Los 7 complejos más comunes de las mujeres
Escrito y verificado por la psicóloga Maria Fatima Seppi Vinuales
«Sé talle cero, sé doble talle cero, blanquea esto, tu falda es muy corta, tu camisa es muy pequeña». Estas son solo algunas de las frases de Be a lady, they said (Sé una dama, decían ellos), un poema de Camille Rainville, que publicó en su blog y que luego se convirtió en un video viral, ya que el material aborda y denuncia los múltiples mandatos que pesan sobre las mujeres.
Todos estos mensajes circulan en conversaciones con amigos, en las preguntas incómodas de familiares sobre tu aspecto, en los medios de comunicación. Por su insistencia y su frecuencia, acaban configurando ideales a alcanzar y también frustraciones. A continuación, te detallamos algunos de los complejos más comunes en las mujeres.
7 complejos más frecuentes en las mujeres
Estos son algunos de los complejos que se presentan de manera más frecuente en las mujeres y que representan, a la larga, problemas de inseguridad y autoestima:
- El peso. Muchas mujeres se sienten acomplejadas porque tienen algunos kilos extras o porque son muy flacas y sin curvas.
- Estatura. Ya sea porque son altas o bajas. Las mujeres de baja estatura tienen un gran complejo, ya que incluso se ha prestado para hacer bromas al respecto.
- El cabello. Mujeres batallando con su cabello de mil maneras posibles: no están conformes con el color, con que es lacio o tiene rulos, con que es finito, con las canas, etc.
- Estrías, celulitis y arrugas. Todo lo que sea una marca sobre la piel, puede ser el origen de un complejo o de la elección de cierta ropa que la oculte. Hay mujeres que no usan shorts o que no van a la piscina, porque se sienten acomplejadas con su celulitis.
- La edad. La sociedad se rige por criterios respecto a la edad, donde lo joven es valorado por sobre lo viejo o lo antiguo, que es igualado a aquello que ya no sirve. Por eso, las mujeres también hacen un gran esfuerzo porque no se note el paso del tiempo.
- Senos. Muchas mujeres se quejan del tamaño de sus senos, ya que los consideran reducidos. Aquellas más prominentes, muchas veces sufren porque algunas personas comentan o bromean sobre ellos.
- Ojeras. A veces, la coloración debajo de los ojos se torna violeta o más oscuro. Muchas mujeres sufren por el modo en que se destacan sus ojeras, ocultándolo detrás de capas de maquillaje.
Cuestión de género
Vale la pena darle un contexto de fondo para entender el origen de estos complejos físicos. En la sociedad, se plantea la hegemonía de ciertos cuerpos: aquellos considerados como deseables, incluso perfectos, son los esbeltos, delgados, sin cicatrices ni marcas, de un color de piel clara, pelo lacio o con ondas fáciles de llevar, no con rulos ni rizado.
En fin, todos estos estereotipos sobre el cuerpo hegemónico dictan cómo deben ser los demás, pasando por alto la diversidad corporal. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado porque, muchas veces, aquello que se define como bello no es saludable, lo que expone a las mujeres a pasar por situaciones que terminan por vulnerar su propia salud.
Entre estas acciones se destacan las siguientes:
Alcanzar una imagen ideal
Dietas extremas, cirugías, ejercicio exagerado, antiguas prácticas como el uso de ciertas fajas o corsé para afinar la cintura, entre otras. Así es como, en la actualidad, la calidad de vida de muchas mujeres se ve afectada en un intento por alcanzar ese ideal. Por ejemplo, consecuencias por mala praxis en cirugías, rechazo de implantes en el cuerpo, entre otras.
Atravesar episodios de ansiedad
También la presión por tener un cuerpo hegemónico tiene una gran influencia en la autoestima y en la aceptación del cuerpo. Aquellas mujeres que no están conformes con su imagen corporal pueden estar atravesando situaciones de ansiedad, de depresión, dificultades para relacionarse con otros, trastornos alimentarios. Por ejemplo, en Argentina, según la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), una de cada tres mujeres tiene algún trastorno de la conducta alimentaria (TCA).
Aceptar prejuicios
No se trata de criticar a aquellas mujeres a quienes les gusta verse y sentirse bien e invierten tiempo y dinero en hacerlo. La cuestión es clarificar el motivo por el que lo hacen y cómo actúan respecto a quienes no lo hacen.
En este sentido, no es lo mismo que una mujer se ocupe de su belleza corporal, porque así lo desea y elije, que hacerlo por el qué dirán de los demás o por el temor a perder a su pareja. Los prejuicios pueden estar presentes en muchas más ocasiones de las que crees.
No es lo mismo que una mujer decida ser libre con su cuerpo y dedicarle toda la atención que quiere, pero considera que una mujer que no se interesa por esos temas es descuidada.
Educar en la tolerancia y la diversidad
Aunque también los hombres (por ejemplo, con la alopecia), en su mayoría son las mujeres las que sufren de violencia estética. Por eso, es preciso educar desde temprana edad sobre el respeto por los diversos tipos de cuerpos, tanto en la familia, la escuela y, en especial, los medios de comunicación. Estos son grandes responsables de crear y difundir a gran escala ciertos mensajes y estereotipos sobre las niñas y las mujeres.
¿Cómo puedes amar y respetar más tu cuerpo y también el de otros? A continuación, algunos consejos finales:
- Evita comentar sobre los cuerpos de otras personas. Ninguno, ni siquiera aquellos que consideras un cumplido o positivos, como puede ser: «qué flaca estás, te sienta muy bien».
- No emplees características del cuerpo para referirte a una persona: por ejemplo, «el orejón», «la flaca», «el narigón».
- Acepta que el cuerpo y la belleza son solo aspectos, o algunas dimensiones, de todo lo que es una persona y que esto no le define, ni la explica por completo. ¿Qué otros aspectos destacarías de ti, de qué te sientes más orgullosa? Es importante aprender a buscar y reconocer el valor propio para construir una autoestima sólida.
- Aprende a reconocer la belleza en la diversidad. Busca inspiración en mujeres que aceptan su cuerpo tal como es.
Recuerda que se trata de aprender a aceptar cuerpos más reales, que no exijan esfuerzos sobrehumanos por estar en forma o ser estéticos. Todas las personas tienen un rol activo a la hora de derribar los estereotipos y son valiosas por ello.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Aparicio, E. (2015). Los medios de comunicación en la violencia contra las mujeres: el paradigma de la delgadez. Historia y Comunicacion Social. https://www.researchgate.net/publication
- Espina, A., Ortego, M. A., de Alda, Í. O., Yenes, F., & Alemán, A. (2001). La imagen corporal en los trastornos alimentarios. Psicothema, 13(4), 532-538. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=72713401
- Moscoso Salazar, J. E. (2010). Re-inventando cuerpos: construcción de estereotipos de belleza a partir del" peso ideal" (Master's thesis, Quito: FLACSO sede Ecuador). https://repositorio.flacsoandes.edu.ec/handle/10469/3759
- Riji, H. M. (2006). Beauty or health? A personal view. Malaysian family physician: the official journal of the Academy of Family Physicians of Malaysia, 1(1), 42. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4797041/
- Télam. (2021). Una de cada 3 mujeres jóvenes padece trastornos alimenticios. https://www.telam.com.ar/notas/202106/558526-jovenes-padecen-trastornos-alimenticios-incremento-cuarentena.html
- Trastornos de la conducta alimentaria. (2022). Oficina para la Salud de la Mujer. https://espanol.womenshealth.gov/mental-health/mental-health-conditions/eating-disorders
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.