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10 remedios caseros para humedecer la garganta reseca

8 minutos
Si sientes tu garganta reseca y áspera, puedes reducir el malestar con algunos remedios naturales que te proporcionan hidratación y alivio, como la miel, el té o agua con limón.
10 remedios caseros para humedecer la garganta reseca
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto

Escrito por Equipo Editorial
Última actualización: 03 septiembre, 2024

La preparación de remedios caseros es una medida útil para humedecer la garganta reseca. Ingredientes hidratantes y calmantes como la miel, el yogur, la manzanilla, el té verde y otros pueden ayudarte a calmar la incomodidad.

A menudo, este síntoma es producto de la exposición al aire seco, las infecciones respiratorias, el tabaquismo, las alergias y la deshidratación. Y aunque es importante determinar su causa para elegir un tratamiento adecuado, los enfoques naturales son idóneos para obtener alivio temporal de las molestias.

La mayoría son preparaciones líquidas que puedes hacer con ingredientes que tienes en casa. Esto supone una ventaja relevante, pues la sequedad puede acompañarse con dolor, irritación y otros síntomas que dificultan ingerir sólidos. En el siguiente espacio los compartimos en detalle:

1. Gárgaras de agua tibia con sal

Las gárgaras de agua tibia con sal han sido por mucho tiempo uno de los remedios caseros más utilizados a la hora de calmar la resequedad e irritación de la garganta. Se plantea que la sal ayuda a disminuir la inflamación al extraer el exceso de líquidos de los tejidos afectados. 

Entre tanto, el agua tibia ayuda a fluidificar la mucosidad, lubricar la zona y proporcionar una sensación de confort. Aunque la evidencia científica que apoya este remedio es anecdótica y escasa, hay quienes encuentran alivio al realizarlo. ¿Lo mejor? Se considera seguro para la mayoría de las personas.

Ingredientes

  • 1/2 cucharadita de sal (1 gramo)
  • 1 vaso de agua tibia (200 mililitros)

Instrucciones

  • Disuelve la sal en el vaso de agua tibia y, con un pequeño sorbo, haz gárgaras entre 15 y 20 segundos.
  • Pasado este tiempo, expulsa el líquido.
  • Repite el remedio 2 o 3 veces al día.
Precaución: es importante evitar una concentración excesiva de sal, ya que esto podría causar irritación adicional en la mucosa de la garganta. Este remedio no se debe ingerir.

2. Jarabe de miel y cebolla

El jarabe de miel y cebolla es un remedio que proviene de la tradición popular. No hay literatura científica que respalde como tal los beneficios terapéuticos de esta mezcla específica. Aun así, se considera útil para humedecer la garganta reseca debido a las propiedades individuales de sus ingredientes.

La miel se destaca por sus efectos calmantes y antiinflamatorios, útiles para reducir la irritación de la mucosa de la garganta. De hecho, se considera eficaz a la hora de tratar las enfermedades respiratorias superiores, que suelen derivar este síntoma.

Entre tanto, la cebolla tiene compuestos antimicrobianos y antioxidantes que han mostrado potencial para reducir la inflamación de la garganta y combatir infecciones.

Ingredientes

  • 1/2 cebolla.
  • 5 cucharadas de miel (100 gramos).

Instrucciones

  • Pica la cebolla en pequeños trozos y viértela en un recipiente de vidrio.
  • A continuación, cúbrela con la miel y tápala.
  • Deja que repose toda la noche.
  • Al día siguiente, cuela la mezcla con un colador y reserva el jarabe.
  • Toma 2 o 3 cucharadas al día, según lo consideres necesario.

3. Yogur natural

Las propiedades del yogur pueden, de manera eventual, calmar la garganta reseca. Su textura cremosa ayuda recubrir los tejidos irritados y proporcionan alivio temporal del malestar. Asimismo, su pH ligeramente ácido estimula la secreción de saliva, lo que es clave para lubricar esta zona.

Instrucciones

  • Ingiere 2 o 3 cucharadas de yogur natural sin azúcar cuando experimentes resequedad en la garganta.

4. Pastillas para la garganta

Elaboradas con ingredientes como el eucalipto, la miel, el mentol, la pectina y la glicerina, las pastillas para la garganta son una buena opción para el alivio de la resequedad y otras molestias. Sus beneficios están vinculados al aumento de producción de saliva que se da al succionarlas. También a su ligero efecto analgésico que disminuye la sensación de ardor y dolor de forma temporal.

Instrucciones

  • Lleva la pastilla a la boca y disuélvela sin masticarla o tragarla de inmediato.
  • Repite su consumo (una) cada dos o tres horas.
  • Evita ingerir alimentos después de consumir la pastilla para no reducir su efectividad.
  • Revisa las instrucciones del fabricante; algunas presentaciones tienen indicaciones concretas de consumo.

5. Infusión de manzanilla

La manzanilla tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y calmantes que se aprovechan como coadyuvantes para reducir las molestias menores en la garganta. Estos efectos se asocian a su contenido de flavonoides y aceites esenciales que ayudan a disminuir la inflamación y la irritación.

Al prepararla en infusión, proporciona una hidratación directa a la mucosa de la garganta, lo que permite reducir la sequedad y el malestar.

Ingredientes

  • 1 cucharada de manzanilla seca (3 gramos)
  • 1 taza de agua (250 mililitros)
  • Miel (opcional)

Instrucciones

  • Vierte la manzanilla seca en una taza de agua hirviendo.
  • Tapa la bebida y déjala reposar alrededor de 10 minutos, hasta que esté tibia.
  • Consume la infusión 2 o 3 veces al día.
  • Si lo prefieres, puedes agregarle una cucharada de miel para obtener un extra de hidratación y confort en tu garganta.
  • Evita ingerir la bebida caliente, ya que puede empeorar las molestias.

6. Caldo de pollo

Cuando la resequedad de la garganta tiene su origen en la deshidratación o una infección del tracto respiratorio superior (gripe o resfriado), el caldo de pollo puede resultar útil para calmar este síntoma. Al igual que otros líquidos tibios, proporciona calor y suavidad, derivando en un alivio temporal. También lubrica la mucosa de la garganta, lo que disminuye la irritación.

Instrucciones

  • Asegúrate de preparar un caldo claro y nutritivo, que sea fácil de deglutir.
  • Hierve las piezas de pollo (pueden ser muslos o pechugas) en suficiente agua. Luego, agrega vegetales picados como zanahorias, cebollas y apio.
  • Cocina a fuego lento hasta que se complete la cocción del pollo.
  • Deja reposar el caldo hasta que esté tibio. Además, pásalo por un colador para eliminar los sólidos.
  • Consume el caldo de forma lenta para permitir que el calor actúe sobre la garganta.
  • Evita agregarle ingredientes picantes o ácidos, ya que pueden causar irritación adicional.

7. Agua tibia con limón

Uno de los remedios clásicos para calmar la garganta reseca es nada más y nada menos que el agua tibia con limón. Dado que colabora con la hidratación de las membranas mucosas en esta zona, disminuye la irritación, el exceso de sequedad y el ardor.

El limón, pese a su naturaleza ácida, parece tener un ligero efecto antiinflamatorio en este contexto. Aun así, debe emplearse con moderación, pues mucho ácido resulta en reacciones indeseadas.

Ingredientes

  • El zumo de 1/2 limón
  • 1 vaso de agua tibia (200 mililitros)

Preparación

  • Diluye el zumo de medio limón en un vaso de agua tibia.
  • Ingiere la bebida a pequeños sorbos, 2 o 3 veces al día.
No hay evidencia científica que respalde la eficacia de este remedio en el alivio de los problemas de la garganta. Considera que sus efectos son moderados y temporales. 

8. Té verde

Ingerir una infusión tibia de té verde puede contribuir al alivio del malestar causado por la garganta reseca. Por un lado, porque ayuda a hidratar la zona y genera una sensación reconfortante. También porque el té verde contiene antioxidantes como los polifenoles, que ejercen efectos antiinflamatorios, útiles para reducir la irritación de los tejidos de la garganta.

Ingredientes

  • 1 cucharadita de té verde (3 gramos)
  • 1 taza de agua caliente (250 mililitros)

Instrucciones

  • Vierte la cucharadita de té verde en una taza de agua caliente.
  • Deja reposar la bebida de 10 a 15 minutos, hasta que esté tibia.
  • Ingiere el té 2 veces al día.
  • Si prefieres, también puedes usar el líquido para realizar gárgaras 2 o 3 veces al día.

9. Instalar un humidificador

El aire seco, en especial en invierno o climas secos, deshidrata las membranas mucosas y provoca irritación y resequedad de la garganta. Un humidificador añade vapor de agua al ambiente, lo que puede contribuir al alivio de estos síntomas.

Aun así, es necesario usarlos de forma correcta y hacerles mantenimiento regular. Si los dispositivos están sucios, pueden acumular bacterias y mohos que afectan la salud respiratoria. ¿Qué debes considerar? Veamos.

Instrucciones

  • Lo idóneo es ajustar la humedad del hogar entre el 30 % y el 50 %. Para este caso particular, es preferible un humidificador de vapor frío.
  • Realiza una limpieza general del dispositivo mínimo cada tres días. Además, procura cambiar su agua todos los días si es posible.
  • Revisa los filtros del humidificador y cámbialos con frecuencia, sobre todo si notas que están sucios.

10. Tomar duchas calientes

El vapor liberado durante las duchas calientes ayuda a disminuir de forma temporal la resequedad de la garganta. Esto se debe a que incrementa la humedad en el aire y ayuda a hidratar y suavizar las mucosas. No obstante, sus efectos son breves y es preferible complementarlos con otras estrategias y remedios.

Los remedios caseros son complementarios

Como lo acabas de notar, puedes disponer de varios remedios caseros a la hora de querer calmar la resequedad en la garganta. Tanto las gárgaras como la miel y algunas bebidas tibias pueden ayudarte a obtener alivio temporal, dados sus efectos hidratantes y calmantes. Sin embargo, estos suponen solo una estrategia complementaria para reducir este síntoma.

Si el malestar es persistente o se acompaña con dificultades para respirar, sibilancias, dolor de pecho, fiebre o fatiga extrema, lo mejor es consultar al médico. El profesional es quien debe evaluar si se requieren fármacos u otras opciones de tratamiento para garantizar una solución más efectiva.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.