Axilas irritadas: los 7 mejores remedios caseros
Revisado y aprobado por la médica Mariel Mendoza
La irritación de las axilas es un síntoma muy común. Se manifiesta con una comezón desesperante, casi siempre acompañada de enrojecimiento de la piel, descamación y pequeños granos inflamados. Por suerte, existen varios remedios caseros para axilas irritadas.
Aunque no es una condición grave, resulta bastante molesta y, algunas veces, puede empeorar debido a la infección de algunas bacterias. Por esta razón, hoy te compartimos 7 remedios naturales para tratar las axilas irritadas que puedes usar desde casa.
7 remedios caseros para las axilas irritadas
Las causas de las axilas irritadas son muy variadas. La mayor parte del tiempo se manifiestan por el uso de agentes irritantes en la superficie de la piel. Por ejemplo, jabones, geles de baño, desodorantes y antitranspirantes. La fricción que generan las prendas de ropa ajustadas, o los compuestos de los detergentes que usas para lavarlas, también pueden desencadenar estos episodios
De igual modo, es probable que sea un síntoma de dermatitis alérgica de contacto, dermatitis atópica o de otras condiciones de la piel. Las infecciones bacterianas y fúngicas pueden explicar muchos casos de este tipo. La higiene deficiente o exceso de sudoración son otros catalizadores que se deben tener en cuenta.
Toda esta constelación de causas te es útil para entender que las axilas irritadas no son en absoluto un fenómeno trivial. La mejor forma de tratarlas es abordar su desencadenante, aunque en el proceso puedes apelar a varios remedios caseros para las axilas irritadas. Estos pueden complementar las indicaciones de tu dermatólogo.
1. Aceite de vitamina E entre los remedios caseros para axilas irritadas
El aceite de vitamina E es un producto antiinflamatorio y antioxidante que, tras ser absorbido por la piel, acelera el proceso de reparación mientras brinda un efecto humectante. Su uso sobre las axilas irritadas ayuda a controlar la comezón y, de paso, calma las alergias que lo producen.
Se sabe que los pacientes que desarrollan trastornos en la piel tienen niveles séricos de vitamina E más bajos que una persona con la piel sana. Las hortalizas de hoja de verde, las nueces, las semillas y los aceites vegetales (trigo, soja, girasol y otros) son una buena fuente de esta. Te proponemos una forma de aprovecharla como parte de los remedios caseros para las axilas irritadas.
¿Cómo utilizarlo?
- Rompe una cápsula de vitamina E y aplícate el producto sobre las áreas que deseas tratar.
- Masajea con las yemas de los dedos y asegúrate de que absorba bien.
- Úsalo de manera regular en compañía de una dieta con alta participación de los alimentos citados.
2. Bolsitas de avena
Las bolsitas de avena se han hecho muy populares en todo el mundo porque son útiles para remover las células muertas. A la vez, ofrecen un extra de humectación y nutrientes a la piel. Este ingrediente natural ayuda a regular el pH cutáneo y, de paso, calma la comezón y la inflamación.
¿Cómo utilizarlas?
- Llena una pequeña bolsa de tela con harina de avena y, durante la ducha, úsala para frotar suavemente las axilas irritadas.
- Repite su aplicación todos los días.
3. Alivia tus axilas irritadas con leche fría
El ácido láctico que contiene la leche es útil para equilibrar el pH natural de la piel, también para controlar la irritación. Estas propiedades, sumadas a su efecto refrescante, hacen que sea uno de los remedios caseros para axilas irritadas que contrarrestan las molestias causadas por el prurito.
Existe evidencia de que la aplicación de leche en la piel ayuda a regular la secreción de sebo, mejora los cambios inflamatorios y otorga una gama de propiedades hidratantes, tonificantes, suavizantes y calmantes. Por esta razón se usa en el campo de la dermatología como adyuvante del tratamiento de la psoriasis y el acné.
¿Cómo utilizarla?
- Pon a enfriar un poco de leche y, cuando esté helada, frótala sobre la piel de las axilas con la ayuda de un trozo de algodón.
- Repite su uso 2 o 3 veces al día.
4. Miel de abejas
Un estudio publicado en el Central Asian Journal of Global Health reveló la miel es un poderoso agente contra desórdenes de la piel. Así pues, el poder humectante y antiinflamatorio de la miel de abejas puede aprovecharse como parte del tratamiento de la irritación en las axilas.
Sus compuestos activos minimizan la picazón y el enrojecimiento. También previenen el desarrollo de infecciones.
¿Cómo utilizarla?
- Toma una pequeña cantidad de miel de abejas pura y frótala sobre la piel de las axilas.
- Espera que actúe durante 10 minutos y enjuaga con agua templada.
- Úsala 2 veces al día, hasta aliviar la irritación.
5. Limón para las axilas irritadas
La aplicación de limón sobre las axilas no solo previene las infecciones y la irritación; también ayuda a disminuir las manchas oscuras y combate los malos olores.
¿Cómo utilizarlo?
- Corta un par de rodajas de limón y frótalas sobre la piel de las axilas durante un par de minutos.
- Úsala todos los días antes de acostarte.
- Eso sí, debes tener cuidado con exponer tu piel al sol sin protección, ya que el limón la hace susceptible a las manchas.
6. Aceite de almendras
Los ácidos grasos que contiene el aceite de almendras tienen efectos hidratantes y reparadores. Así, al ser asimilados en la piel, promueven la actividad de sus células. La evidencia respalda sus propiedades emolientes y esclerosantes, también los efectos calmantes tras su uso.
Su aplicación sobre las axilas ayuda a controlar la inflamación y disminuye los síntomas molestos como la comezón y el ardor.
¿Cómo utilizarlo?
- Humedece un trozo de algodón con aceite de almendras y frótalo sobre las áreas afectadas con un ligero masaje.
- Deja que se absorba bien y úsalo hasta 2 veces al día.
7. Yogur natural
Entre los remedios caseros para axilas irritadas se encuentra el yogur natural. Los probióticos naturales que contiene actúan contra las bacterias dañinas, mientras regulan el pH para evitar las infecciones. Sus nutrientes apoyan el proceso de reparación de la piel afectada y, al mismo tiempo, controla la irritación y el enrojecimiento.
De acuerdo con la Dra. Whitney Bowe, dermatóloga de Nueva York que ha publicado estudios sobre el uso del yogur, este es excelente para condiciones críticas de la piel como acné, rosácea y eczema. Además, combate las arrugas. Esta especialista recomienda su externo además de su consumo.
¿Cómo utilizarlo?
- Toma una cucharada de yogur natural y frótala sobre las axilas hasta que se absorba por completo.
- Deja que actúe 20 minutos. Luego, enjuaga con agua tibia.
- Repite su aplicación 2 veces al día, hasta notar una mejoría en la piel afectada.
Consejos para evitar irritación en las axilas
Más allá de aplicar los remedios caseros para axilas irritadas que te hemos presentado, lo importante es que asumas una serie de hábitos que impedirán que el problema se manifieste de nuevo. Presta atención a qué debes y qué no debes hacer:
- Evita usar prendas de ropa muy ajustadas en la zona de tu axila. Estas favorecen la sudoración y el crecimiento bacteriano.
- Lava tus axilas de manera profunda cada vez que tomes una ducha. Aunque es una recomendación evidente, no es infrecuente que se le dedique menos tiempo a esta área del cuerpo en contraste con otras.
- Valora de manera objetiva la eficacia de los productos que usas para las axilas. Después de todo, es probable que la irritación y otros síntomas como el enrojecimiento aparezcan por su aplicación.
- Considera el método que empleas para recortar o eliminar los vellos del lugar. El mal uso de hojillas de afeitar desechables, por ejemplo, puede ocasionar irritación en las axilas.
- Minimiza la fricción de la toalla al secar tus axilas luego de la ducha. Si tienes una piel sensible, puede que el secado sea el responsable de la irritación.
- No rasques, pellizques o arañes tus axilas. Otra recomendación obvia, pero que puedes estar pasando por alto dentro de las causas de la irritación axilar.
De nuevo, si se trata de un problema recurrente, no dudes es buscar ayuda con un dermatólogo. Los remedios caseros para axilas irritadas sugeridos son solo paliativos, de manera que la valoración de un profesional y los cambios en los hábitos de vida son las mejores estrategias para aliviar el problema.
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