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5 remedios antiinflamatorios para la acumulación de líquido en la rodilla

8 minutos
La acumulación de líquido en la rodilla suele manifestarse con hinchazón, dolor y problemas de movilidad. Por fortuna, algunos remedios caseros ayudan al manejo de estos síntomas.
5 remedios antiinflamatorios para la acumulación de líquido en la rodilla
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto

Última actualización: 20 agosto, 2024

La acumulación de líquido en la rodilla, también llamado «derrame articular», es un problema doloroso y molesto que puede limitar el movimiento y las actividades cotidianas. Su tratamiento depende en gran medida de su causa subyacente; con todo, es posible probar algunos remedios antiinflamatorios para favorecer su alivio.

Pero antes de eso, es crucial entender qué está detrás de esta acumulación. Los esguinces, los desgarros y afecciones crónicas como la artritis son algunas de sus causas principales. También puede ser la manifestación del temido quiste de Baker, un bulto lleno de líquido que se forma en la parte posterior de la rodilla.

Así pues, es primordial priorizar la consulta médica para determinar su origen y, en función de esta, darle un tratamiento eficaz. En conjunto, puedes recurrir a una serie de remedios caseros con los que puedes calmar los síntomas de forma temporal mientras recuperas tu bienestar. Descúbrelos en el siguiente espacio.

1. Compresas frías

Las compresas frías no intervienen de forma directa en los procesos bioquímicos que causan inflamación. Aun así, contribuyen a disminuir los síntomas asociados a la acumulación de líquido en las rodillas.

Las bajas temperaturas ayudan al estrechamiento de los vasos sanguíneos en la zona afectada y reducen el flujo sanguíneo local. Esto permite disminuir la hinchazón y limitar el aumento de líquido en la articulación.

Además, el frío tiene un ligero efecto analgésico, dado que adormece los nervios de la piel. De ahí que se considere una estrategia efectiva para calmar la hinchazón y el dolor. Ten en cuenta que su efecto es temporal y debe usarse solo de forma complementaria.

Instrucciones

  • Llena una bolsa de plástico resistente con cubos de hielo y ciérrala bien para evitar derrames.
  • Enseguida, envuelve la bolsa en una toalla o paño limpio (esto para proteger la piel de posibles quemaduras por congelación).
  • Aplica la compresa fría en la rodilla durante 15 o 20 minutos. Permite que la piel recupere su temperatura normal entre aplicaciones.
  • De manera opcional, realiza el tratamiento con una bolsa de gel refrigerante (disponible en tiendas de suministros médicos o en línea).

Alternar con compresas tibias

La aplicación de compresas tibias resulta beneficiosa para manejar los síntomas asociados a la acumulación de líquido en la rodilla. Si bien en sí no son antiinflamatorias, inducen a la vasodilatación (expansión de los vasos sanguíneos), mejoran la circulación y disminuyen la rigidez y el dolor.

Se recomienda su uso como complemento para el tratamiento con compresas frías, alternando una temperatura y otra (cada 10 minutos). Sin embargo, deben emplearse dos o tres días después de haber sufrido la lesión, pues el calor es perjudicial en traumatismos recientes, ya que aumenta la inflamación y el edema.

Puedes emplear una bolsa especial para compresas calientes, o bien, una toalla humedecida con agua caliente. Como sea, asegúrate de que la temperatura sea soportable para la piel, sin que llegue a ocasionar quemaduras (debe sentirse cálida y cómoda al tacto).

2. Infusión de jengibre y cúrcuma

Uno de los remedios populares conocidos por sus efectos antiinflamatorios es la infusión de jengibre y cúrcuma. Aunque no hay evidencia concreta de que esta bebida ayude a reducir la acumulación de líquido en la rodilla, ambos ingredientes por separado sí han exhibido potencial contra la inflamación y el dolor.

El jengibre contiene gingeroles, unos compuestos que ayudan a frenar la producción de moléculas que causan inflamación. Entre tanto, el compuesto activo de la cúrcuma, la curcumina, tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas que contribuyen a disminuir la hinchazón, la rigidez y el dolor.

Instrucciones

  • Vierte media cucharadita de jengibre en polvo (1 gramo) y media cucharadita de cúrcuma en polvo (1 gramo) en una taza de agua hirviendo (250 mililitros). Además, añade una pizca de pimienta negra molida.
  • Deja reposar la bebida de 5 a 10 minutos y consúmela.
  • Toma 1 o 2 tazas al día.
Precaución: evita este remedio si estás en periodo de embarazo o lactancia, si consumes medicamentos anticoagulantes o estás próximo a una cirugía. Consulta al médico antes de tomarlo si tienes otra enfermedad crónica prediagnosticada.

3. Infusión de diente de león

La evidencia científica que respalda el uso de diente de león (Taraxacum officinale) como remedio para la acumulación de líquido en la rodilla es escasa. A pesar de esto, suele emplearse en la medicina popular debido a sus propiedades antiinflamatorias y diuréticas (que promueven la eliminación de líquidos a través de la orina), asociadas a su significativa concentración de compuestos fenólicos.

Instrucciones

  • Vierte una cucharadita de diente de león seco (2 gramos) en una taza de agua hirviendo (250 mililitros).
  • Tapa la bebida y déjala reposar entre 5 y 10 minutos.
  • Consume 2 tazas al día.
Precaución: evita este remedio si tomas medicamentos diuréticos. Si tienes alguna enfermedad o condición especial, consulta con el médico antes de probarlo.

4. Aceite de pescado

El aceite de pescado puede ser útil para reducir la acumulación de líquido en la rodilla debido a su alto contenido en ácidos grasos omega-3 —como el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA)— que le confieren propiedades antiinflamatorias.

Dichas grasas saludables disminuyen la producción de moléculas inflamatorias y, con ello, mejoran síntomas como la inflamación articular y la rigidez. De todos modos, sus efectos son moderados y a largo plazo; no es una solución definitiva para la hinchazón y el edema. Ha de incluirse en un enfoque integral para el tratamiento del derrame articular.

Instrucciones

  • Para obtener beneficios antiinflamatorios, lo idóneo es ingerir entre 1 y 3 gramos de aceite de pescado al día (con ácidos grasos omega-3 EPA y DHA). Este está disponible en forma de cápsulas, aceite líquido, polvo y masticables.
  • También se puede obtener a través del consumo de pescados grasos como el salmón, la caballa, las sardinas, el atún y la trucha.

5. Aceite de árnica

En la medicina popular, el aceite de árnica se utiliza como tratamiento tópico para reducir la inflamación y el dolor de las articulaciones. Aunque no hay evidencia sólida que respalde su uso como remedio para la acumulación de líquido en la rodilla, los hallazgos preliminares lo postulan como un buen candidato para el alivio de síntomas asociados, como el dolor crónico.

Por otro lado, la literatura popular afirma que su aplicación mediante masajes ayuda a estimular el sistema linfático y la circulación sanguínea en la zona tratada, lo que eventualmente ayuda a reducir los líquidos retenidos. No obstante, estos efectos son moderados y no están soportados con evidencia clínica.

Instrucciones

  • Aplica una pequeña cantidad de aceite de árnica sobre la piel de la rodilla (debe estar limpia).
  • A continuación, realiza un suave masaje con movimientos circulares hasta que el aceite absorba bien.
  • Repite su aplicación 2 o 3 veces al día.

Otras estrategias para reducir la acumulación de líquido en la rodilla

Además de probar los remedios antiinflamatorios antes mencionados, hay otras estrategias que puedes implementar para reducir la acumulación de líquido en la rodilla y promover el alivio de los síntomas (dolor, dificultad para realizar movimientos, rigidez, hinchazón, etcétera). Esto abarca lo siguiente:

  • Reposo: en especial si la causa subyacente es una lesión o traumatismo. Descansar permite que la articulación se recupere y disminuye la presión en la rodilla.
  • Medias de compresión: son útiles para aplicar una presión uniforme y constante sobre la pierna. Dado que favorece el retorno venoso y linfático, promueve la reabsorción de líquido acumulado en los tejidos y disminuye la hinchazón.
  • Ejercicios de bajo impacto o estiramientos: estimulan la circulación, fortalecen los músculos alrededor de la rodilla y mejoran la movilidad. Siempre y cuando la causa subyacente de la acumulación de líquido en la rodilla posibilite su práctica, es idóneo incluirlos en el tratamiento.
  • Antiinflamatorios no esteroides (AINE): como el ibuprofeno y el naproxeno, que pueden ayudar a reducir la inflamación y el dolor, proporcionando alivio temporal. Consulta con el médico la dosis y frecuencia de consumo, ya que puede variar según factores como la edad, enfermedades subyacentes, entre otros factores.

Debes considerar que estas medidas de autocuidado, al igual que los remedios caseros, no sustituyen el tratamiento médico ni resuelven la causa subyacente de la acumulación de líquido en la rodilla. La consulta es importante, en especial si se sospecha de una lesión severa, un quiste de Baker o artritis.

En dichos casos, el médico debe proceder con tratamientos médicos específicos (medicamentos orales, inyecciones, terapia física o cirugía) tanto para hacer más llevaderos los síntomas como para evitar complicaciones asociadas.

Los remedios antiinflamatorios son complementarios

A lo largo de este artículo has podido explorar varios remedios antiinflamatorios que pueden resultar útiles para el manejo de la acumulación de líquido en la rodilla. Opciones como las compresas frías y tibias, la infusión de jengibre y cúrcuma, el diente de león, el aceite de pescado y el aceite de árnica ofrecen beneficios a la hora de calmar el dolor y la inflamación asociados a esta condición.

Esto puede ir de la mano con otras medidas de autocuidado, como el descanso, el uso de medias de compresión y la fisioterapia. Pese a esto, debes tener presente que no son soluciones milagrosas contra el derrame articular. Su uso es meramente complementario.

De hecho, es prioritario consultar al médico para determinar con precisión cuál es su causa y proceder con un tratamiento adecuado.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.