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Irritación detrás de las orejas: ¿qué lo puede causar?

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El eccema y la dermatitis seborreica son las causas más frecuentes de picor detrás de la oreja. Pero también puede ser una señal de otras enfermedades que te contamos aquí.
Irritación detrás de las orejas: ¿qué lo puede causar?
Leonardo Biolatto

Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto

Escrito por Leonardo Biolatto
Última actualización: 19 diciembre, 2024

La piel de la zona detrás de las orejas puede picar o irritarse a menudo. Si bien los eccemas por motivos alérgicos son una de las razones principales para que aparezca el síntoma, hay más posibilidades, tanto en niños como en adultos. Por ejemplo, podría tratarse una forma de psoriasis o de infecciones virales, como la rubéola.

La irritación de la zona suele manifestarse como una erupción localizada. Lo más frecuente es que se afecte solo una de las dos orejas, aunque también puede ser bilateral.

Se ve un color rojo intenso en la piel, con manchas pequeñas y ligeramente diseminadas. A veces, hay descamación de la capa superficial o epidermis. Más raramente, habrá dolor o fiebre.

A continuación, te enumeramos las causas de irritación detrás de las orejas, comenzando por las más frecuentes. Toma la información como una guía y consulta con un dermatólogo si es tu caso.

1. Eccema o dermatitis atópica

El eccema, también conocido como dermatitis atópica, es un proceso inflamatorio que afecta la piel. Puede localizarse en la zona de las orejas. Incluso, podría afectar hasta el conducto auditivo externo.

Los síntomas característicos son los siguientes:

  • Picor intenso.
  • Dolor o ardor.
  • Enrojecimiento.
  • Piel seca y escamosa.
  • Sensación de pérdida auditiva, si toma el canal auditivo.

Situaciones como nadar frecuentemente o no secar bien las orejas después de la ducha, pueden provocar irritación y favorecer el eccema. La concentración de la humedad en la piel cambia su comportamiento interno y favorece la irritación. También sucede algo similar cuando nos exponemos a irritantes ambientales, como el humo de la contaminación del aire.

El nombre de «atópica» para esta dermatitis proviene de la base alérgica que tiene. Es más común en personas con antecedentes familiares y en aquellas que suelen tener alergias reconocidas. Por ejemplo, reacciones en otras partes del cuerpo a joyería de níquel, champús o perfumes.

¿Qué hacer?

El tratamiento incluye la aplicación de cremas a base de corticoides para reducir la inflamación y aliviar el picor. Además, se recomienda utilizar productos emolientes para hidratar la piel y restaurar su barrera protectora. Hay que limpiar suavemente la zona afectada con agua tibia y secarla bien.

2. Dermatitis de contacto

La dermatitis de contacto es también un proceso inflamatorio que tiene lugar en la piel. Sucede por una reacción alérgica que se desencadena ante una sustancia en concreto, denominada alérgeno.

El níquel es uno de los desencadenantes más frecuentes. Este mineral forma parte de muchos accesorios, como los pendientes. Otro alérgeno habitual es la parafenilendiamina, que suele estar presente en los tintes de cabello.

Cuando la dermatitis de contacto provoca irritación detrás de las orejas, la zona suele estar seca y descamada, además de sentirse el picor intenso. Para poder confirmar el diagnóstico se realizan pruebas de alergia.

¿Qué hacer?

Una vez que se ha identificado el desencadenante, se recomienda aplicar cremas con corticosteroides, como hidrocortisona. También hay que mantener la zona limpia y seca, evitando la exposición al alérgeno.

3. Dermatitis seborreica

La dermatitis seborreica es una enfermedad cutánea muy común. Tiene un carácter inflamatorio, lo que hace que se formen escamas en la zona afectada de la piel. Aparece por factores genéticos y también ambientales o emocionales, como el estrés.

Toma la región del cuero cabelludo, principalmente. Sin embargo, debido a la cercanía, la zona detrás de las orejas puede afectarse de manera secundaria. También es visible en los párpados, en algunas personas.

Las lesiones de la dermatitis seborreica se caracterizan por escamas blancas o amarillentas. Además, existe escozor intenso, el cual genera luego unas lesiones por rascado.

Casi siempre, el diagnóstico se obtiene a través de la observación clínica y no hacen falta pruebas. No obstante, ante la duda, el dermatólogo puede solicitar una biopsia de piel.

¿Qué hacer?

Se recomienda el uso de champús medicados, que contengan ketoconazol, ciclopirox o ácido salicílico. Además, es importante mantener una buena higiene del cuero cabelludo y regiones aledañas, lavando con jabones suaves y evitando irritantes.

4. Exposición al calor

La exposición al calor puede ser una causa significativa de irritación y picor detrás de las orejas. Cuando la temperatura ambiente aumenta, los vasos sanguíneos en la piel se dilatan para permitir que más sangre fluya hacia la superficie. Este proceso ayuda a regular la temperatura corporal, pero también resulta en enrojecimiento y sensación de calor.

Por otro lado, la exposición al calor provoca que el cuerpo sude para enfriarse. El sudor irrita la piel cuando es abundante y cuando se combina con productos como champús o jabones.

¿Qué hacer?

Mantenerse en ambientes frescos y bien ventilados durante las épocas de calor evita el riesgo de sobrecalentamiento de la piel. Si se comienza a sentir picor o irritación, se puede limpiar la zona afectada con agua tibia y un jabón suave para eliminar el sudor.

5. Psoriasis del cuero cabelludo

La psoriasis es una enfermedad crónica inflamatoria de la piel. Tiende a localizarse en áreas articulares, de manera simétrica, pero también hay una forma de presentación en el cuero cabelludo, lo que puede dar lugar a irritación detrás de las orejas.

Las placas de la psoriasis son amarillentas o blanquecinas. La piel está más engrosada en la zona afectada y hay escamas secas que se desprenden. Por eso tiene una apariencia similar a la caspa.

Su severidad es variable. En los casos leves, los síntomas pueden ser mínimos, mientras que en presentaciones más graves pueden presentarse placas gruesas y dolorosas, incluso con pérdida del cabello.

El diagnóstico de psoriasis en el cuero cabelludo es complejo. En algunos casos puede requerirse una biopsia de piel.

¿Qué hacer?

Los tratamientos iniciales suelen incluir el uso de champús medicados que contienen ácido salicílico o alquitrán de hulla. Además, los corticoides tópicos son prescritos para aliviar el picor y la inflamación.

En casos más severos, se pueden considerar tratamientos sistémicos, como metotrexato o terapias biológicas, que actúan sobre el sistema inmunitario. La fototerapia, por su parte, también es bastante efectiva en algunos pacientes.

6. Rubéola

La rubéola es una infección vírica exantemática. Es poco común en la actualidad, debido a la vacunación, y suele afectar más a los niños. Es autolimitada y de carácter benigno.

La mayoría de los casos son leves o asintomáticos. Sin embargo, en mujeres embarazadas, puede dar lugar a complicaciones graves.

Cuando aparecen síntomas, el más frecuente es una erupción en la cara. Si se extiende a otras partes del cuerpo, podrá dar lugar a irritación detrás de las orejas o a un sarpullido en la misma zona.

Otros síntomas de la rubéola son los siguientes:

Para poder diagnosticar la rubéola se piden pruebas serológicas. Es decir, se intenta comprobar la presencia de anticuerpos contra el virus.

¿Qué hacer?

El tratamiento de la rubéola se centra en el alivio de los síntomas, ya que no existe un antiviral específico para la enfermedad. Se recomienda el descanso adecuado, la hidratación y el uso de medicamentos para controlar la fiebre y el malestar.

7. Sarampión

El sarampión es también una infección viral. El virus responsable produce una erupción en distintas zonas del cuerpo, incluidas las orejas, la cara, el tronco y las extremidades.

Se trata de una enfermedad muy contagiosa. Los niños pequeños, sobre todo los menores de 5 años, pueden experimentar complicaciones y síntomas graves.

Lo habitual es que la infección comience con una fase caracterizada por síntomas inespecíficos. Es decir, fiebre, tos y cansancio. Después se desarrolla la erupción. El cuadro suele resolverse solo en la mayoría de los pacientes.

Para poder diagnosticar el sarampión, los médicos se valen de la observación de las lesiones y de un análisis de sangre. Al igual que sucede con la rubéola, existe una vacuna para prevenir la infección.

¿Qué hacer?

Tampoco existe un tratamiento antiviral específico para el sarampión. El manejo se centra en aliviar los síntomas, con descanso, hidratación y el uso de medicamentos para controlar la fiebre y el malestar.

8. Exceso de cera

Cuando hay un exceso de cerumen, puede acumularse y formar un tapón por no eliminarse a tiempo. Ello provoca obstrucción en el conducto auditivo, generando presión y malestar en toda el área. También se desencadena una respuesta inflamatoria, lo que lleva a la picazón de las zonas circundantes.

En caso de que el creumen excesivo contacte la piel, podría irritarla. A veces, el uso de hisopos o la colocación de gotas favorece que la sustancia salga de manera controlada y alcance regiones cutáneas susceptibles a reaccionar.

¿Qué hacer?

Se pueden aplicar gotas específicas para cerumen, como aceite mineral, glicerina o soluciones comerciales, durante varios días. Facilitan la eliminación del tapón, ayudando a reblandecer la cera. Casos más severos pueden requerir la extracción del tapón mediante irrigación con agua tibia o el uso de instrumentos especializados por parte de un médico.

¿Cómo prevenir la irritación detrás de la orejas?

Aunque hay distintas causas para la irritación detrás de las orejas y algunas, como la psoriasis, no pueden prevenirse, existen medidas que puedes aplicar a diario para evitar este problema:

  • Limpia regularmente la zona detrás de las orejas con agua tibia y un paño suave. Evita el uso de hisopos.
  • Aplica emolientes o cremas hidratantes en la piel detrás de las orejas para mantenerla suave y prevenir la sequedad.
  • Después de bañarte o nadar, asegúrate de secar bien las orejas y el área circundante para evitar acumulación de humedad.
  • Al sentir picazón, trata de no rascarte, ya que esto puede empeorar la irritación. Mantén las uñas cortas para minimizar el daño.
  • Utiliza pendientes y piercings que no contengan níquel, ya que este metal es un alérgeno común. Opta por productos hipoalergénicos.
  • Si sospechas que puedes ser alérgico a algún producto o material, consulta a un dermatólogo para realizar pruebas cutáneas y determinar los alérgenos específicos que deberías evitar. Revisa los ingredientes en champús, jabones y otros productos para el cuidado personal que puedan causar reacciones alérgicas. Algunos tintes para el cabello también pueden ser irritantes.

¿Cuándo se debe ver a un médico?

Lo ideal es visitar a un médico siempre que la irritación detrás de las orejas se acompañe de síntomas de alarma. Por ejemplo, de fiebre, malestar general, cansancio o un picor severo.

Del mismo modo, si aparecen manchas moradas o de color rojizo, es aconsejable consultar con un especialista. La inflamación de los ganglios cercanos se considera otro signo de alarma, así como la persistencia del problema por mucho tiempo, a pesar de aplicar medidas básicas.

Si la erupción está formada por pequeñas ampollas o produce dolor, también es recomendable acudir al profesional. Ante la duda, los dermatólogos pueden certificar un diagnóstico y dar el tratamiento adecuado.

Una afección frecuente que no suele ser grave

La irritación detrás de las orejas es una situación bastante frecuente. En la mayoría de casos está causada por un agente irritante o que se comporta como un alérgeno, lo que lleva a eccema y dermatitis.

Por fortuna, gran parte de estas causas son enfermedades autolimitadas o que desaparecen con un abordaje simple y no complejo. Aun así, siempre es recomendable consultar con el especialista para tener una guía personalizada.


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