10 motivos por los que da picazón en la ingle
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
El picor en la ingle tiene motivos muy diversos. Sin embargo, en la mayoría de los casos obedece a causas benignas que no representan un riesgo elevado para la salud.
Hablamos de ingle para referirnos a la región donde se unen el abdomen y los miembros inferiores. Además, se extiende hasta la parte superior y medial del muslo. Para los fines prácticos, el picor en este artículo también incluirá al síntoma que se manifiesta en zonas genitales cercanas a la ingle en sí (como los labios vaginales en las mujeres y el escroto en los varones).
Es importante que hagas una consulta médica si tienes el síntoma. No inicies tratamientos caseros ni te automediques sin aprobación del profesional de la salud. Con él podrás discutir las siguientes causas de picor en la ingle.
1. Depilación y crecimiento del vello
Cuando el vello púbico se elimina, mediante afeitado, depilación con cera o con cremas depilatorias, puede causar irritación en la piel de la zona. Recuerda que es una región anatómica delicada.
También son habituales las foliculitis tras la depilación. Se trata de una inflamación de los folículos pilosos que sucede por un vello encarnado. Hay enrojecimiento, inflamación y prurito.
Algunas personas pueden tener una reacción alérgica a los productos utilizados durante el depilado. Por ejemplo, las ceras con el ingrediente colofonia son capaces de generar dermatitis de contacto.
Luego, a medida que el vello empieza a crecer de nuevo, puede haber sensaciones de picor en la ingle. Se trata de una reacción natural por el largo disminuido de los pelos de la zona.
Para evitar molestias después de la depilación, es importante mantener la piel bien hidratada. Existen algunas lociones calmantes y productos diseñados para la posdepilación que son útiles.
La técnica de elección para el depilado es determinante. El rasurado, por ejemplo, sin mediar una crema suavizante, puede generar muchas molestias posteriores.
2. Rozaduras y fricción
Hay algunas actividades que llevan a que los pliegues de la piel se froten entre sí. El área de los muslos es una de las más afectadas, sobre todo en personas con sobrepeso y obesidad.
Entre las acciones vinculadas a la fricción podemos mencionar a las siguientes:
- Deportes, como correr, andar en bicicleta, practicar senderismo o montar a caballo.
- Trabajos que implican estar de pie por tiempo prolongado, como policías o maestros de escuela.
- Actividades en climas húmedos y en verano, lo que incrementa la sudoración en los pliegues.
Como resultado, suele haber una alteración de la barrera física de la piel. Así, aparecen pequeñas grietas superficiales, descamación y riesgo de infección.
3. Problemas con la ropa interior
Usar ropa interior que no es adecuada o que está hecha de materiales irritantes puede causar picazón en la ingle. Suele ser una causa subestimada, pero el antecedente cercano de haber comprado nuevas prendas puede ser un indicio.
En general, la ropa interior fabricada con materiales sintéticos, como el nailon, el poliéster o el spandex puede atrapar la humedad. También las que son muy ajustadas, que en las mujeres, incluso son un factor de riesgo para desarrollar vaginitis.
Por otro lado, si los interiores tienen costuras con mucha protrusión, irritarán la piel sensible. En especial, durante actividades que implican movimiento, como caminar.
Para prevenir esta causa, es importante elegir prendas hechas de materiales naturales y transpirables, como el algodón. Además, se debe cuidar la ropa interior sin exponerla a agentes químicos potentes en su lavado.
4. Dermatitis de contacto
La dermatitis de contacto causa picor en la ingle y no siempre es un diagnóstico claro para el médico. Puede responder a la irritación generada por productos de limpieza íntima, detergentes en la ropa interior, jabones de uso diario, lociones, cremas para el cuerpo, tintes para telas o hasta el látex de los preservativos.
Los síntomas acompañantes de la picazón son el enrojecimiento, la hinchazón, la descamación y hasta la formación de ampollas. Todo ello forma parte del diagnóstico diferencial también en mujeres que consultan por molestias en su vulva.
El tratamiento, una vez que se instauró el problema, implica evitar el contacto con la sustancia que causa la irritación. Para ello, se recetan cremas con antialérgicos tópicos y se dan medidas de higiene para sostener la hidratación de la piel en la zona.
5. Intertrigo en la ingle
El intertrigo es una inflamación que se produce en los pliegues de la piel y que es más común entre las personas con sobrepeso y obesidad. Aparece por una combinación entre falta de aireación, humedad, fricción y ciertas características cutáneas.
Los síntomas incluyen enrojecimiento, sensación de ardor, descamación y fisuras. Las molestias, como el picor en la ingle, empeoran con la actividad física y en las épocas de calor.
El tratamiento se realiza con cremas o ungüentos tópicos con corticosteroides. Serán necesarios antifúngicos y antibacterianos si hubiese una infección agregada.
Para prevenir el intertrigo en la ingle es importante mantener la zona limpia y seca, usar ropa interior holgada y transpirable. Pueden ser útiles los polvos absorbentes para uso íntimo o las cremas emulsionantes protectoras.
6. Tiña inguinal
La tiña inguinal también se conoce como tinea cruris. Se trata de una infección fúngica de la piel de la ingle y en los pliegues cercanos.
Los agentes causales más frecuentes son hongos Trichophyton y Epidermophyton. El picor en la ingle es su síntoma más característico, pero también suele aparecer una erupción roja y escamosa, que puede tener aspecto de escarapela, con un centro más pálido.
En la región, la piel puede descamarse. Los casos severos cursan con fisuras y grietas.
La combinación de humedad por sudor o ventilación inadecuada, más el contacto directo con una fuente de los hongos, podría ser suficiente para el contagio. Objetos como toallas, ropas y superficies de instalaciones públicas (piscinas, gimnasios, baños y demás) son vectores del contagio.
La tiña inguinal afecta tanto a varones como a mujeres, pero puede ser ligeramente diferente en su presentación clínica. De todas maneras, el tratamiento es igual para ambos sexos.
Un médico recetará antifúngicos tópicos en cremas, lociones o polvos. Los fármacos que más se emplean para tratar la tiña inguinal son los siguientes:
- Miconazol
- Oxiconazol
- Clotrimazol
- Terbinafina
- Anfotericina B
7. Candidiasis
La candidiasis es una infección por hongos causada, en su gran mayoría, por el crecimiento excesivo de Candida albicans, ya sea en la piel o en el interior de ciertos órganos. Cuando se asienta en la ingle o en los componentes de la zona genital, habrá picor.
Muchas veces, la cándida crece en exceso desde su colonización habitual en el ser humano. Es parte de la flora normal, pero hay situaciones que favorecen su reproducción, como el uso de antibióticos de amplio espectro.
También están más expuestas las personas que viven con diabetes y aquellos con enfermedades del sistema inmunitario. Del mismo modo, quienes reciben medicamentos inmunosupresores.
Si se localiza solo en la piel, la candidiasis generará erupción cutánea. Por otro lado, la forma vaginal causará una secreción blanca y espesa en las mujeres.
El tratamiento local se basa en cremas con antifúngicos. Los casos severos o recurrentes pueden requerir antifúngicos orles.
8. Piojos púbicos
Los piojos púbicos o la pediculosis púbica consiste en la parasitación del vello púbico por pequeños insectos. Estos animales tienen de 1 a 2 milímetros de tamaño, con forma ovalada y color grisáceo o marrón.
Pasan por tres etapas de desarrollo. Primero, el huevo o liendre; luego, la ninfa y, finalmente, el adulto. Las liendres se adhieren al vello y eclosionan en 6 a 10 días.
Los piojos púbicos se transmiten a través del contacto directo o por compartir objetos personales contaminados. Una vez que se diagnostica la infestación se emplean productos químicos pediculicidas. Además, hay que lavar toda la ropa de cama, las toallas y las prendas de vestir con agua caliente y secarlas a altas temperaturas.
9. Herpes genital
El herpes genital es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por el virus del herpes simple. En concreto, por el tipo 2 (VHS-2).
La lesión característica son las ampollas, más que el picor en la ingle. Estas ampollas son dolorosas y se pueden distribuir por el área genital, el área perianal y las nalgas. Cuando se rompen, forman úlceras abiertas, que luego se secan y forman costras.
El herpes genital no tiene cura. Una vez que el virus ingresó al cuerpo, se aloja en los nervios y queda latente si no hay síntomas. Lo que significa que puede reaparecer. Existe un tratamiento farmacológico para reducir la duración de los brotes y la sintomatología.
10. Verrugas genitales
Las verrugas genitales responden a una ITS causada por ciertos tipos de virus del papiloma humano (VPH). El picor en la ingle no es un síntoma típico de ellas, pero aparece por la irritación asociada, debido al roce de las lesiones con la ropa interior.
Estas verrugas por VPH son un crecimiento de piel con aspecto de coliflor. A veces son planas y, otras veces, elevadas. A menudo, no son dolorosas.
Las opciones de tratamiento incluyen lo siguiente:
- Crioterapia
- Cremas o lociones
- Ablación con láser
- Electrocauterización
Para prevenir el contagio hay que practicar sexo seguro y usar condones. Algunas cepas pueden prevenirse, en la actualidad, con la vacuna contra el VPH.
¿Qué hacer para calmar la picazón de la ingle?
En principio, para calmar un picor en la ingle que recién inicia, puedes probar medidas simples, como las siguientes:
- Evita irritantes, como jabones perfumados.
- Aplica compresas frías sobre la zona para aliviar la picazón y reducir la inflamación.
- Lava la zona con agua tibia y un jabón neutro. Evita frotar la piel con fuerza. Luego, asegúrate de secar completamente la piel con una toalla suave y limpia.
- Aplica cremas o lociones de venta libre, aprobadas por la entidad gubernamental que regula los fármacos y cosméticos en tu país. Podrán contener ingredientes como calamina, aloe vera, mentol o aceite de árbol de té.
Y, aunque pueda ser tentador, no te rasques para aliviar la picazón. Esto podría empeorar el cuadro y causar lesiones que luego se infecten.
La persistencia de los síntomas o la aparición de otras señales debe llevarte a la consulta médica. Con el profesional podrás dirimir si hay una infección local, una ITS o un cuadro alérgico. Y se te indicará la medicación adecuada.
¿Qué hay que recordar sobre la picazón en la ingle?
Experimentar picor en la ingle es incómodo. De todas maneras, es un síntoma que muchas veces se puede prevenir a través de una higiene acorde, el uso de ropa interior de algodón y la eliminación de sustancias irritantes.
Rascarse excesivamente puede empeorar la irritación y aumentar el riesgo de infecciones. Así que trata de resistir y busca alguna medida de alivio, entre las que te sugerimos antes.
La picazón persistente puede ser causada por una afección subyacente. Reconoce tus factores de riesgo y piensa en aquellos hábitos de vida que podrían aumentar tu posibilidad de sufrir el síntoma. No te automediques para calmar el picor de ingle y consulta con un médico.
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