7 mejores pastillas para la ciática

Las mejores pastillas para la ciática son el paracetamol, el ibuprofeno y el naproxeno. Sin embargo, el efecto de estos medicamentos depende de cada persona y del origen del malestar.
7 mejores pastillas para la ciática
Franciele Rohor de Souza

Revisado y aprobado por la farmacéutica Franciele Rohor de Souza.

Última actualización: 24 abril, 2024

Se le conoce como ciática al dolor punzante que se irradia a lo largo del nervio ciático, sintiéndose al final de la columna (zona lumbar), en los glúteos o en la parte posterior del muslo. Este malestar común e incapacitante afecta entre el 3 y el 14 % de la población. Suele tratarse con pastillas de venta libre y solo en algunos casos amerita otras intervenciones.

El origen de este dolor es la irritación o compresión del nervio ciático, causado generalmente por hernia discal, espolón óseo o malas posturas corporales. De allí que se utilicen analgésicos y antiinflamatorios como tratamiento de primer orden para aliviar la sintomatología.

Existen otras medidas y abordajes complementarios a los fármacos, como la fisioterapia, las compresas locales y los ejercicios. En cualquier caso, siempre deben ser prescritos por el médico. A continuación, te daremos una lista con las mejores pastillas para la ciática y tratamientos complementarios utilizados para tratar este malestar. ¡Sigue leyendo!

1. Paracetamol o acetaminofén

Los analgésicos, como el paracetamol y acetaminofén, se encuentran entre los más usados para este tipo de dolencias. El paracetamol es una pastilla que podría ser eficaz para quitar el dolor de ciática rápido, pues su efecto suele experimentarse a los 30 minutos. No obstante, la respuesta a este medicamento puede variar entre las personas.

El paracetamol y el acetaminofén son medicamentos de venta libre que se consideran seguros, sin embargo, se debe acotar que el consumo excesivo de este tipo de fármacos puede causar efectos secundarios. El más temido es la hepatitis medicamentosa, aunque suele ocurrir al exceder la dosis máxima diaria recomendada.



2. Ibuprofeno y otros antiinflamatorios no esteroideos (AINEs)

El ibuprofeno, el naproxeno y el diclofenac son fármacos que pertenecen a la familia de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y que suelen resultar útiles para tratar la irritación e inflamación del nervio ciático.

Los AINEs son sustancias con actividad antipirética, antiinflamatoria y analgésica. Esto gracias a su capacidad para inhibir la síntesis de las prostaglandinas (sustancias encargadas de modular el dolor de origen inflamatorio).

De allí que el ibuprofeno se encuentra entre las mejores pastillas para la ciática. Su uso puntual podría ayudar a aliviar el dolor leve que aparece en la zona de la espalda baja y que puede irradiarse hasta la pierna. Por su parte, el naproxeno y diclofenac son más fuertes y con un efecto más duradero.

Los fármacos AINEs debe tomarse con precaución y a dosis bajas. Esto con el fin de prevenir efectos secundarios como síntomas gastrointestinales, cardiovasculares y renales.

3. Tizanidina, un relajante muscular para la ciática

Otras de las mejores pastillas para la ciática son las que pertenecen a la familia de los relajantes musculares. Se indican cuando los analgésicos o antiinflamatorios no aportan los resultados esperados, o cuando no se toleran. Entre los relajantes más usados para el tratamiento de la ciática se mencionan los siguientes:

  • Tizanidina
  • Orfenadrina
  • Carisoprodol
  • Metocarbamol
  • Ciclobenzaprina

Los relajantes musculares suelen ser eficaces cuando hay contracturas musculares que pueden generar o agudizar la ciática. Aunque se debe aclarar que no resultan efectivos para todos los pacientes.

4. Gabapentina para la ciática

Los anticonvulsivos también se utilizan para controlar el dolor de origen neuropático que no responde a otros fármacos. Se considera que los mismos interfieren en la transmisión de las señales de dolor enviadas por los nervios dañados.

El uso de medicamentos anticonvulsivos como la gabapentina y la pregabalina puede producir efectos secundarios molestos como náuseas, vómitos, somnolencia, dolores de cabeza, mareos, visión borrosa, falta de coordinación y hasta daño hepático. Asimismo, es posible que los anticonvulsivantes no sean eficaces para la ciática en todos los casos.

5. Amitriptilina, un antidepresivo para el dolor en el nervio ciático

Los antidepresivos, como la amitriptilina, no son las pastillas para la ciática que indicará el especialista de entrada. Sin embargo, podrían resultar útiles para aliviar el dolor de origen nervioso a dosis bajas, claro está, cuando este no responde a otras intervenciones.

Esto se debe a que el grupo de fármacos aumentan la disponibilidad de la serotonina y norepinefrina, neurotransmisores que estimulan las vías que bloquean las señales de dolor.

Es importante contar con la prescripción y el seguimiento médico continuo mientras dure el tratamiento, pues son medicamentos que pueden desencadenar efectos adversos de cuidado.

6. Opioides orales para la ciática

Los opioides constituyen un grupo amplio de analgésicos y son la última opción de tratamiento para calmar el malestar intenso que puede llegar a desencadenarse por la ciática. Esto porque, al distribuirse en la sangre e interactuar con los receptores, se liberan señales que disminuyen la percepción del dolor.

Se utilizan solo cuando el dolor es agudo y resistente al tratamiento con otros medicamentos. Pueden inyectarse o administrados vía oral. Entre las pastillas para la ciática de origen opioide se encuentran las siguientes:

A pesar de la efectividad en la reducción del dolor de los opioides, se ha reportado una incidencia de hasta 50 % de efectos adversos con su uso, como cefalea, mareos, somnolencia, constipación, náuseas, vómitos y sequedad bucal. Sin embargo, las complicaciones más importantes se derivan del elevado riesgo de adicción que producen estos medicamentos.

7. Pastillas e inyecciones de corticoides para la ciática

Cuando el dolor en el nervio ciático es intenso e incapacitante, hasta el punto que la persona no puede caminar o mantenerse de pie, se puede considerar la aplicación de inyecciones localizadas de corticoides, como la prednisona, en la zona que rodea la raíz del nervio ciático.

Aun así, la efectividad de las inyecciones epidurales de esteroides aún está en debate. Algunos estudios sugieren que este tipo de tratamiento para la ciática no es muy efectivo, pues solo ofrece una mejoría leve del dolor y la discapacidad a corto plazo. Otras investigaciones la consideran eficaz para aliviar la ciática aguda debida a una enfermedad degenerativa del disco.

Lo que sí es cierto es que su uso debe ser puntual y bajo estricta administración del especialista. Los corticoides pueden desencadenar efectos adversos a corto y largo plazo que pueden traer serias consecuencias para la salud.

Remedios caseros para la ciática

Además de los medicamentos para el dolor en el nervio ciático, existen remedios caseros que se pueden aplicar como complemento para aliviar este malestar. Pese a que suelen ser inocuos, es importante contar con la autorización del especialista antes de ponerlos en práctica.

Terapia frío y calor

Aplicar frío y calor en el área puede ayudar a desinflamar el nervio ciático. Lo ideal es que se utilicen primero compresas frías por 7 días. Puedes usar bolsas de hielo envueltas en un paño sobre la zona adolorida. Déjala por 15 minutos, descansa unos 10 minutos y repite el procedimiento. Acompaña esta intervención con masajes en el área.

Luego de unos días, cuando el nervio se haya desinflamado y se sienta algo de alivio al malestar, comienza la terapia de calor. Aplicar calor ayuda a relajar los músculos y a favorecer la recuperación. Para esto, solo coloca un par de veces al día compresas calientes sobre la zona por no más de 20 minutos. Repite este tratamiento de calor hasta que el dolor ceda.

Hierbas para el nervio ciático

Si te preguntas ¿qué hierbas son buenas para el nervio ciático? Existen un grupo de plantas con efectos antiinflamatorios y analgésicos que pueden ayudarte. Los remedios a base de hierbas podrían ser efectivos para reducir el dolor de la ciática y experimentar un alivio a largo plazo, en especial, cuando se acompaña de una actividad física adecuada.

El jengibre, la planta de olivo, la nuez vómica y la artemisa figuran entre las plantas que podrían traer efectos positivos para aliviar la ciática. Asimismo, tomar infusiones de hierba de San Juan, raíz de valeriana, cúrcuma, manzanilla o de ajo, parece acelerar la recuperación gracias a sus propiedades antiinflamatorias y relajantes.

Si lo que buscas es una pomada para la ciática natural, no dejes de probar la de raíz de consuelda. Ten en cuenta que algunas hierbas pueden estar contraindicadas cuando se combinan con un tratamiento farmacológico. Por lo tanto, antes de su uso, busca la aprobación médica.

Ejercicios para la ciática

La actividad física es clave para tratar el dolor en el nervio ciático. Pasarse muchos días de reposo acostado en la cama o sentado, lejos de ayudar, puede empeorar este síntoma. Realizar ejercicios puede mejorar esta dolencia de diferentes formas, entre estas:

  • Fortalece los músculos.
  • Reduce la percepción del dolor.
  • Mejora la flexibilidad y el rango de movimiento.
  • Aumenta el flujo sanguíneo a las áreas lesionadas, lo que acelera la recuperación.

Una buena opción es realizar fisioterapia para reducir el dolor, recuperar la movilidad y para prevenir que reaparezca la dolencia. Pueden llevarse adelante sesiones guiadas por un profesional. El yoga, la quiropraxia, la acupuntura y la masoterapia podrían también acelerar la recuperación.



Pastillas para la ciática: ¿son efectivas?

Las mejores pastillas para la ciática son los analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares, pues en la mayoría de los casos suelen traer buenos resultados. En algunas personas este malestar puede hacerse agudo y persistente, de ser así, es necesaria la evaluación médica y un tratamiento con fármacos más individualizado.

Del mismo modo, se debe consultar con el especialista cuando la ciática se acompaña de disminución de la sensibilidad, debilidad o pérdida de fuerza, incontinencia urinaria y fiebre sin causa aparente.

Es importante nunca automedicarse, ya que todos los fármacos pueden traer reacciones adversas e interacciones, aún más, si se consumen con frecuencia. Es obligatorio que sea un profesional de la salud quien haga la prescripción y evalúe la evolución de la condición.


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