Ardor al orinar: causas y tratamiento

La sensación de ardor o quemazón al orinar es muy molesta. De modo ocasional, su aparición puede no ser problemática. Pero, en algunos casos, puede significar problemas graves.
Ardor al orinar: causas y tratamiento
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 08 marzo, 2024

El ardor al orinar es un síntoma que se manifiesta como una sensación de quemazón o como un recorrido urente del líquido a través de la uretra, al ser expulsado desde la vejiga. También es posible que se perciba luego de terminar la micción.

No existe un término médico concreto para el ardor al orinar. Lo más acertado sería hablar de disuria, aunque este concepto es un poco más amplio. Se entiende a la disuria como una molestia que puede ser quemante, pero también dolor o incomodidad no específica.

Es decir, las personas con ardor tienen disuria, pero no todos los pacientes con disuria perciben ardor.

Las causas de la disuria se dividen en infecciosas y no infecciosas. Por extensión, lo mismo aplica para el ardor urinario. Veamos, entonces, los desencadenantes más frecuentes de la quemazón al orinar.

1. Infección urinaria

Las infecciones de la vejiga, también conocidas como cistitis, son la principal causa de ardor al orinar. Son más frecuentes en mujeres que en hombres, según datos de Singapore Med J. Esto se debe a que la uretra es más corta y recta, lo que facilita que los patógenos puedan ascender hasta la vejiga.

La mayoría de las cistitis son leves. De todos modos, pueden ser el puntapié para una pielonefritis, que es la infección en la parte alta del sistema urinario. Esta última no suele causar ardor urinario, sino fiebre y dolor lumbar.

En general, las infecciones urinarias más complicadas son las que se asocian a alguna de las siguientes características, de acuerdo a una publicación en Microbiology Spectrum:

Tratamiento

Un médico sospechará primero de infección urinaria si lo consultas por ardor al orinar. Te realizará un examen de orina y un urocultivo para determinar el tratamiento con antibióticos. En paralelo, es posible que te recete algún antiinflamatorio para controlar las molestias, hasta que el antibiótico haga efecto. Podrás ayudar al proceso de curación ingiriendo más agua, de modo que orines más y arrastres las colonias de bacterias hacia fuera.



2. Uretritis

El síntoma de ardor al orinar puede estar asociado con la irritación de la uretra, debido a inflamación o presencia de pus dentro del conducto. Las uretritis podrán ser infecciosas y no infecciosas.

En las primeras, las bacterias, virus y hongos se presentan como agentes causales. El microorganismo más involucrado es Neisseria gonorrhoeae, responsable de la gonorrea. Además del ardor, los pacientes pueden cursar con secreción de pus o moco por la uretra y dolor al orinar.

En la uretritis no infecciosa, el problema procede de la irritación química, una alergia, un traumatismo o enfermedades autoinmunes. El descenso de un cálculo renal y la diabetes son otras circunstancias asociadas. A diferencia de las infecciosas, no hay presencia de pus.

Tratamiento

La causa de la uretritis determina el abordaje. El uso de antibióticos es necesario en la gonorrea y otras infecciones. Los antivirales y los antiparasitarios serán de utilidad frente a otros agentes. La irritación química se aborda con la prevención. Hay que reducir la exposición a las sustancias que causan el problema, como podrían ser las duchas vaginales en las mujeres. Lo mismo aplica para los alérgenos reconocidos, de los cuales hay que alejarse.

Si hay una enfermedad de base sistémica, el tratamiento de la misma podría mejorar el ardor. Tal es el caso de la diabetes, que si no está controlada, aumenta el riesgo de síntomas urinarios.

3. Infecciones de transmisión sexual o ITS

El ardor al orinar es un síntoma común en varias ITS. La gonorrea es la representante más notoria. Ocasionada por una bacteria, genera también secreción uretral de color amarillo o verde y dolor pélvico. La clamidiasis es otra ITS frecuente. Su origen es la bacteria Chlamydia trachomatis.

Por su parte, Trichomonas vaginalis es una parasitosis que añade, al ardor, síntomas de picazón genital y flujo vaginal maloliente en las mujeres. Según los estudios científicos, no solo los pacientes con tricomoniasis padecen disuria, sino también ardor al tener relaciones sexuales.

Las ITS que se manifiestan con lesiones en el área de los genitales pueden causar ardor al orinar cuando las mismas interrumpen la anatomía normal de la uretra. Tal es el caso del herpes o la infección por el virus del papiloma humano (VPH).

Tratamiento

El tratamiento de las ITS varía según el tipo de agente causal. En líneas muy generales, los abordajes consisten en lo siguiente:

  • Clamidiasis: azitromicina y doxiciclina son antibióticos efectivos.
  • Tricomoniasis: metronidazol en una o varias dosis es el esquema de elección.
  • Gonorrea: antibióticos como la ceftriaxona u otra cefalosporina de tercera generación, en una única dosis.
  • Herpes genital: no hay un tratamiento curativo, pero se indica aciclovir para reducir el tiempo de duración del brote agudo.
  • VPH: se tratan las verrugas genitales con medicamentos tópicos o mediante procedimientos como la crioterapia o el láser.


4. Reacción adversa de medicamentos

La toma de fármacos no está exenta de efectos secundarios. Una publicación científica de Pharmaceuticals recopila los registros que existen de medicamentos capaces de alterar el tracto urinario inferior. En general, ocasionan retención de orina, incontinencia, aumento de riesgo de infecciones y litiasis. Todas estas circunstancias pueden acompañarse de ardor.

Algunos ejemplos son los siguientes:

  • Diuréticos: aumentan la producción de orina y la eliminación de líquidos, lo que puede resultar en una mayor concentración de sustancias irritantes en la orina.
  • Antiinflamatorios no esteroideos o AINE: a veces, son irritantes de la mucosa urinaria.
  • Tolterodina y oxibutinina: destinados a tratar problemas de vejiga hiperactiva.

Tratamiento

El abordaje de estos casos consiste en la suspensión del fármaco que ocasiona el efecto adverso, el cambio por otro o la reducción de la dosis. Siempre con el aval médico.

5. Cálculos renales

Los cálculos son acumulaciones de minerales u otras sustancias, como ácido úrico, que precipitan en el medio urinario y se endurecen. Pueden moverse y trasladarse entre los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. Al querer expulsarse, en su tramo final, ocasionan irritación al orinar.

De acuerdo a las estadísticas, casi un tercio de los pacientes con litiasis tienen síndrome miccional. Ello significa que manifestarán disuria durante la etapa aguda, ya sea que logren o no expulsar el cálculo por sus propios medios.

Tratamiento

El tamaño de los cálculos establece el abordaje a elegir. Los más pequeños suelen salir por sí solos, con una abundante ingesta de agua concomitante. Para los más grandes se necesitan intervenciones variadas. Puede ser la litotricia extracorpórea con ondas de choque, la ureteroscopia o la nefrolitotomía percutánea.

6. Estenosis uretral

Según lo publicado en European Urology Supplements, la estenosis uretral es el estrechamiento anormal de la uretra. Entre los varios síntomas de esta condición se encuentra el ardor al orinar. Además, los pacientes sufren dificultad para la micción, con un chorro de orina débil.

Las causas más frecuentes son los traumatismos, las infecciones recurrentes que dejan tejido cicatricial, las intervenciones médicas que originan secuelas y el defecto de nacimiento.

Tratamiento

Las opciones de tratamiento para la estenosis uretral son las siguientes:

  • Dilatación: con sondas o instrumentos para tal fin.
  • Uretrotomía: es una cirugía para cortar o extirpar la porción estrechada.
  • Colocación de un stent: es un dispositivo médico que ensancha desde adentro el conducto.

7. Síndrome de la vejiga dolorosa

Aunque, el síntoma principal no es de manera específica el ardor al orinar, algunas personas con este síndrome experimentan molestias con sensación de quemazón al ir al baño. La cistitis intersticial, como también se la conoce, es una afección crónica que no tiene una causa definida.

Tratamiento

No hay un único método terapéutico para la cistitis intersticial. En la actualidad, los pacientes se abordan con una combinación de medicamentos, ejercicios y cambios en el estilo de vida.

8. Vaginitis

La vaginitis es la inflamación de la vagina y puede ser causada por infecciones, cambios hormonales o irritantes químicos. El ardor al orinar aparece por la cercanía de la uretra con esta zona. La inflamación trasciende los límites vaginales y afecta las estructuras vecinas.

Entre las causas infecciosas, la candidiasis vaginal es de las más frecuentes. La vaginosis bacteriana, por su parte, aparece ante un desbalance de la flora de la zona íntima, lo que provoca sobrecrecimiento de lactobacilos.

Tratamiento

El tratamiento de la vaginitis dependerá de la causa subyacente. Se eligen antimicóticos para la candidiasis, antibióticos para la vaginosis y suspensión de los irritantes químicos para las no infecciosas.

9. Hiperplasia prostática benigna (HPB)

Esta condición es frecuente entre los hombres adultos mayores. La próstata se agranda de tamaño y comprime el trayecto de expulsión de la orina. Por lo tanto, la situación es capaz de generar síntomas urinarios. Sobre todo, un flujo anormal de expulsión del líquido, con dificultad para comenzar el acto miccional y la necesidad de ir repetidas veces al baño.

El esfuerzo que se realiza para orinar puede provocar irritación de la mucosa uretral, con el consiguiente ardor. Además, la HPB es la principal causa de infecciones urinarias en este grupo poblacional, según señala una publicación de Asian Journal of Urology.

Tratamiento

El tratamiento de la HPB dependerá de su gravedad. El enfoque conservador consiste en medicación, como los inhibidores de la 5-alfa-reductasa. En casos más graves puede considerarse la cirugía.

10. Tumores del sistema urinario

Los tumores benignos y malignos del sistema urinario no causan siempre ardor al orinar. Es más probable que primero haya sangrado con la orina o dolor. De todos modos, en estadíos avanzados, sí es posible la aparición del síntoma. Las masas ocupantes de espacio en la vejiga o la uretra obligan a un mayor esfuerzo miccional. Lo mismo sucede con el cáncer de próstata. Ese esfuerzo podría irritar las mucosas de los órganos involucrados.

Tratamiento

El abordaje de los tumores urinarios es muy complejo. Depende del tipo de enfermedad, su localización, el tamaño y la presencia o no de metástasis. Un equipo de oncología será el encargado de definir, de acuerdo con las guías clínicas, los pasos a seguir en cada paciente.

11. Sequedad vaginal

En la menopausia, el síndrome genitourinario es culpable de múltiples síntomas, incluido el ardor al orinar. La conjunción de diversos factores ocasiona problemas que abarcan, desde la sequedad vaginal, hasta la dispareunia y el aumento del riesgo de infecciones urinarias.

En particular, la sequedad vaginal se debe a la disminución de los niveles de estrógeno en el cuerpo. Ello conlleva atrofia de la mucosa de la vagina, con síntomas que se trasladan a los órganos cercanos, como la uretra.

Tratamiento

Para algunas mujeres, la aplicación local de estrógeno en forma de crema o en tabletas puede ayudar a restaurar la lubricación. Si esto no funciona, se podría optar por algún procedimiento médico con láser o radiofrecuencia.

¿Qué hacer si tengo ardor al orinar?

Si experimentas ardor al orinar, podrás aplicar algunas medidas sencillas que, quizás, te traigan alivio:

  • Bebe más agua.
  • Orina con más frecuencia.
  • Usa ropa interior de algodón.
  • Evita los irritantes químicos, como los aerosoles o jabones perfumados. También deberías posponer el uso de duchas vaginales.

Si el ardor persiste o se asocia con otros síntomas, como fiebre, sangre en la orina o dolor muy intenso, es fundamental buscar atención médica. El tratamiento variará según la causa subyacente, incluyendo la opción de los remedios naturales.

La orientación de un profesional de la salud es crucial para obtener un diagnóstico preciso. Así que no subestimes el síntoma.


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