¿Cuál es la diferencia entre gingivitis y periodontitis?
Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa
La gingivitis y la periodontitis son dos afecciones frecuentes que dañan las encías. A menudo se mencionan juntas, pero es importante entender que no son lo mismo.
Cuando las bacterias de la boca se acumulan, se puede desarrollar una enfermedad. Su estadio inicial es lo que conocemos como gingivitis, que no es más que la inflamación del tejido de las encías.
Si no se trata de manera oportuna, la gingivitis puede evolucionar a periodontitis. Esta etapa avanzada daña el hueso y las demás estructuras que sostienen los dientes, lo que puede derivar en la pérdida de elementos dentarios.
¿Qué es la gingivitis?
La gingivitis es una forma leve y temprana de enfermedad en las encías. Se caracteriza por la inflamación del tejido gingival y es causada, principalmente, por la acumulación de placa bacteriana.
La placa bacteriana es una película pegajosa de bacterias y residuos que se forma de manera constante en los dientes y las encías. Si no se elimina a través del cepillado y el uso de hilo dental, se acumula. Con el tiempo, puede calcificarse y convertirse en sarro, que solo puede ser removido por un odontólogo.
Si se interviene a tiempo, la gingivitis es reversible y no genera complicaciones mayores. Por el contrario, si no se trata, progresa a etapas más graves, como lo es la periodontitis.
Síntomas
La inflamación de las encías se manifiesta con los siguientes síntomas:
- Mal aliento.
- Sensibilidad dentaria.
- Encías hinchadas y de color rojo oscuro
- Sangrado de encías al cepillarse los dientes o al usar hilo dental
Tratamiento
El tratamiento de la gingivitis se enfoca en reducir la inflamación y prevenir su progresión a periodontitis. Esto es posible con prácticas sencillas para eliminar la placa bacteriana, como las siguientes:
- Limpieza dental profesional: los odontólogos eliminan el sarro y la placa bacteriana acumulada con instrumentos especiales.
- Cepillado dental: cepillarse con pastas dentales con flúor, al menos dos veces al día, y utilizar las técnicas adecuadas al hacerlo, previene la acumulación de placa.
- Enjuague bucal antiséptico: el odontólogo puede indicar el uso de algún colutorio especial, durante un tiempo determinado, para reducir las bacterias y la inflamación. Por ejemplo, podría recetar uno con clorhexidina.
- Higiene con hilo dental: usar hilo dental, al menos una vez al día, elimina la placa bacteriana que se acumula entre los dientes y por debajo de la línea de las encías. Se puede complementar con cepillos interdentales o irrigadores bucales.
Llevar una dieta equilibrada favorece la salud de las encías y es un modo de prevenir la gingivitis. Se recomienda evitar el consumo excesivo de azúcares y, a su vez, dejar de fumar.
¿Qué es la periodontitis?
También conocida como piorrea, la periodontitis es una forma avanzada y grave de enfermedad de las encías, que ocurre cuando la gingivitis no se trata a tiempo. La persistencia de la placa bacteriana cerca de la línea de las encías libera toxinas que irritan la zona y desencadenan una respuesta inflamatoria que daña los tejidos de sostén de los dientes.
Sin el tratamiento oportuno, la acumulación de placa bacteriana y sarro conduce al retroceso y separación de las encías de los dientes. Esto forma bolsillos periodontales donde se asientan más bacterias, lo que facilita los procesos infecciosos.
Las infecciones profundas dañan el cemento que recubre las raíces, las fibras periodontales que mantienen a los dientes en su lugar y el hueso que aloja las piezas dentarias. Al perder soporte, los dientes comienzan a moverse y, con el tiempo, pueden caerse (es lo que se llama «edentulismo»).
Síntomas
La piorrea ocurre en etapas progresivas. Cuanto más avanzado esté el proceso destructivo, más graves serán los síntomas de la periodontitis, como los siguientes:
- Mal aliento.
- Dolor al masticar.
- Encías rojas e hinchadas.
- Sensibilidad y dolor de encías.
- Retracción gingival y raíces expuestas.
- Salida de pus entre los dientes y las encías.
- Dientes que se mueven o cambian de posición.
- Sangrado de las encías al cepillarse, al comer o de manera espontánea.
Consecuencias
La periodontitis puede llevar a la pérdida de las piezas dentarias y, junto con las caries, es una de las principales causas de edentulismo. Pero, además de los efectos locales, tiene un impacto significativo en la salud sistémica.
La inflamación crónica y la propagación de bacterias a través del torrente sanguíneo pueden contribuir a un estado inflamatorio generalizado. Numerosos estudios científicos han establecido vínculos entre la periodontitis y la diabetes, las complicaciones en el embarazo, la artritis reumatoide, las enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
Tratamiento
Además de mejorar la higiene bucodental y eliminar hábitos nocivos, el tratamiento de la periodontitis incluye prácticas específicas, según la gravedad. La elección de los procedimientos adecuados dependerá del estado de la enfermedad.
El abordaje puede incluir lo siguiente:
- Higiene oral: mantener la correcta higiene bucal puede enlentecer el progreso.
- Medicamentos: a veces, es necesario el uso de antibióticos orales o tópicos para combatir la infección y reducir la inflamación.
- Limpieza profunda: incluye procedimientos como el raspado y alisado radicular, para eliminar el sarro y la infección debajo de las encías.
- Injertos óseos: cuando la pérdida de hueso es muy severa, se pueden usar injertos de hueso para regenerarlo y mantener la estabilidad de los dientes.
- Cirugía periodontal: en casos severos, se pueden practicar procedimientos quirúrgicos para limpiar en profundidad por debajo de la encía y reducir las bolsas periodontales.
Luego de los tratamientos específicos, es necesario continuar con un mantenimiento. Las visitas frecuentes al dentista permiten monitorear la salud periodontal y evitar recaídas.
La periodontitis temprana es más fácil de tratar y controlar.
¿Quiénes tienen más riesgo de sufrir la enfermedad de las encías?
Gingivitis y periodontitis comparten como causa principal la acumulación de placa bacteriana. Cuando las bacterias en la boca interactúan con los azúcares de los alimentos, liberan subproductos que irritan las encías y desencadenan la inflamación.
Pero, además de las bacterias, hay factores adicionales que pueden influir, como los siguientes:
- Problemas crónicos de salud: padecer diabetes, VIH o cáncer.
- Fumar: este hábito nocivo para los dientes favorece el desarrollo de enfermedades periodontales y reduce las posibilidades de que el tratamiento sea eficaz.
- Mala higiene bucal: no cepillarse los dientes ni usar hilo dental ocasiona el acúmulo de placa bacteriana y la consecuente inflamación de las encías.
- Cambios hormonales: durante el embarazo, la pubertad y la menopausia, los cambios hormonales pueden aumentar la respuesta inflamatoria del tejido de las encías.
- Nutrición: un déficit de vitamina C está relacionado con problemas gingivales. Asimismo, una alta ingesta de azúcares simples favorece la multiplicación de las bacterias patógenas.
- Dientes apiñados o malposiciones dentarias: la maloclusión dental, con piezas dentarias superpuestas y desalineadas, dificulta la higiene y favorece la acumulación de placa bacteriana y sarro.
- Uso de medicamentos: algunos fármacos cardiológicos, anticonvulsivos y drogas inmunosupresoras pueden agrandar las encías como efecto secundario y favorecer el asiento de microorganismos.
Si mantienes las encías sanas, no habrá gingivitis ni periodontitis
La prevención es una de las principales estrategias para evitar el desarrollo y la progresión de la enfermedad de las encías. Estar atentos a los síntomas tempranos y actuar a tiempo puede evitar muchas complicaciones.
Llevar una buena higiene y una dieta equilibrada, rica en vitaminas y minerales esenciales para la salud bucal, ayuda a evitar la acumulación de placa bacteriana. A la par, es fundamental dejar de lado el hábito de fumar.
Las visitas odontológicas cada 6 meses también son necesarias. Con limpiezas profesionales es posible eliminar la placa y el sarro de manera efectiva.
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