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Gambas al ajillo

6 minutos
¿Quieres sorprender a tu familia o amigos con un plato con el que no podrán parar de comer? Descubre cómo a continuación y apréndelo rápido, seguro que repetirás.
Gambas al ajillo
Escrito por Yamila Papa Pintor
Última actualización: 25 septiembre, 2024

Si afirmamos que estamos delante de una de las recetas de la gastronomía española por excelencia, seguro que no nos equivocamos. Y es que cuando se trata de «tapear» o hacer un aperitivo, no pueden faltar nunca unas buenas gambas al ajillo.

Pero, ¿qué te parece si te decimos que no tienes por qué esperar a que te las sirvan en un restaurante para poder disfrutar de todo su delicioso aroma y sabor?

Nosotros te enseñamos a prepararlas y te aseguramos que el resultado es igualmente espectacular. Sigue leyendo para conocer el paso a paso, todo lo que tienes que tener en cuenta y unas sugerencias extra de presentación.

Cómo preparar esta deliciosa receta en casa

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La receta tradicional de gambas al ajillo es muy fácil de hacer en casa y se pueden servir como aperitivo, entrante o usarlas para hacer otros platos.

Como podrás comprobar, los ingredientes requeridos son pocos y muy básicos. Por este motivo, busca productos de la máxima calidad posible, pues estos van a ser los grandes protagonistas y en ellos va a recaer gran parte del éxito final.

Ingredientes

  • 600 gramos de gambas (frescas o congeladas)
  • 4 o 5 dientes de ajo
  • 75 mililitros de aceite de oliva
  • 1 o 2 guindillas de cayena seca
  • sal al gusto
  • perejil

Preparación

  • Para empezar a elaborar este plato, prepara las gambas. Si vas a emplear las congeladas, tienes que dejarlas descongelar en la nevera con un día de antelación.
  • En el momento de cocinar, separa la cabeza y retira los intestinos (el hilo negro que se encuentra a lo largo del cuerpo) con la ayuda de un palillo. Reserva estas cabezas para hacer un caldo de pescado y usarlo en cualquier otra ocasión (por ejemplo, en una receta de arroz caldoso).
  • A continuación, pon el aceite en una cazuela de barro o una sartén y agrega la cayena. Déjalo calentar mientras pelas y cortas el ajo en láminas. Añádelos a la cazuela cuando el aceite empiece a burbujear y dóralos durante 5 minutos con el fuego bajo.
  • Ahora incorpora las gambas, sazonadas con sal. Déjalas cocinar durante un minuto, dales la vuelta y apaga el fuego. Tapa la cazuela o sartén y las gambas se acaban de hacer con su propio vapor (unos dos o tres minutos más).
  • Sírvelas en la misma cazuela de barro o en algún otro cuenco si las has preparado en la sartén. Espolvorea con el perejil picado y ya están a punto para degustarlas, antes de que se enfríen.

Recomendaciones adicionales

Las gambas al ajillo son un plato al alcance de todo el mundo, sea cual sea el nivel de experiencia en la cocina. Pero, a pesar de su sencillez, existen algunos trucos y sugerencias van a ayudarte a tener un resultado final óptimo y te ahorrarán disgustos innecesarios:

  • Te recomendamos cortar los ajos en láminas, que no sean muy finas. De este modo es más difícil que se quemen, algo que aporta un mal sabor final a las gambas.
  • Ten cuidado con el punto de cocción de las gambas. Con pocos minutos es suficiente si no quieres que queden secas.
  • No escatimes con el aceite. El plato debe quedar jugoso y, al final, este mismo aceite de la cocción sirve de salsa.
  • Elige gambas frescas o congeladas, según el precio y la accesibilidad. Lo más importante es que sean grandes, para que no queden como «perdidas» en medio del aceite.
  • Sustituye la cayena seca por una guindilla fresca cortada en rodajas, si no la encuentras o prefieres esta última. La cantidad a añadir siempre es opcional, dependiendo del grado de picante que se quiera obtener.

¿Cómo podemos servir las gambas al ajillo?

La forma más tradicional de degustar esta receta es como un aperitivo, ya sea a media mañana, media tarde o antes de comer. Si quieres que este sea más sustancioso u ofrecer una comida a base de tapas, puedes servirlas con estas otras opciones:

  • croquetas variadas: de espinacas, salmón, setas o pollo
  • tortilla de patatas
  • pinchos de encurtidos
  • calamares a la andaluza
  • champiñones salteados
  • ensaladilla rusa

Por otro lado, también las puedes ofrecer como un entrante o primer plato de una comida más formal, seguidas de un segundo, algo más sustancioso.

En cualquiera de los casos, no te olvides de añadir una verdadera hogaza de pan, de las fermentadas poco a poco y con una buena cantidad de miga densa. Tan buenos son los crustáceos como mojar el pan en su deliciosa salsa.

Las oportunidades para cocinar y gozar del sabor de las gambas al ajillo no terminan aquí. ¿Has pensado que puedes integrarlas a otro tipo de platos y subir el nivel de elaboraciones más sencillas? Toma nota de estas ideas:

  • Añádelas como un ingrediente más de una ensalada verde fresca y ligera.
  • Úsalas como salsa para un plato de arroz o espaguetis.
  • Sírvelas junto a unas verduras asadas o al vapor: calabacín, brócoli, o espárragos verdes (entre otras).
  • Móntalas en una tostada de pan con una base de rúcula, alioli o queso crema (al gusto).
  • Insértalas en una brocheta para tener un pincho delicioso. Las puedes combinar con sepia, pollo, o todo tipo de verduras variadas.

Las gambas son un alimento nutritivo y aportan una buena cantidad de proteína, ácidos grasos omega-3, minerales (yodo, selenio, zinc o calcio) y vitaminas del grupo B.

Tal y como indican las Guías Alimentarias para la población norteamericana del 2020, estas se pueden tener en cuenta dentro de los alimentos que son fuente de proteína y son un alimento apto para una dieta saludable.

Receta extra para cocinar gambas al ajillo

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Las gambas al ajillo se pueden acabar de cocer junto a una copa de vino blanco, para realzar un poco su sabor.

Si te ha gustado la forma tradicional de cocinar este plato, te ofrecemos a continuación una alternativa algo diferente pero igual de rica.

Ingredientes

  • 600 gramos de gambas
  • 5 dientes de ajo
  • 50 mililitros de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de pimentón picante
  • sal y pimienta al gusto
  • 1 copa de vino blanco

Preparación

  • Pela y retira las cabezas y las tripas de las gambas. Salpimienta al gusto y reserva.
  • Después corta los ajos en láminas y empieza a dorarlos en una sartén con el aceite de oliva caliente. Ten cuidado que no se quemen.
  • Pasados 5 minutos, añade las gambas y cuécelas uno o dos minutos por cada lado. Incorpora el vino, el perejil picado y el pimentón. Deja que acabe de hacerse todo junto entre 3 y 5 minutos.

Sirve estas gambas al ajillo con vino de la misma forma que las clásicas, al momento y calientes. Ten en cuenta que con esta cocción el alcohol no se evapora, por lo que esta receta no es adecuada si hay personas que no pueden o no quieren consumirlo.

Prepara este platillo rápido para disfrutarlo en cualquier momento

Las gambas al ajillo son una receta tradicional, muy habitual en bares y restaurantes de tapas. Su sabor es espectacular, por esto todavía hoy se encuentran entre los platos más pedidos.

Pero hacerlas no representa ninguna dificultad y sus ingredientes suelen estar presentes en muchas cocinas o son fáciles de encontrar.

Así que te animamos de forma encarecida a probar de elaborarlas en casa. Para una comida diaria o una ocasión especial. Siempre resultarán un plato ganador.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.