Lengua de res: beneficios y receta

La lengua de res constituye una buena fuente de proteínas y minerales, entre los que destacan el hierro y el zinc. Consumida solo de vez en cuando, es compatible con una dieta saludable y equilibrada.
Lengua de res: beneficios y receta
Anna Vilarrasa

Escrito y verificado por la nutricionista Anna Vilarrasa.

Última actualización: 06 julio, 2023

La lengua de res es un corte de carne gustoso y tierno y una buena opción para los amantes de los sabores intensos. Sin embargo, como el resto de la carne roja y las vísceras, su consumo debe ser esporádico.

En algunos países forma parte de recetas tradicionales, como los tacos de lengua en México o los bocadillos con fiambre de lengua en Turquía. Aunque también es habitual comerla guisada (la aprenderás a hacer en la receta que te explicamos al final del artículo). Si te interesa saber más sobre esta carne, puedes seguir leyendo el artículo.

Propiedades de la carne de res

La carne de ternera, y en particular la lengua, es una buena fuente de nutrientes importantes para el organismo. Destacan algunos minerales como el hierro, el zinc y el fósforo y las vitaminas del grupo B.

Entre estas últimas cabe subrayar la B12, que solo se encuentra en alimentos de origen animal y que es fundamental para el metabolismo de las proteínas, la formación de glóbulos rojos en la sangre y el mantenimiento del sistema nervioso central.

Además, como el resto de carnes, está compuesta de forma principal por proteínas, un porcentaje un poco más elevado de grasas de lo habitual y no contiene carbohidratos ni fibra. Su valor calórico es moderado.

A nivel culinario permite un gran abanico de posibilidades, aunque para los principiantes es necesario habituarse al sabor y la textura distintivos. Comenzar a tratarla en la cocina puede parecer complicado, pero es posible elaborar todo tipo de platos y empezar con recetas sencillas.

Beneficios del consumo de carne de res

Como casi todos los alimentos frescos, la lengua de res es fuente de nutrientes interesantes. Gracias a estos y a sus propiedades, su introducción en la dieta puede tener algunos beneficios.

Sin embargo, cabe dejar claro que la carne roja y las vísceras de los animales deben ser consumidas de forma esporádica. Así lo aconsejan algunas organizaciones de expertos, como el Fondo Mundial de Investigación contra el Cáncer.

La ingesta de carne roja y carne procesada está relacionada de forma directa con una mayor incidencia de cáncer colorrectal. Además, existen datos de estudios que concluyen que las dietas con menos carne están vinculadas con una incidencia más baja de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y obesidad.

Carnes rojas.
Las carnes rojas deben incorporarse a la dieta variada, pero es mejor si se encuentran de manera esporádica.

Fuente de proteínas de alto valor biológico

Como todos los productos de origen animal, este tipo de carne contiene todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo no es capaz de sintetizar. De esta forma, las proteínas pueden cumplir con una serie de funciones fundamentales:

  • Regenerar y mantener tejidos, como uñas, piel o tendones.
  • Transportar hemoglobina, colesterol, ácidos grasos y oxígeno.
  • Formar parte del sistema inmunitario.
  • Regular procesos vitales, como la respiración y la digestión.

Este es un dato relevante en las personas mayores, pues a veces con la edad, no se cubren las dosis diarias recomendadas. Y una ingesta inadecuada es un acelerador o favorecedor de la aparición de sarcopenia (un desgaste muscular relacionado con el envejecimiento). Esta es una de las conclusiones de este estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition.

Ayuda al sistema inmunitario

La carne roja es una fuente destacada de zinc, un mineral importante, ya que desempeña múltiples funciones y no se puede almacenar. Es de especial relevancia durante el embarazo, la infancia y la niñez para asegurar un desarrollo y crecimiento óptimos.

También ayuda al sistema inmunitario a hacer frente a bacterias y virus y favorece la cicatrización de los tejidos. Además, se desarrolla investigación científica para evaluar su posible relación con la aparición de las diarreas, el resfriado común y la degeneración macular ligada a la edad.

Prevención de la anemia ferropénica

El hierro es otro de los minerales destacables en la lengua de res. Se trata de un tipo de hierro con una buena absorción. El cuerpo lo utiliza para fabricar la hemoglobina, que es la proteína transportadora de oxígeno.

Si no se consume suficiente, los depósitos de este mineral disminuyen y puede aparecer anemia por déficit. La sangre transporta menos oxígeno y aparecen síntomas como cansancio, falta de energía o mayor vulnerabilidad a las infecciones.

Receta de lengua de res estofada

La lengua de res no suele ser un plato habitual. Sin embargo, se trata de un corte de ternera muy tierno y perfecto para todo tipo de guisos.

Puede parecer un plato elaborado y difícil de ejecutar, pero nada más lejos de la realidad. Si sigues los pasos detallados, seguro que finalizas esta receta con éxito.

Ingredientes necesarios para 2 raciones

  • 1 limón.
  • 1 puerro.
  • 2 tomates.
  • 3 cebollas.
  • 1 lengua de res.
  • 1 rama de apio.
  • 5 tazas de agua.
  • 5 dientes de ajo.
  • 1/2 taza de vino dulce.
  • 3 cucharaditas y media de sal.
  • Alcaparras, aceitunas y pasas al gusto.
  • 1/2 pimiento verde y 1/2 pimiento rojo.
  • 1 taza de caldo de pollo o consomé de carne.
  • 100 mililitros de aceite de oliva virgen extra.
  • Unas bolitas de pimienta negra y 1/2 cucharadita de pimienta molida.
Guiso de lengua de res.
En forma de guiso, la lengua de res puede acompañarse de verduras.

Paso a paso para preparar lengua de res estofada

  1. Antes de empezar con la cocción es mejor preparar algunos ingredientes. Para ello, pelar y retirar las semillas del tomate y cortar en cubos. Pelar y cortar 2 cebollas en trozos medianos y la restante dejarla cortada por la mitad. Picar unas cuantas aceitunas (opcional).
  2. Para la cocción de la carne, comenzar por frotar la pieza de lengua con un limón cortado por la mitad. Enjuagar bajo un chorro de agua fría y colocar en una olla a presión con agua que la cubra. Dejar cocer por 10 minutos desde que hierva. Apagar el fuego y dejar templar antes de abrir.
  3. Retirar la lengua y con la ayuda de un cuchillo sacar la piel. Desechar el agua de la primera cocción, volver a llenar la olla con las 5 tazas de agua, la cebolla partida por la mitad, 2 dientes de ajo machacados, el puerro, la rama de apio, la mitad de los pimientos, un poco de sal y las bolitas de pimienta.
  4. Dejar cocer unos 40 o 50 minutos, hasta que la carne está blanda.
  5. Mientras se enfría un poco, preparar la base de la salsa. Introducir en el vaso de la batidora los tomates y la cebolla cortados, el resto de los granos de ajo y las otras dos mitades de los pimientos (el rojo y el verde). Triturar bien para obtener una pasta fina.
  6. Colocar una cazuela al fuego con el aceite y las verduras trituradas. Agregar el consomé o el caldo y dejar cocinar 15 minutos a fuego fuerte. Pasado este tiempo, añadir el vino, las alcaparras, las aceitunas y las pasas. Rectificar de sal y pimienta.
  7. Tapar la cazuela y dejar a fuego medio unos 30 minutos más para obtener una salsa más seca. Para terminar el plato, cortar la lengua en tiras y cubrir con la salsa. Se puede servir acompañado de arroz blanco hervido o patatas asadas.

La lengua de res, una carne para consumir de vez en cuando

La ternera es una de las carnes de consumo más populares, si bien la lengua y otras vísceras son poco conocidas. Sus propiedades más destacadas son la presencia de proteínas, hierro y zinc. Todos ellos son nutrientes que el organismo necesita para crecer y desarrollar múltiples funciones.

Pero conviene ser moderados en su consumo, pues también presentan contraindicaciones. Su presencia excesiva en la dieta se ha relacionado con la incidencia de cáncer o enfermedades cardiovasculares.

Una buena forma de introducir la ternera y otras carnes rojas es usar partes frescas (sin procesar) y cocidas de forma ligera sin llegar a quemar. Así su ingesta se puede considerar saludable, sobre todo si se acompaña de un estilo de vida sano y una dieta equilibrada.


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