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Cómo cuidar la piel durante la menopausia

9 minutos
Si bien la piel sufre cambios inevitables debido al descenso de estrógenos en la menopausia, poner en práctica algunos cuidados básicos y elegir los productos adecuados contribuye a mantener su salud y belleza.
Cómo cuidar la piel durante la menopausia
Maria del Carmen Hernandez

Revisado y aprobado por la dermatóloga Maria del Carmen Hernandez

Última actualización: 06 marzo, 2024

La necesidad de cuidar la piel incrementa durante la menopausia. En esta etapa, el descenso de las hormonas sexuales —en especial de estrógenos— también refleja cambios en la salud cutánea. Los niveles de colágeno bajan de manera considerable y se acelera la aparición de signos del envejecimiento.

Por otro lado, se generan alteraciones en la producción de grasas naturales, así como en el grosor de la dermis y en la síntesis de melanina. Como consecuencia, incrementa la flacidez, la sequedad y la susceptibilidad a los daños generados por los rayos ultravioleta (UV). ¿Hay maneras de afrontarlo y prevenirlo?

Aunque no existe una fórmula mágica para detener el envejecimiento de la piel, sí es posible implementar una rutina de belleza para minimizar los cambios. A continuación, te damos una serie de consejos que puedes aplicar cada día.

1. Adopta una alimentación sana y balanceada

La alimentación sana y balanceada es uno de los básicos para cuidar la piel durante la menopausia. La disminución de los niveles de estrógenos trae consigo dificultades para absorber algunos de los nutrientes claves para la salud cutánea. Por eso, tendrás que asegurarte de incluirlos en la dieta diaria.

Así pues, procura que en tus platos no falten alimentos como los siguientes:

  • Productos lácteos (yogur, leche, quesos, kéfir).
  • Semillas (de girasol, chía, linaza, sésamo, amapola).
  • Legumbres (frijoles, lentejas, garbanzos, soja, habas, alfalfa).
  • Pescados grasos (salmón, anchoa, boquerón, jurel, atún, etcétera).
  • Carnes magras (en especial pollo y pavo, así como cortes de cerdo).
  • Frutas y verduras (en todas sus variedades, en especial cítricas y verduras verdes).
  • Frutos secos (almendras, maní, nueces de macadamia, anacardos, avellanas, castañas, entre otras).

De manera especial, vigila las fuentes de vitamina C, vitamina E, biotina, omega-3, zinc, calcio y colágeno. Si crees que no obtienes lo suficiente de la dieta, puedes consultar al médico o al nutricionista sobre la posibilidad de incluirlos a modo de suplementos (cápsulas, polvo, tabletas, etcétera).

2. Incrementa el consumo de agua

Como en cualquiera de las etapas de la vida, beber agua es esencial para contribuir al cuidado de la piel en la menopausia. Una ingesta óptima de líquidos ayuda a mantener la función de la barrera cutánea, lo que se refleja en una piel más hidratada, luminosa y suave.

Si te cuesta beber agua sola, puedes agregarle frutas, trozos de vegetales, especias o hierbas. También puedes tomar zumos e infusiones. En promedio, deberías alcanzar un consumo de 2.7 litros de líquidos diarios.

3. Realiza ejercicio físico

La práctica diaria de ejercicio físico no solo ayuda a contrarrestar efectos como los sofocos, los cambios de humor, el aumento de peso, el dolor articular y la pérdida de la densidad ósea en la menopausia; también favorece la salud de la piel al estimular la circulación sanguínea y, por ende, su oxigenación y nutrición.

Una investigación en Dermatology Reports concluyó que el ejercicio mejora la capacidad de la piel para retener la humedad y, de paso, ayuda a la prevención de problemas cutáneos. En la menopausia esto es particularmente importante, pues la disminución de estrógenos provoca sequedad.

Por lo tanto, procura dedicar por lo menos 20 minutos diarios a la actividad física. Los ejercicios aeróbicos, el entrenamiento de fuerza, la natación, la bicicleta, la zumba, el yoga y el pilates son buenas opciones.

Además, recuerda que puedes incluir en tu rutina ejercicios de yoga facial (o gimnasia facial) que, mediante suaves movimientos en el rostro, activa sus músculos y favorece la circulación.

4. Utiliza protector solar todos los días

El adelgazamiento que sufre la piel debido a la disminución en la producción de estrógenos aumenta las probabilidades de sufrir daños ante la exposición a los rayos UV. Esto explica en gran medida por qué, a partir de la menopausia, las arrugas, las manchas, la flacidez y otras imperfecciones son más visibles.

Eso sin contar con que también aumenta de forma considerable el riesgo de cáncer de piel. Ante esto, la Academia Estadounidense de Dermatología (AAD) hace hincapié en la importancia de aplicar protector solar todos los días, de un mínimo de 30 SPF.

Más allá de proteger la piel del sol con un producto adecuado, los dermatólogos de la AAD sugieren hacer autoexámenes de forma regular para determinar si hay manchas o lunares anormales. Además, también hay que acudir al dermatólogo para chequeos profesionales.

5. Evita el consumo de alcohol y tabaco

Tanto el alcohol como el tabaco contienen toxinas que aceleran el envejecimiento de la piel. A través de un estudio en The Journal of Clinical and Aesthetic Dermatology, los investigadores determinaron que estas sustancias inciden en la aparición de líneas faciales superiores y en la hinchazón debajo de los ojos.

También provocan una pérdida de volumen en la parte media de la cara, además de las temidas «patas de gallo», líneas periorales y comisuras orales. ¿La única solución? Evitar estos hábitos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que no hay ninguna cantidad segura de alcohol cuando se trata de cuidar la salud.

En cuanto al tabaco, el médico puede orientar sobre las muchas alternativas para dejar de fumar. La terapia de reemplazo de nicotina, la psicoterapia, las técnicas de relajación y el ejercicio físico son de gran ayuda.

6. Aplica limpiadores suaves

Las pieles maduras tienden a sufrir sequedad cuando se les aplica jabones convencionales. Por eso, en tu kit de belleza debes contar con un limpiador suave que, además, tenga compuestos humectantes. Lee las etiquetas y busca ingredientes como los siguientes:

7. Hidrata bien la piel cada día

Siempre que finalices la limpieza facial, tanto en la mañana como en las noches, prosigue con la aplicación de una crema hidratante. No importa si el limpiador contiene ingredientes que también humectan; este paso no te lo debes saltar si quieres cuidar tu piel durante la menopausia.

Considera que la composición de la crema puede variar de acuerdo con las necesidades de tu piel; algunas ayudan a restaurar la función de la barrera cutánea, otras tienen propiedades regeneradoras y antienvejecimiento, y otras dan un plus de luminosidad.

Te recomendamos elegir una fórmula que contenga vitamina C y otros antioxidantes. También las que contienen ácido hialurónico. 

8. Utiliza productos con retinol o péptidos

Si tienes la oportunidad de adquirir una línea de skincare para pieles maduras, seguro que vas a encontrar entre los productos uno o varios que contengan retinol o péptidos. La razón es que ambos ingredientes colaboran con el aumento del colágeno. ¿El resultado? Más firmeza, hidratación y luminosidad.

Por supuesto, las líneas skincare no son la única forma de adquirir estos productos. En el mercado también puedes encontrarlos como cremas, sérums, lociones, tónicos y limpiadores. El dermatólogo y el cosmetólogo también puede orientar sobre las formas inyectables de estos ingredientes.

9. Complementa con una exfoliación química

Los tratamientos de exfoliación y microdermoabrasión estimulan la eliminación de células muertas y favorecen la disminución de las manchas y arrugas. Por supuesto, tienen cabida a la hora de cuidar la piel en la menopausia; no obstante, hay que emplearlos con más cuidado.

En estos procedimientos suelen emplearse sustancias ácidas y abrasivas que tienden a incrementar la sequedad. Por citar algunos ejemplos, encontramos el ácido glicólico, el ácido salicílico, el ácido láctico, el ácido cítrico, el ácido mandélico, entre otros.

La mejor manera de aprovechar los beneficios de estos ingredientes es aplicándolos bajo estricto cuidado profesional (con un médico o un dermatólogo). Hacerlo de forma casera puede causar más daño que efectos positivos.

10. Considera la terapia de reemplazo hormonal

Algo que puede contribuir a cuidar la piel durante la menopausia es acceder a la terapia de reemplazo hormonal. ¿En qué consiste? Son medicamentos que contienen hormonas femeninas, cuya función es sobreponer el estrógeno que el cuerpo deja de producir.

Con este efecto, es una opción de tratamiento que disminuye los síntomas de la menopausia, incluyendo la degradación de colágeno. Sin embargo, no es apto para todas. Hace falta consultar al médico o al ginecólogo para determinar si es posible utilizarlo. De ser así, el profesional supervisará el proceso.

¿Es posible cuidar la piel en la menopausia con remedios naturales?

Hay un sinnúmero de recetas de mascarillas caseras para hidratar, rejuvenecer y aumentar la luminosidad de la piel en la menopausia. Suelen ser preparaciones a base de ingredientes naturales como los aceites vegetales, el yogur, los aceites esenciales, la miel de abeja, las hierbas y algunas frutas y vegetales.

Por citar algunos ejemplos, encontramos opciones como las siguientes:

También hay preparaciones específicas para prevenir las arrugas del cuello, las patas de gallo y para la piel de los labios. En cualquier caso, es importante considerar que su eficacia está basada meramente en evidencia empírica. Por ahora no hay estudios científicos que respalden como tal sus efectos.

Por lo anterior, su uso debe hacerse con precaución, aunque los ingredientes naturales sean en su mayoría bien tolerados. Antes de aplicar estos productos, realiza una pequeña prueba de parche en una zona de la piel pequeña. Observa si hay reacciones pasadas un par de horas. Si no es así, aplícalas sin problema.

La rutina de cuidado de la piel cambia en la menopausia

Las formas de cuidar la piel cambian a medida que pasa el tiempo; en la menopausia, pese a que cobra más relevancia la hidratación, la alimentación y la protección solar, es necesario realizar algunos ajustes en los hábitos, así como en la elección de los productos para el skincare diario.

Ahora bien, algo que debes tener muy presente es que no hay un producto específico para cuidar y embellecer la piel en esta etapa. El mercado es bastante amplio y puedes encontrar fórmulas variadas, para diferentes necesidades o fines. ¿Cuál deberías elegir? Esto depende de tu tipo de piel y de lo que desees.

Lo más probable es que tengas que hacer pruebas de ensayo-error hasta encontrar limpiadores, humectantes y cremas que te brinden los efectos que deseas. Procura estar atenta a síntomas como la sequedad, la irritación, el enrojecimiento o el ardor; si son persistentes, lo mejor es probar otros productos.

Ante la duda, busca asesoría con el dermatólogo. El profesional puede evaluar de forma más precisa las características individuales de la piel, sus posibles alteraciones y las sustancias que más le convienen en función de esto.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.