Guía del cuidado de girasoles en casa: todo lo que debes saber
Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa
Si aprendes a cuidar los girasoles, podrás disfrutar de estas maravillosas flores en tu jardín. Su forma única y sus vibrantes colores amarillos le agregarán vitalidad y alegría a tus espacios.
Cultivar girasoles en casa es una tarea posible si tienes en cuenta algunos cuidados especiales. Ya sea en macetas o en el jardín exterior, con esta guía detallada podrás cultivar y cuidar estas asombrosas plantas, para decorar tanto el interior como el exterior de tu hogar.
Características de los girasoles
El girasol, cuyo nombre científico es Helianthus annuus, es conocido por sus grandes cabezas florales que presentan pétalos de color amarillo brillante y recuerdan al sol. El centro de la flor es oscuro y en él se alojan las semillas.
Estas plantas son robustas y resistentes, capaces de soportar calores extremos. Se caracterizan también por su capacidad para mantenerse erguidos y seguir la luz del sol. Algunas variedades pueden alcanzar hasta cuatro metros de altura. Otras, como los girasoles enanos, son más compactos y adecuados para espacios más pequeños.
Los girasoles tienen un crecimiento rápido. A menudo logran su pleno desarrollo en tan solo tres meses. La velocidad de crecimiento varía según la variedad, la disponibilidad de nutrientes y las condiciones climáticas.
En su mayoría, son plantas anuales que se destacan por sus tallos altos y flores grandes. Pero existen variedades perennes que pueden dar muchas flores por varios años.
La mayoría de girasoles florecen durante varias semanas en pleno verano. En esta época, las cabezas florales se desarrollan por completo, mostrando su característica disposición de pétalos y semillas que capta la atención de pájaros y polinizadores.
Su adaptabilidad y resistencia ha llevado a que el girasol sea considerado como la planta del verano, asociada con la energía positiva y la vitalidad.
Variedades de girasoles
Existen 70 diferentes variedades de girasoles, desde los más gigantes hasta los más pequeños, que van bien en macetas. Podrás elegir la alternativa más adecuada según el espacio y los colores que quieras usar. Además, conocer la variedad de planta que tienes en tu jardín te ayudará a saber cómo cuidarlas de manera adecuada. Así las cosas, te presentamos los girasoles más comunes:
Girasol común o Helianthus annuus
Es la variedad popular del clásico girasol amarillo. Sus híbridos incluyen otros tamaños y tonalidades como marrón, rojo, naranja y blanco.
Gigante ruso
Es una variedad anual que se destaca por su enorme tamaño, con tallos que pueden crecer hasta tres metros de altura y una sola flor que aparece durante el verano.
Shock-o-Lat
Esta variedad posee pétalos de color rojo bronce con puntas amarillas y una protuberancia central de color marrón rojizo. Sus tallos con un tinte violeta contrastan perfectamente con el verde de las hojas, creando un atractivo visual en el jardín.
Helianthus Lemon Queen
Es una variedad perenne que produce pequeñas flores de color amarillo limón, que aparecen todos los veranos. Es resistente a las sequías y puede llegar a medir hasta 150 centímetros de largo.
Big Smile
Es uno de los girasoles enanos más populares, pues no supera los 30 centímetros de altura. Posee flores de pétalos de color amarillo muy intenso, el centro marrón y un particular aroma dulce.
Teddy Bear
Es una variedad de girasol enano de aspecto muy llamativo, ya que posee una gran cantidad de pétalos alargados de distintos tamaños que le dan una textura esponjosa y suave. Además, su centro es pequeño y de un tono amarillo verdoso.
Girasol de playa o Helianthus debilis
Puede ser anual o perenne, dependiendo del clima. Es una planta baja y puede actuar como cubresuelos. Sus flores son pequeñas y amarillas.
La siembra de girasoles
Cultivar girasoles es un proceso sencillo, pero es importante seguir algunos pasos claves para asegurar un crecimiento saludable y una floración exitosa. La mejor época para sembrar estas plantas es a principios de primavera, cuando las temperaturas comienzan a estabilizarse, hay suficiente luz solar y ya no hay tanto riesgo de heladas.
¿Dónde sembrar?
Antes de sembrar, es importante conocer el tipo de suelo de tu jardín y prepararlo quitando las malas hierbas y agregando abundante materia orgánica, como compost o estiércol bien descompuesto. Esto proporcionará a las semillas un entorno rico en nutrientes para crecer.
La siembra puede hacerse de manera directa en el suelo o en un semillero. En el último caso, deberás dejar que las plántulas endurezcan un poco y luego plantarlas al aire libre, a la misma profundidad que estaban en las macetas.
¿Cómo sembrar?
Las semillas deben colocarse a no más de 2,5 centímetros de profundidad y a 15 centímetros de distancia. Puedes poner varias semillas juntas y luego adelgazar las plántulas una vez que alcancen los 15 centímetros de altura, dejando las plantas más fuertes a unos 30 centímetros de distancia.
Después de sembrar, es importante regar bien y asegurarte de mantener el suelo húmedo, pero no empapado, hasta que las semillas germinen. Una vez que las plántulas hayan emergido, puedes reducir la frecuencia de riego.
Dependiendo de la variedad, los girasoles tardan entre 80 y 120 días en florecer desde la siembra. Para obtener una floración continua durante todo el verano, considera colocar nuevas semillas cada dos o tres semanas, a partir de la primavera.
Cuidados para tus plantas de girasol
Una vez que las plantas de girasol han comenzado a crecer, es importante cuidarlas de manera adecuada para que se mantengan saludables y florezcan de manera óptima. Estos son algunos aspectos que debes tener en cuenta.
Luz
Los girasoles necesitan mucho sol. Lo ideal es que estén expuestos a luz solar directa durante unas seis a ocho horas al día.
Si cultivas girasoles en el interior, procura elegir un lugar donde puedan recibir suficiente luz. Colócalos cerca de ventanas donde entre el sol o en áreas con luz artificial adecuada, evitando tener tu planta en penumbras.
Suelo
Los girasoles tienen raíces pivotantes largas que necesitan sumergirse varios centímetros en el suelo. Debes tener en cuenta esta característica para darle a tus plantas la profundidad que necesitan.
Prefieren suelos sueltos, bien drenados y algo alcalinos, con un pH de 6,0 a 7,5. Aportar nutrientes como abono orgánico favorece el crecimiento y la floración de estas plantas.
Fertilizantes
Cuando las plantas se están desarrollando para alcanzar altura, se puede potenciar el crecimiento agregando un fertilizante rico en nitrógeno cada 15 días. En el momento de la floración, es oportuno cambiar a un fertilizante rico en potasio, como el que se usa para los tomates.
Riego
Las plantas de girasol necesitan mucha agua y se deterioran si no reciben la hidratación suficiente. El riego debe ser abundante y controlado, sin excederse, a diario o cada dos días, dependiendo de la intensidad del calor.
La tierra debe estar siempre húmeda. Los sistemas de autorriego pueden ser una solución efectiva para evitar que las plantas se sequen.
Protección contra plagas
Las babosas y los caracoles son los principales enemigos de los ejemplares jóvenes de girasol. Si en tu jardín abundan estos seres, es conveniente que plantes las semillas en macetas y endurezcas las plantas antes de trasplantarlas al suelo para hacerlas más resistentes.
Para cuidar tus girasoles, también puedes inspeccionar tus plantas de manera periódica y eliminar las babosas y caracoles que encuentres. Otra manera de controlar la plaga es utilizar métodos de control natural, como bolitas para babosas o cinta de cobre alrededor de las macetas o áreas de cultivo.
Soporte
Es importante proporcionar el soporte adecuado a las variedades altas de girasoles para protegerlas del viento y evitar que se caigan. Para esto, puedes valerte de bastones resistentes, cañas o postes donde puedan apoyar las plantas.
También considera colocar las plantas en un sector protegido del jardín. Si vives en una zona con vientos fuertes, puedes instalar pantallas de viento, hechas de tela o mallas resistentes, alrededor de tus girasoles para proporcionar una protección extra.
Girasoles en macetas
Los grandes sembradíos amarillos de ejemplares altos y enormes no es la única manera de cultivar estas platas. Es posible sembrar girasoles enanos en macetas y pequeños jardineros, agregando así un particular encanto a tu terraza o balcón.
Para poder cuidar y disfrutar tus girasoles en macetas, debes elegir la variedad adecuada. Busca opciones enanas, como Big Smile o Teddy Bear, que no suelen crecer más de 50 centímetros de altura.
Elige recipientes profundos, con un diámetro de 30 centímetros y con buen drenaje. Considera colocar solo una planta por maceta para que tenga suficiente espacio para crecer.
Además, debes asegurarte de colocarlas en un sitio donde las plantas reciban luz directa, durante no menos de seis horas al día. Es importante que rotes la maceta de manera periódica para que todas las partes de la planta reciban una cantidad uniforme de luz.
¿Qué hacer con los girasoles después de la floración?
Cuando las flores se secan, el centro del girasol posee una gran cantidad de semillas. Estas semillas pueden servir de alimento de los pájaros, o bien, pueden ser cosechadas para distintos usos.
- Por un lado, puedes recoger algunas semillas, secarlas y luego guardarlas en un sobre de papel o un recipiente hermético. Podrás sembrarlas la próxima primavera para volver a tener flores amarillas en tu jardín.
- Otra alternativa es aprovechar las bondades de las semillas de girasol y usarlas en la cocina. Recuerda quitar la cubierta dura antes de consumirlas, no es tan buena idea comer la cáscara de la semilla del girasol.
- También puedes utilizar sus semillas para hacer aceite de girasol, conocido por sus beneficios para la salud.
Si tu planta era una variedad anual, una vez que hayas cosechado, guardado y alimentado pájaros con las semillas, retira toda la planta y agrégala a la pila de compostaje de tu casa. En el caso de que tu planta sea perenne, quita las partes dañadas y enfermas. También es necesario que hagas una poda al comenzar la próxima primavera.
¿Cómo cuidar las flores de girasoles cortadas?
Aunque las flores amarillas se vean hermosas en los jardines, también puedes usarlas para hacer arreglos florales y colocarlas en jarrones para embellecer algún sector de tu hogar. Para cuidar tus girasoles cortados y mantenerlos frescos y bonitos por más tiempo, sigue estos consejos:
- Selecciona flores que estén abiertas por completo, pero no marchitas.
- Recorta los tallos de los girasoles en diagonal, para facilitar la absorción de agua y mantener las flores hidratadas.
- Retira las hojas del tallo, para que no queden sumergidas en el agua y evitar la descomposición.
- Mantén el jarrón limpio y cambia el agua cada dos días para mantenerla fresca, evitando el crecimiento de bacterias.
- Coloca el jarrón de girasoles en un lugar fresco y con luz indirecta. El sol puede acelerar el marchitamiento de las flores.
- Agrega una solución conservante floral al agua del jarrón.
- Si los girasoles parecen marchitos, sumerge los tallos en agua tibia, durante unas horas, para rehidratarlos. Luego, recorta los tallos en diagonal antes de volver a colocarlos en agua fresca.
¡Es hora de sembrar!
Ahora que ya sabes cómo cuidar tus girasoles, podrás cultivarlos y mantenerlos sanos con confianza. No dejes de poner en práctica nuestros consejos para aprovechar la belleza y la luminosidad que estas flores traen a tu hogar.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.