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Plantar césped paso a paso: preparación, riego y cuidados

8 minutos
Si preparas bien el suelo, eliges las semillas indicadas y riegas con frecuencia tendrás un césped radiante en cuestión de días.
Plantar césped paso a paso: preparación, riego y cuidados
Última actualización: 13 mayo, 2025

Plantar césped desde semillas es un poco más complicado que colocar panes de pasto; sin embargo, si pones en práctica los pasos adecuados, puedes obtener un resultado satisfactorio, aunque no tengas experiencia previa. Existen diferentes variedades que se adaptan a las condiciones ambientales y del suelo, según las necesidades de tu jardín.

Ya sea que quieras una cobertura resistente al tránsito, una tolerante a la sombra o de rápido crecimiento, las instrucciones para su cultivo son prácticamente las mismas. ¿Lo mejor de todo? Es un proceso con el que consigues un enraizamiento más profundo, lo que resulta en un césped más tupido, resistente y duradero. Si te preguntas por dónde empezar, a continuación te contamos cómo cultivarlo desde cero.

1. Elige el momento indicado para plantar el césped

Las mejores épocas para plantar césped son aquellas en las que las condiciones de humedad y temperatura favorecen la germinación. A menudo, se recomienda que sea a principios del otoño, puesto que las características del clima ayudan a que las semillas enraícen bien, en especial con la llegada del invierno.

También se puede hacer a mediados de la primavera, pero debes considerar que es una época en la que el desarrollo tarda más, ya que las plantas destinan parte de su energía a la floración.

2. Prepara el suelo

Preparar el suelo
Preparar el suelo garantiza que las semillas de césped puedan arraigar bien y crecer de forma pareja.

Un paso fundamental para que el césped crezca sin problemas y saludable es la preparación del suelo. Lo primero es dejarlo nivelado y libre de malezas. Puedes hacer este procedimiento algunas semanas antes de sembrar para mejores resultados. Los pasos son los siguientes:

  1. Utiliza una azada (o una pala en caso de ser necesario) para eliminar todas las malezas de raíz.
  2. Antes de plantar el césped en tierra dura o compactada, excava o rastrilla hasta una profundidad de 20 centímetros. En el caso de suelos muy ligeros y con un drenaje rápido, agrega composta casera o comercial para que retenga más la humedad.
  3. Después de realizar esto, deja que la tierra descanse durante varios días. Lo mejor sería hacerlo cinco o seis semanas antes.
  4. Quita las nuevas malezas que puedan aparecer durante ese tiempo.
  5. Después, reafirma el suelo pisando el área con pasos pequeños.
  6. A continuación, rastrilla bien en distintas direcciones. De esa forma, lograrás nivelar el piso, además de retirar piedras y desarmar posibles terrones de tierra.
  7. Si quieres, aplica 70 gramos de fertilizante general por cada metro cuadrado. Así, favorecerás el crecimiento del césped.

3. Escoge las semillas adecuadas

Existen muchos tipos de césped, con características que varían de acuerdo al clima, el suelo, la disponibilidad del agua y el uso que se le dé. Los puedes adquirir en bolsas con mezclas de distintas variedades de semillas. Algunas de las más comunes son las siguientes:

  • Ray-grass o Lolium perenne: de sencillo mantenimiento, con hojas anchas y delgadas. Resiste el frío y es apto para ser pisado, por lo que se usa en parques y canchas deportivas.
  • Poa de los prados o Poa pratensiscésped denso y fino, de climas templados. Es de crecimiento lento y propenso a las enfermedades, pero se adapta bien a múltiples condiciones climáticas y a las pisadas.
  • Festuca roja o Festuca rubra: de hojas finas, rígidas y rojizas, se amolda a distintos climas, tolerando bien la sombra, el frío y la sequía. Es apto para la mayoría de los suelos, excepto los suelos arcillosos.
  • Bermuda grass o Cynodon dactylon: hojas suaves y finas, rastrero y de crecimiento rápido, que es resistente al pisoteo, la sequía y el calor. La grama no soporta bien las heladas ni la sombra. Se usa en parques, canchas y jardines.
Las semillas más económicas pueden contener malezas o gramíneas que resultan poco adecuadas para un jardín. Por eso, es importante consultar con un experto al momento de elegir.

¿Cuánto terreno cubre un kilo de semillas?

Por lo general, un kilo de semillas cubre entre 20 y 30 metros cuadrados de suelo. De todos modos, es recomendable revisar el empaque, ya que algunas mezclas son menos densas y puedes necesitar más.

4. Planta el césped

Regar las semillas en forma de lluvia evita que se acumulen en un solo lugar, favoreciendo una germinación uniforme.

Para tener éxito al plantar, debes procurar que las semillas estén distribuidas lo más parejo posible. Antes de comenzar, es recomendable pesarlas para saber cuántas deberás usar para cubrir todo el espacio. Una vez lo hagas, atiende a las siguientes indicaciones:

  1. Para sembrar el césped a mano, toma las semillas y échalas en forma de lluvia sobre la tierra. Si el terreno que vas a cubrir es grande, siembra la mitad de las semillas en un sentido. Luego, repite con la otra mitad, caminando en sentido opuesto.
  2. Si no deseas hacerlo a mano, usa una sembradora de césped para repartir mejor las semillas. Para ello, coloca las semillas en su depósito y arrástrala cubriendo filas paralelas.
  3. Rastrilla el suelo sembrado de forma superficial para cubrir las semillas de césped con tierra.
  4. A continuación, riega muy poco con un rociador que sea suave, de forma que las semillas no se desprendan.
  5. En caso de que haya muchas aves, protege la siembra con una tela ligera o vellón hortícola con peso en los extremos para que no se levante.

¿Se puede plantar césped encima de otro ya existente?

Si bien es posible, no es lo más recomendable. Las nuevas semillas necesitan un suelo suelto y bien aireado para germinar y desarrollar sus raíces. Cuando ya hay césped crecido, es probable que la tierra esté compactada y con una red densa de raíces que dificulta el crecimiento adecuado de los brotes.

5. Cuida el césped sembrado

Si todo va bien, las primeras hojas comenzarán a brotar entre los 7 y 10 días. En ausencia de lluvias, procura regar con frecuencia utilizando un rociador suave para no desplazar las semillas. Luego, para que continúe creciendo saludable, aplica los siguientes consejos:

  • Si observas malezas, arráncalas de raíz con las manos.
  • Pisa el césped nuevo lo menos posible durante los primeros ocho meses.
  • Si notas que el terreno se hunde en algunas zonas, nivélalo aplicando una capa fina de compost.
  • Para promover su crecimiento y mantener el césped saludable en primavera, aplica fertilizante en esa época.
  • Cuando alcance los 5 cm de altura, compacta ligeramente la tierra con un rodillo o, en su defecto, caminando con cuidado sobre esta.
  • Después de que haya crecido de 5 a 8 centímetros, corta el césped a un tercio de su altura. Si lo plantaste en otoño, no será necesario volver a cortarlo hasta la próxima primavera. Si fue en primavera, puedes segarlo con regularidad.

6. Frecuencia de riego

Frecuencia de riego
Al regar, elige un método que te permita aplicar el agua de forma suave y controlada.

Si te preguntas cuántas veces hay que regar el césped recién plantado, ten presente que la humedad constante es clave para que las semillas germinen. Por ello, al principio es conveniente hacerlo dos veces al día. Sin embargo, esto no significa que debas excederte con el agua.

Si riegas demasiado, corres el riesgo de que aparezcan hongos o que se generen raíces superficiales y un crecimiento deficiente. Así pues, hazlo con un método de riego suave, como una regadera o un rociador, y humedece solo la superficie, sin encharcar la tierra. Lo mejor es regar en la mañana temprano, por la tarde o en la noche, para que el agua no se evapore rápido con el sol.

Si el césped está de color verde intenso y tierno, está bien regado. Si tiene color pálido y está tierno, puede ser exceso de riego. Entre tanto, si su color es apagado y está quebradizo, le hace falta agua.

A medida que vaya creciendo, puedes ir reduciendo la frecuencia de riego hasta llegar a una vez por semana. Asegúrate de que el agua penetre en la tierra en cada riego.

Mantén el pasto impecable durante todo el año

Mantener el césped impecable requiere de tiempo y dedicación casi a diario. A medida que pase el tiempo y la grama crezca, es probable que aparezcan malezas con tallos rastreros que se reproducen con facilidad. Si bien no es necesario deshacerse de ellas, es posible que no las quieras en tu jardín. Puedes quitarlas a mano cuando las veas.

Según la época, necesitará ciertos cuidados. En verano, corta el pasto un poco más alto para no debilitarlo. En otoño, dale un último corte y remuévelo con un rastrillo para quitarle la paja y promover su crecimiento. Si consideras necesario darle un impulso, abónalo.

Una vez llegue la primavera, aumenta la frecuencia de corte y siembra más en las zonas que tengan parches. Puedes complementar los cuidados con fungicidas caseros o comerciales si así lo requieres. Verás que con todas estas medidas podrás mantener tu grama siempre verde y vigorosa.


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