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La verdad sobre la freidora de aire y su efecto en la salud

7 minutos
Sobre la freidora de aire circulan enunciados que cuestionan su impacto en la salud; sin embargo, algunos son exageradas o carecen de evidencia sólida. Aquí te aclaramos todo al respecto.
La verdad sobre la freidora de aire y su efecto en la salud
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto

Última actualización: 10 marzo, 2025

A medida que crece la popularidad de la freidora de aire, también aumentan las preocupaciones sobre su seguridad y posibles efectos en la salud. Hay quienes se plantean si es cierto que es más saludable que otros métodos de cocción, o si sus muchos beneficios son sólo una estrategia de marketing.

Lo cierto es que muchas de las afirmaciones, tanto de riesgos como de ventajas, tienden a ser sensacionalistas. Este electrodoméstico sí es una alternativa más ligera y sana que la fritura tradicional, ya que posibilita preparaciones crujientes con una cantidad mínima de aceite y menos calorías. Además, genera menos emisiones de compuestos perjudiciales, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) y las acrilamidas.

Entonces, ¿cuándo puede ser riesgoso su utilización?, ¿qué es cierto y qué exageración? Si sientes confusión sobre su uso, es preciso que te informes sobre los contextos en los que puede ser perjudicial y qué medidas tomar para sacarle el mayor provecho de forma segura.

Riesgos potenciales de la freidora de aire

«La freidora de aire causa cáncer», «libera sustancias tóxicas en los alimentos», «es tan dañina como la fritura tradicional» o «sus ondas afectan la salud». Estas son algunas de las creencias más alarmantes que se han difundido sobre este electrodoméstico. Sin embargo, la mayoría son imprecisas y provienen de información que se ha distorsionado.

Es cierto que no está exenta de riesgos, pero estos, a menudo, están sobredimensionados. Una de las mayores preocupaciones respecto a su uso tiene que ver con los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) y las acrilamidas, sustancias químicas que se forman cuando los alimentos se exponen a temperaturas muy altas.

Ambos compuestos han sido objeto de estudio por sus posibles efectos negativos en la salud. Los HAP, que se generan sobre todo en alimentos expuestos a fuego directo o cocinados a temperaturas extremas, se asocian a un mayor riesgo de cáncer y de enfermedades cardiovasculares.

Por su parte, las acrilamidas (que aparecen en alimentos ricos en almidón al someterse a altas temperaturas) se clasifican como «probablemente cancerígenas» basándose en estudios animales. La cocción en freidora de aire, aunque puede generar cierta cantidad de estos residuos, sobre todo en cocciones de más de 180 °C, es por mucho más segura que los métodos de fritura convencional.

Dado que no produce combustión ni contacto directo con aceites sobrecalentados, genera una cantidad mínima de estos compuestos, siempre que se utilice de forma adecuada. Por ello, hasta ahora, la evidencia sugiere que este artefacto es seguro en este sentido y, de hecho, es preferible como método de cocción, por encima de la parrilla, la fritura y el horneado.

¿Existen otros riesgos?

Según una publicación en el Journal of Food Science, la cocción en freidora de aceite puede incrementar los productos de oxidación del colesterol (COP) en los pescados, residuos que se asocian con enfermedades cardíacas y cáncer. Sin embargo, estos efectos no son exclusivos de la freidora de aire, y son más relevantes con otros métodos de cocción como la fritura o el horneado.

Lo que sí puede tener más importancia son los riesgos relacionados con posibles incendios o fallos por sobrecalentamiento, que pueden suponer un peligro para la integridad física a la hora de manipular el artefacto. De hecho, algunos modelos han sido retirados del mercado por no garantizar la seguridad. De ahí la importancia de elegir marcas certificadas y de seguir las recomendaciones de manejo.

Freidoras de aire y falsa percepción de lo saludable

Un efecto perjudicial de las freidoras de aire, que muy pocos toman en cuenta, es que tiende a generar una falsa percepción de lo que es y no saludable. La promoción de que es una alternativa para la fritura tradicional crea, en algunas personas, la idea de que cualquier alimento cocinado en su interior es «sano».

Nada más lejos de la realidad. Si bien supone un menor uso de aceite y una disminución en la formación de compuestos dañinos, no hace que los alimentos ultraprocesados o altos en grasas sean opciones nutritivas.

Su manejo frecuente con estas ideas en mente puede conducir a ingestas excesivas —sobrepasando las necesidades calóricas diarias— y puede desplazar otras opciones de cocción más saludables, como el vapor o el hervido. En otras palabras, que la freidora aporte beneficios o no a la salud, depende más de tus elecciones alimentarias.

¿En qué contextos debería evitarse el uso de freidora de aire?

A pesar de posicionarse como una alternativa de cocción saludable, la freidora de aire puede no ser la mejor opción en algunos contextos, como cuando se tienen afecciones que requieren un control estricto del colesterol. Una utilización puntual puede no suponer riesgos significativos, pero de forma recurrente existe el riesgo de aumentar la presencia de productos de oxidación del colesterol derivados de carnes y pescados.

Asimismo, utilizarla de forma recurrente para cocinar empanizados y ultraprocesados puede favorecer el aumento de peso y otros problemas metabólicos, en especial, si no se controla la ingesta calórica y se desplazan alimentos más saludables como verduras, frutas, carnes magras y legumbres.

¿Cómo te ayuda una freidora de aire a cuidar tu salud?

Un uso correcto de este electrodoméstico supone varias ventajas en lo asociado con tu salud. No solo porque reduce la formación de compuestos perjudiciales como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) y la acrilamida, sino porque posibilita la elaboración de recetas crujientes y sabrosas con menos grasas y calorías en comparación de la fritura tradicional.

Si bien es recomendable moderar este tipo de preparaciones y priorizar métodos como la cocción al vapor o hervido, este electrodoméstico permite diversificar la alimentación sin comprometer el equilibrio nutricional. Ofrece una alternativa para disfrutar preparaciones más ligeras, pero deliciosas, mientras se conservan las vitaminas, minerales y antioxidantes de los alimentos casi intactas.

Eso sí, todas estas ventajas dependen en gran medida de que optes por recetas saludables, con ingredientes frescos y nutritivos que te ayuden a asegurar una alimentación balanceada, completa y acorde a tus necesidades individuales.

Recomendaciones para un uso seguro y saludable

En definitiva, el impacto de la freidora de aire en tu salud está determinado por el manejo que le des. Para aprovechar sus beneficios de forma segura y saludable, ten en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Cocina a temperaturas moderadas (entre 120 °C y 160 °C) para minimizar la formación de acrilamidas, que aumentan cuando los alimentos se exponen a temperaturas superiores a 180 °C.
  • Evita la cocción excesiva de alimentos ultraprocesados y empanizados, ya que, aunque necesiten menos aceite, siguen siendo opciones poco nutritivas, ricas en sodio y grasas poco saludables.
  • Prioriza el uso de alimentos frescos, como las verduras, las carnes magras y legumbres, para contribuir a una dieta equilibrada y abundante en nutrientes esenciales.
  • Evita preparaciones como las sopas, pastas y cremas, que pueden generar derrames que representan riesgos eléctricos.
  • No sobrecargues la freidora, pues esto limita la circulación de aire caliente y compromete su función.
  • Limpia el aparato de forma regular, sobre todo la cesta y los filtros, para evitar la acumulación de residuos y grasas quemadas que pueden derivar compuestos nocivos.
  • Evita introducir papel aluminio en la canasta o alrededor de los alimentos, ya que este aumenta el riesgo de daños o incendios. En su lugar, opta por moldes de silicona o papel encerado.
  • Lee y sigue las instrucciones del fabricante para dar un uso adecuado a tu freidora. Esto puede ser clave para evitar sobrecalentamientos o fallos eléctricos. Ten en cuenta que las configuraciones pueden variar entre una marca u otra.

La freidora de aire es una aliada para comer sano

En definitiva, no hay argumentos concluyentes para asegurar que cocinar en freidora de aire es peligroso; por el contrario, la evidencia disponible sugiere que es un método de cocción con ventajas para la salud, pues supone una alternativa interesante para las frituras elaboradas con grandes cantidades de aceite.

Aun así, su impacto en la salud depende en gran medida de los alimentos que prepares en ella y de las temperaturas que elijas para cocinar. Siempre que priorices mantener una dieta equilibrada y variada, y no dependas de manera exclusiva de este electrodoméstico para tus preparaciones, podrás disfrutar platos deliciosos y sanos, sin restringir aquellas opciones que te resultan agradables al paladar.

A medida que crece la popularidad de la freidora de aire, también aumentan las preocupaciones sobre su seguridad y posibles efectos en la salud. Hay quienes se plantean si es cierto que es más saludable que otros métodos de cocción, o si sus muchos beneficios son sólo una estrategia de marketing.

Lo cierto es que muchas de las afirmaciones, tanto de riesgos como de ventajas, tienden a ser sensacionalistas. Este electrodoméstico sí es una alternativa más ligera y sana que la fritura tradicional, ya que posibilita preparaciones crujientes con una cantidad mínima de aceite y menos calorías. Además, genera menos emisiones de compuestos perjudiciales, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) y las acrilamidas.

Entonces, ¿cuándo puede ser riesgoso su utilización?, ¿qué es cierto y qué exageración? Si sientes confusión sobre su uso, es preciso que te informes sobre los contextos en los que puede ser perjudicial y qué medidas tomar para sacarle el mayor provecho de forma segura.

Riesgos potenciales de la freidora de aire

«La freidora de aire causa cáncer», «libera sustancias tóxicas en los alimentos», «es tan dañina como la fritura tradicional» o «sus ondas afectan la salud». Estas son algunas de las creencias más alarmantes que se han difundido sobre este electrodoméstico. Sin embargo, la mayoría son imprecisas y provienen de información que se ha distorsionado.

Es cierto que no está exenta de riesgos, pero estos, a menudo, están sobredimensionados. Una de las mayores preocupaciones respecto a su uso tiene que ver con los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) y las acrilamidas, sustancias químicas que se forman cuando los alimentos se exponen a temperaturas muy altas.

Ambos compuestos han sido objeto de estudio por sus posibles efectos negativos en la salud. Los HAP, que se generan sobre todo en alimentos expuestos a fuego directo o cocinados a temperaturas extremas, se asocian a un mayor riesgo de cáncer y de enfermedades cardiovasculares.

Por su parte, las acrilamidas (que aparecen en alimentos ricos en almidón al someterse a altas temperaturas) se clasifican como «probablemente cancerígenas» basándose en estudios animales. La cocción en freidora de aire, aunque puede generar cierta cantidad de estos residuos, sobre todo en cocciones de más de 180 °C, es por mucho más segura que los métodos de fritura convencional.

Dado que no produce combustión ni contacto directo con aceites sobrecalentados, genera una cantidad mínima de estos compuestos, siempre que se utilice de forma adecuada. Por ello, hasta ahora, la evidencia sugiere que este artefacto es seguro en este sentido y, de hecho, es preferible como método de cocción, por encima de la parrilla, la fritura y el horneado.

¿Existen otros riesgos?

Según una publicación en el Journal of Food Science, la cocción en freidora de aceite puede incrementar los productos de oxidación del colesterol (COP) en los pescados, residuos que se asocian con enfermedades cardíacas y cáncer. Sin embargo, estos efectos no son exclusivos de la freidora de aire, y son más relevantes con otros métodos de cocción como la fritura o el horneado.

Lo que sí puede tener más importancia son los riesgos relacionados con posibles incendios o fallos por sobrecalentamiento, que pueden suponer un peligro para la integridad física a la hora de manipular el artefacto. De hecho, algunos modelos han sido retirados del mercado por no garantizar la seguridad. De ahí la importancia de elegir marcas certificadas y de seguir las recomendaciones de manejo.

Freidoras de aire y falsa percepción de lo saludable

Un efecto perjudicial de las freidoras de aire, que muy pocos toman en cuenta, es que tiende a generar una falsa percepción de lo que es y no saludable. La promoción de que es una alternativa para la fritura tradicional crea, en algunas personas, la idea de que cualquier alimento cocinado en su interior es «sano».

Nada más lejos de la realidad. Si bien supone un menor uso de aceite y una disminución en la formación de compuestos dañinos, no hace que los alimentos ultraprocesados o altos en grasas sean opciones nutritivas.

Su manejo frecuente con estas ideas en mente puede conducir a ingestas excesivas —sobrepasando las necesidades calóricas diarias— y puede desplazar otras opciones de cocción más saludables, como el vapor o el hervido. En otras palabras, que la freidora aporte beneficios o no a la salud, depende más de tus elecciones alimentarias.

¿En qué contextos debería evitarse el uso de freidora de aire?

A pesar de posicionarse como una alternativa de cocción saludable, la freidora de aire puede no ser la mejor opción en algunos contextos, como cuando se tienen afecciones que requieren un control estricto del colesterol. Una utilización puntual puede no suponer riesgos significativos, pero de forma recurrente existe el riesgo de aumentar la presencia de productos de oxidación del colesterol derivados de carnes y pescados.

Asimismo, utilizarla de forma recurrente para cocinar empanizados y ultraprocesados puede favorecer el aumento de peso y otros problemas metabólicos, en especial, si no se controla la ingesta calórica y se desplazan alimentos más saludables como verduras, frutas, carnes magras y legumbres.

¿Cómo te ayuda una freidora de aire a cuidar tu salud?

Un uso correcto de este electrodoméstico supone varias ventajas en lo asociado con tu salud. No solo porque reduce la formación de compuestos perjudiciales como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) y la acrilamida, sino porque posibilita la elaboración de recetas crujientes y sabrosas con menos grasas y calorías en comparación de la fritura tradicional.

Si bien es recomendable moderar este tipo de preparaciones y priorizar métodos como la cocción al vapor o hervido, este electrodoméstico permite diversificar la alimentación sin comprometer el equilibrio nutricional. Ofrece una alternativa para disfrutar preparaciones más ligeras, pero deliciosas, mientras se conservan las vitaminas, minerales y antioxidantes de los alimentos casi intactas.

Eso sí, todas estas ventajas dependen en gran medida de que optes por recetas saludables, con ingredientes frescos y nutritivos que te ayuden a asegurar una alimentación balanceada, completa y acorde a tus necesidades individuales.

Recomendaciones para un uso seguro y saludable

En definitiva, el impacto de la freidora de aire en tu salud está determinado por el manejo que le des. Para aprovechar sus beneficios de forma segura y saludable, ten en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Cocina a temperaturas moderadas (entre 120 °C y 160 °C) para minimizar la formación de acrilamidas, que aumentan cuando los alimentos se exponen a temperaturas superiores a 180 °C.
  • Evita la cocción excesiva de alimentos ultraprocesados y empanizados, ya que, aunque necesiten menos aceite, siguen siendo opciones poco nutritivas, ricas en sodio y grasas poco saludables.
  • Prioriza el uso de alimentos frescos, como las verduras, las carnes magras y legumbres, para contribuir a una dieta equilibrada y abundante en nutrientes esenciales.
  • Evita preparaciones como las sopas, pastas y cremas, que pueden generar derrames que representan riesgos eléctricos.
  • No sobrecargues la freidora, pues esto limita la circulación de aire caliente y compromete su función.
  • Limpia el aparato de forma regular, sobre todo la cesta y los filtros, para evitar la acumulación de residuos y grasas quemadas que pueden derivar compuestos nocivos.
  • Evita introducir papel aluminio en la canasta o alrededor de los alimentos, ya que este aumenta el riesgo de daños o incendios. En su lugar, opta por moldes de silicona o papel encerado.
  • Lee y sigue las instrucciones del fabricante para dar un uso adecuado a tu freidora. Esto puede ser clave para evitar sobrecalentamientos o fallos eléctricos. Ten en cuenta que las configuraciones pueden variar entre una marca u otra.

La freidora de aire es una aliada para comer sano

En definitiva, no hay argumentos concluyentes para asegurar que cocinar en freidora de aire es peligroso; por el contrario, la evidencia disponible sugiere que es un método de cocción con ventajas para la salud, pues supone una alternativa interesante para las frituras elaboradas con grandes cantidades de aceite.

Aun así, su impacto en la salud depende en gran medida de los alimentos que prepares en ella y de las temperaturas que elijas para cocinar. Siempre que priorices mantener una dieta equilibrada y variada, y no dependas de manera exclusiva de este electrodoméstico para tus preparaciones, podrás disfrutar platos deliciosos y sanos, sin restringir aquellas opciones que te resultan agradables al paladar.


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