¿Qué se considera un micropene y qué se puede hacer?

Las medidas del aparato reproductor masculino inciden en los ámbitos psicológico y sexual. El tamaño bastante reducido del pene responde a una condición congénita que admite tratamientos.
¿Qué se considera un micropene y qué se puede hacer?
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Última actualización: 20 diciembre, 2023

Un pene con longitud por debajo de lo considerado regular es calificado como «micropene». No se trata de un término seleccionado a la ligera o parte del argot popular, sino de una condición médica detectada desde el nacimiento.

Es cierto que el genital masculino manifiesta diferencias antropomórficas con base en los orígenes y las características de las poblaciones, pero en casos de microfalosomía, las mediciones se deben a alteraciones de los sistemas nervioso y endocrino.

La patología desata preocupaciones, en especial en la edad adulta, porque además de ser el canal para expeler la orina, el miembro también representa el órgano reproductor masculino, lo que deriva en probables afectaciones en los ámbitos social, psicológico y sexual. Te invitamos a profundizar el tema.

¿Qué es un micropene y cuáles son sus causas?

¿Qué se considera un micropene y qué se puede hacer?
Se considera micropene a un falo no mayor de 6,5 centímetros durante la erección.

Los micropenes son una anormalidad en el tamaño del falo, producida por variaciones del eje hipotálamo-hipofisario testicular. Así lo explica la revista Vox Paediatrica, acotando que la estructura del órgano es normal, pero su longitud evidencia 2,5 desviaciones estándar por debajo, con relación a la media para su edad y etnia.

A veces, le confunden con los penes conspicuos u ocultos, que agrupan infrecuencias como los penes en vela, enterrados o atrapados; la diferencia radica en las particularidades clínicas y en los motivos.

Aunque es posible que las causas sean idiopáticas, el factor genético y el eje hipofisario o gonadal tienen que ver con la condición, en cuanto a mutaciones y polimorfismos, deficiencia de hormonas que controlan el crecimiento del pene y la discapacidad de los testículos para producir testosterona.

El diagnóstico es durante la revisión integral a los recién nacidos. En la adultez, se entiende como síntoma de microfalo que la erección no sea mayor a los 6,5 centímetros.

Tanto el urólogo como el endocrinólogo tienen cabida en el estudio del micropene, patología que también abarca un análisis de cariotipo.

¿Cuál es el tamaño normal del pene?

Las dimensiones tienen que entenderse como un promedio de medida en lugar de una regla. Estimando que más de una circunstancia interfiere en el resultado, destacamos las siguientes:

  • Edad.
  • País de origen.
  • Enfermedades.
  • Historial familiar.
  • Malformaciones anatómicas.

En la sociedad, abundan mitos que calculan la longitud del órgano masculino, teniendo como referencia la masa corporal y el largo del pie o del dedo índice. No obstante, la realidad es que hacen falta exploraciones científicas que revelen conexión entre el tamaño del pene y otras partes del cuerpo.

De acuerdo con una tabla divulgada por Datos Mundial, en todos los países indagados el tamaño medio de un pene es 13,58 centímetros; lo que podría entenderse como «normal».

Por otra parte, algunas pesquisas correlacionan medidas antropométricas y peneanas. Uno de estos análisis lo desarrolló la Revista Mexicana de Urología, planteando que la medición conecta la talla, el peso y los índices de masa corporal y de cintura-cadera, con las partes que mencionamos enseguida:

  • Círculo del surco balanoprepucial.
  • Extensión de la circunferencia base del pene.
  • Largo desde la base hasta la punta, tanto en reposo como en estiramiento.


¿Puede corregirse el diagnóstico de micropene?

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Existen tratamientos que podrían ayudar a estimular el crecimiento del pene.

En teoría, el diagnóstico de micropene no tiene cura. No obstante, de acuerdo con la UC San Diego Health, durante la niñez podría indicarse terapia para estimular el crecimiento del miembro.

Cualquier tratamiento responde a la edad del paciente y su historia clínica, qué tan grave es el caso, las expectativas de evolución y la tolerancia a la medicación o las terapias. En cambio, cuando el paciente es un adulto se amplía el panorama con las opciones que veremos ahora.

  • Bombas de alargamiento: aunque faltan evidencias sólidas sobre la eficiencia de estos dispositivos, campañas publicitarias venden las bombas de vacío para alargamiento del pene como un artilugio prometedor, que aumentaría su tamaño. Es recomendable utilizarlo bajo supervisión médica y con conocimiento de que puede provocar lesiones.
  • Hormonas: si las causas de la microfalosomía tienen que ver con hipogonadismo hipergonadotrópico, los testículos no producen testosterona. La restitución hormonal es recomendable, incluso desde la infancia, con miras a alcanzar un pene dentro de los estándares; las dosis se administran de forma oral o por inyecciones. Y si el método fuese ineficaz, el doctor podría sugerir otras hormonas de crecimiento.
  • Cirugía: las intervenciones quirúrgicas de reconstrucción y aumento de pene son una opción en la adultez. Esta clase de procedimiento la aconsejan para corregir las deficiencias y las deformidades físicas que estresan al hombre ante el aspecto del órgano. Si bien cada caso es diferente, hay registro de operaciones exitosas y suponen ventajas estéticas y funcionales, las cuales incluyen un adecuado desempeño sexual y sensación táctil.


Incidencia de la condición del micropene en la vida sexual y en la salud

Los microfalos no suponen inconvenientes en la actividad reproductiva ni en la micción; pero sobre la impotencia hay opiniones encontradas. Los Archivos Españoles de Urología refieren que las alteraciones geométricas o estructurales en la gestación o la primera infancia derivan en una disfunción eréctil primaria.

Con respecto a este tema, una entrevista difundida en diario El Español resalta las declaraciones de un andrólogo alegando que los penes menores a 9 centímetros erguidos tendrían problemas para la penetración y el coito. 

La contraparte defiende que las relaciones sexuales con un hombre que tenga micropene son tan placenteras como con alguien cuyo genital sea «normal». El perjuicio ocurriría si la persona concentrase toda la atención en las dimensiones del miembro, en lugar de aprovechar las herramientas que aumenten el clímax, como los juguetes eróticos, el sexo oral, la utilización de las manos y variar las posturas sexuales.

Impacto emocional relacionado con el diagnóstico de pene pequeño

Es posible que el diagnóstico trastoque la intimidad, por temor al señalamiento de la pareja. Los mismos miedos los perciben adolescentes con la condición del pene pequeño, quienes se cohíben de asistir a piscinas y gimnasios debido a los complejos que genera el aspecto del miembro.

A los pacientes con esta condición, el acompañamiento psicológico les ayuda a comprender que el microfalo es un asunto médico, que hay maneras de atenderlo y, sobre todo, que no se trata de una enfermedad grave.


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