener poco o nada.
  • El té negro posee alrededor de 48 miligramos de cafeína.

Este compuesto tiene sus ventajas. Puede mejorar el estado de alerta y concentración, por lo que es bueno para acompañar el trabajo o el estudio. Además, puede mejorar el ánimo. A largo plazo, puede potenciar el rendimiento deportivo y, junto con hábitos sanos, puede ayudar a prevenir enfermedades cardíacas, diabetes y problemas cognitivos.

Se considera que es seguro consumir hasta 400 miligramos de cafeína por día. Un consumo excesivo puede causar nerviosismo, ansiedad o problemas para dormir.

¿Cuál aporta más antioxidantes?

Si nos preguntamos cuál es mejor en cuanto a sus compuestos, la realidad es que ambos son alimentos ricos en antioxidantes, que ayudan al cuerpo a protegerse frente a ciertos daños de las células y a prevenir enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas, cáncer o diabetes.

Así, dentro los beneficios de incluir una taza de café y de té, ambas infusiones aportan un tipo particular de antioxidantes llamados polifenoles:

  • El té verde y el té blanco destacan por su alta concentración de catequinas y flavonoides.
  • El café contiene ácidos clorogénicos y fenólicos, aunque su concentración puede disminuir con el proceso de tueste.
En general, cuanto menos procesada sea la bebida, mayor será su contenido antioxidante. Por eso, tanto estos tipos de tés como el café de tueste medio pueden ser opciones más beneficiosas.

¿Cuál da más energía?

En términos generales, el café es conocido por brindar un impulso rápido de energía. Su alto contenido de cafeína conduce a un aumento de la dopamina y la noradrenalina en el cuerpo, y puede mejorar el estado de alerta, la concentración y el rendimiento cognitivo en el corto plazo.

Por su parte, el té ofrece un efecto más equilibrado y suave en el aumento de energía. Gracias a la combinación de cafeína y teanina, un aminoácido relajante, un beneficio de tomar té es que puede ayudar a mantener la atención sin provocar el «bajón de energía» que a veces genera el consumo de café.

De todas maneras, depende mucho de con qué variedad de té se compare el efecto. Por ejemplo, el té matcha, que proviene de la misma planta que el té verde (Camellia sinensis), tiene cantidades de cafeína incluso más altas que el propio café. Por lo tanto, es posible que una taza de esta infusión te brinde más energía que la de otro tipo de té.

¿Cuál hidrata más?

Se suele decir que las infusiones son bebidas que deshidratan, debido a que suelen tener un efecto diurético y brindar una sensación de sequedad en la boca. Sin embargo, no existe evidencia de que esto sea así. En realidad, la sequedad que aparece después de tomar un café o un té proviene de sus taninos.

Por el contario, tanto el té como el café ofrecen una hidratación similar al agua y no es posible indicar que uno hidrate más que el otro. De todas maneras, esto no significa que beberlos todo el día en reemplazo del agua sea saludable. Es decir que pueden contribuir a las necesidades diarias de líquidos solo cuando se ingieren con moderación.

¿Es mejor tomar té o café por la mañana?

Depende del estilo de vida y de cómo reaccione el cuerpo a la cafeína. Así, no puede afirmarse que el café o el té sea mejor para empezar el día con energía. De todas maneras, una taza de café podría ser más efectiva si se necesita un impulso fuerte para activar por la mañana. En cambio, el té sería una opción adecuada si se prefiere una mañana tranquila o existe sensibilidad a los efectos de la cafeína.

En conclusión, ¿es mejor el té o el café?

No es posible asegurar que el té o el café sea mejor. En realidad, depende de las preferencias o intereses de cada persona y de la cantidad que se consuma. Un consumo moderado de cualquiera de ambos hidrata, da energía y aporta antioxidantes con muchos beneficios para la salud.

Sin embargo, existen algunos puntos a tener en cuenta. Por ejemplo, tener sensibilidad a los efectos de la cafeína, padecer migrañas o problemas del corazón hace que sea mejor optar por tés. Y, sobre todo, por los que poseen una menor cantidad de cafeína, como los herbales, el té blanco, o las bebidas libres de cafeína, como puede ser una infusión de jengibre o un café descafeinado.

Por el contrario, quienes disfrutan de una buena dosis de cafeína para obtener energía de forma rápida suelen preferir un café, un expreso o un té matcha. Pero, también cabe recordar que pueden ocasionar ansiedad, problemas para dormir y hasta adicción a la cafeína.

En cualquier caso, es recomendable consumir menos de 400 miligramos de cafeína por día, lo que se traduce en unas tres o cuatro tazas de café y en unas cinco o seis tazas de té, según la variedad. Y, en caso de embarazo, se aconseja reducir esa cantidad a la mitad como máximo diario o consultar con un médico.


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