Razones por las que se debe cambiar el cepillo de dientes
Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa
Atender la higiene dental es fundamental para mantener la boca saludable. Existen varias razones por las que se debe cambiar el cepillo de dientes para que la limpieza oral sea efectiva.
Los cepillos dentales no duran para siempre, pues a medida que pasa el tiempo, las cerdas se van desgastando. Por este motivo, la mayoría de los fabricantes recomiendan su reemplazo cada 12 a 16 semanas.
Pero existen otras razones por las que se debe cambiar el cepillo de dientes, incluso antes del tiempo sugerido. En este artículo te contamos esos motivos para que puedas ocuparte de manera adecuada de tu higiene bucal.
Razones por las que se debe cambiar el cepillo de dientes
El cepillado de dientes es una de las medidas principales para el cuidado de la cavidad bucal. Tener un instrumento en buenas condiciones es fundamental para realizar la tarea de manera correcta.
Ya sea que se utilice un cepillo manual o uno eléctrico, lo ideal es cambiarlo cada 3 meses. Después de 90 días de uso regular, las cerdas pierden resistencia y efectividad para remover la placa bacteriana.
De todos modos, existen algunas razones por las que se debe cambiar el cepillo de dientes antes del tiempo estimado. A continuación, mencionamos los motivos por los que se debe sustituir esta herramienta de higiene oral.
Cerdas dobladas o dañadas
El uso regular del cepillo de dientes va doblando y debilitando las cerdas. De esta manera, el instrumento se deforma y no tiene la eficacia necesaria para remover la placa bacteriana de dientes y encías.
Más allá de que se practique una técnica de limpieza adecuada, si el cepillo no está en buenas condiciones, la higiene oral no será eficaz. Al no poder eliminar las bacterias de forma correcta, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades de la boca, como caries y gingivitis.
Por lo tanto, observar los filamentos del cepillo de dientes abiertos o hacia afuera es una de las razones por las que se debe cambiar. Aunque todavía no hayan pasado los 3 meses que se sugieren, si las cerdas están deformadas, lo mejor para la salud oral es el reemplazo del cepillo.
Las cerdas de un cepillo dental que funciona deben ser rectas, suaves pero firmes. El mango debe estar limpio y ser fácil de agarrar. De esta manera, será posible alcanzar todos los sitios de la boca para eliminar gérmenes y restos de alimentos con eficacia.
En el caso de los cepillos de dientes eléctricos, los cabezales limpian la superficie dentaria girando y vibrando a gran velocidad. Cuando las cerdas del cabezal estén gastadas, también es momento de reemplazarlo por uno nuevo.
Paso del tiempo
Muchas veces, las cerdas del cepillo dental no muestran signos evidentes de desgaste a pesar de los meses de uso. Aunque el deterioro no sea perceptible, el paso del tiempo es otra de las razones por las que se debe cambiar el cepillo de dientes.
Cada día, en el momento de la higiene bucal, microorganismos y residuos microscópicos se acumulan en el cepillo. Aunque este tipo de deterioro no sea notorio, influye de manera negativa en la eficacia de la limpieza.
Lavar las cerdas del cepillo debajo de un chorro de agua fuerte después de su uso y colocarlo en posición vertical para su ventilación y secado ayuda a mantenerlo. De todos modos, una vez pasadas las 12 a 16 semanas, hay que buscar un cepillo nuevo, aunque parezca que todo esté bien con el que ya tenemos.
Haber estado enfermo
Otra de las razones por las que se debe cambiar el cepillo de dientes es haber estado enfermo. Si tú o alguien de tu familia ha tenido gripe, anginas o alguna infección, lo ideal es que todo el grupo conviviente renueve sus cepillos.
Posiblemente, la persona que estuvo enferma, si no tiene su sistema inmunitario comprometido, no vuelva a enfermarse de lo mismo. De todos modos, el resto de la familia sí tiene riesgos de sufrir un contagio.
Con el recambio de los instrumentos de higiene oral se evita la proliferación de los gérmenes patógenos entre sus filamentos. Por esta razón, disminuir las posibilidades de propagación de un agente infeccioso a través de las cerdas del cepillo es una buena práctica.
Al culminar un tratamiento odontológico
Recibir el alta odontológica es otra de las razones por las que se debe cambiar el cepillo de dientes. Si la persona ha estado visitando al dentista con frecuencia para tratar lesiones de caries, gingivitis, periodontitis e infecciones, una vez terminado el tratamiento lo ideal es comprar un cepillo nuevo.
Cambiar de cepillo disminuye el riesgo de volver a introducir cepas de microorganismos que se eliminaron y que pudieron haber quedado entre las cerdas viejas. Y aunque varias de las bacterias que originaron los problemas orales persistan en la boca, tener un cepillo nuevo también ayudará a evitar su proliferación y acúmulo. De esta manera, es posible sostener el estado de salud oral logrado con las terapéuticas.
Exceso de humedad
Cuando las cerdas del cepillo permanecen mojadas por mucho tiempo, la proliferación de gérmenes sobre ellas es más fácil. Tener la costumbre de lavar y sacudir el cepillo luego de su uso y colocarlo en posición vertical para que se seque y se ventile es lo ideal para evitar su contaminación.
Es importante tener en cuenta que la ventilación y la humedad del cuarto de baño inciden mucho en el estado de los filamentos del cepillo. Si no es posible mantener este accesorio de higiene seco, lo más aconsejable es recambiarlo de manera más frecuente. También se sugiere su reemplazo si el cepillo permaneció más de 48 horas mojado.
Los viajes largos en los que el cepillo de dientes está guardado mucho tiempo y poco ventilado son otra de las razones por las que se debe cambiar. Existen protectores plásticos para protegerlos y evitar el contacto de las cerdas con otros objetos.
De todos modos, el almacenado prolongado y la falta de secado favorece la proliferación de bacterias. Por este motivo, luego de un viaje largo, lo ideal es comprar un cepillo nuevo.
Consejos para cuidar el cepillo dental
Ya hemos mencionado las razones por las que se debe cambiar el cepillo de dientes. Como has visto, muchas veces es necesario hacerlo antes de los 3 meses.
A continuación, te contamos algunos cuidados que puedes tener en cuenta para mantener esta herramienta de higiene en óptimas condiciones:
- Lavado y secado: luego de realizar la higiene oral se debe lavar el cepillo debajo del grifo para eliminar bacterias, residuos de comida y restos de pasta. Se debe escurrir con fuerza y dejar secando en posición vertical en un lugar limpio y ventilado.
- Usar un cepillero: este accesorio de baño permite mantener los cepillos de toda la familia separados y ventilados, evitando el intercambio de gérmenes.
- Lugar de guardado: el lugar donde queda depositado el cepillo debe ser seco y tener ventilación. Además, debe estar lo más lejos posible de la zona del inodoro, pues es una fuente de gérmenes que pueden llegar a los filamentos. Si el cepillo está en el cuarto de baño, cerrar la tapa del retrete al vaciar la cisterna es una buena práctica.
- Usar protectores de viaje: cuando sea necesario transportar el cepillo, lo ideal es usar un protector plástico que evite la deformación de las cerdas y el contacto de las mismas con otros objetos. Es indispensable guardarlo seco para evitar la proliferación de bacterias.
- No compartir el cepillo dental: nunca se debe compartir el cepillo de dientes con otra persona. En caso de que esto suceda por error, es necesario cambiarlo por uno nuevo.
Observar el cepillo dental
Con seguridad has escuchado la recomendación de que los accesorios de higiene bucal se deben reemplazar cada 3 meses. Pero como has visto, existen algunas razones por las que se debe cambiar el cepillo de dientes antes de ese tiempo.
Observar el estado de las cerdas es una buena práctica para notar cuándo es necesario un recambio. Registrar la fecha en que se comienza a usar un cepillo nuevo y planificar su reemplazo junto al de todos los miembros del grupo familiar también es aconsejable.
Mantener el cepillo dental en óptimas condiciones es fundamental para que la higiene oral sea eficaz. Y aunque a veces un recambio tan seguido pueda parecer innecesario o demasiado costoso, la ganancia en salud será mucho mayor.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Mandujano Trujillo, Y. (2018). Grado de contaminacion microbiana de los cepillos dentales guardados en el baño y dormitorio de los estudiantes de odontologia de la Universidad de Huanuco 2017.
- Mantilla Mantilla, J. A., Gutiérrez Becerra, M. F., & Morales Celis, E. J. Recuento de microorganismo streptococcus mutans y staphylococcus aureus en cepillos dentales de niños de 3 a 5 años en dos jardines infantiles en la ciudad de Bucaramanga.
- Quintero Tovar, J. R. (2019). Hábitos de almacenamiento y cuidado del cepillo dental en estudiantes de dos programas de pregrado de una universidad del sur occidente colombiano en el periodo 2019a (Doctoral dissertation, Universidad Santiago de Cali).
- García, G. M. (2019). Conocimientos y actitudes de salud buco-dental en población de Oaxaca de Juárez. Revista Mexicana de Estomatología, 6(1), 1-11.
- Van Leeuwen, M. P., Van der Weijden, F. A., Slot, D. E., & Rosema, M. A. (2019). Toothbrush wear in relation to toothbrushing effectiveness. International journal of dental hygiene, 17(1), 77-84.
- Ng, C., Tsoi, J. K. H., Lo, E., & Matinlinna, J. P. (2020). Safety and design aspects of powered toothbrush—A narrative review. Dentistry journal, 8(1), 15.
- Park, Y. N., & Ryu, J. K. (2020). Convergent Study on Microbial Contamination of Toothbrushes According to Intraoral Bacteria Acidogenicity and Toothbrush Care. Journal of Convergence for Information Technology, 10(8), 223-228.
- Ibhawoh, L. O., & Akpata, O. (2021). Improving Toothbrush Hygiene: Handling Toothpaste Residue. Saudi J Med, 6(6), 143-147.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.