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Cuidados de la lobularia, una planta que huele a miel y es elegante

6 minutos
Resistente y de fácil mantenimiento, una planta que prospera con mucha luz del sol y suelos pocos exigentes de nutrientes. Te enseñamos a cuidarla para disfrutar de sus bellos colores.
Cuidados de la lobularia, una planta que huele a miel y es elegante
Escrito por Estefanía Filardi
Última actualización: 02 julio, 2025

La lobularia marítima, flor de miel o aliso de mar (Alyssum maritimum) es una pequeña planta con un característico aroma a miel y colores llamativos que van desde el blanco y el rosa hasta el púrpura o lavanda. Cultivarla te permitirá disfrutar de un toque de inigualable belleza en tu jardín. Como se trata de una hermosa especie con abundantes flores, puede ser el complemento perfecto para destacar tus plantas en exteriores o un punto llamativo entre tus macetas.

Para que alcance su máximo esplendor y salud, necesita de una buena exposición a la luz solar, suelos con buen drenaje y riego moderado. Al tratarse de una especie mediterránea, requiere de condiciones similares a los climas templados y suelos arenosos. Poco exigente y generosa en la cantidad de sus flores, pronto verás que sus cuidados son bastante sencillos. Te enseñamos todo al respecto.

Ubicación de tu planta lobularia

Esta es una planta que para prosperar requiere de una buena exposición al sol, por ello es más viable su cultivo en exteriores en un lugar donde pueda recibir suficiente luz de manera directa. No obstante, te advertimos que la lobularia es una planta que no tolera bien las temperaturas extremas, ni demasiado calor o frío.

Si vives en una zona con inviernos y veranos muy extremos, quizás debas tener tu planta en un invernadero o en interiores. En este último caso, debes tomar algunas precauciones importantes. La flor de miel en interiores requerirá de una atención más cuidadosa.

Para empezar, ubícala en la zona más iluminada de tu hogar donde pueda recibir sol directo, quizás junto a una ventana, pero ten cuidado del «efecto lupa» que pueden crear los cristales. Revisa con frecuencia tu planta para verificar si tiene marcas de quemaduras.

Si decides plantar tu aliso de mar en el jardín, al crecer creará un bello mantillo de color alrededor y debajo de tus plantas más altas. Puedes sembrarla al borde del jardín, en los rincones o muros. También, es una excelente opción para un jardín de rocalla.

Condiciones de luz y de temperatura

Los requerimientos de luz solar de la planta son altos, al menos seis horas al día a pleno sol. Puede prosperar en sombra parcial, siempre que reciba al menos dos horas diarias de sol directo.

La lobularia puede ajustarse a un rango considerablemente amplio de temperaturas, pero no soporta las fuertes heladas. En condiciones ideales, durante las estaciones más cálidas, la temperatura no debería superar los 35 °C. Si la planta sufre por exceso de calor, notarás que las hojas y flores se comienzan a rizar, se queman y su color característico palidece.

En invierno, puede soportar hasta los 5 °C, cuando la temperatura es menor a los 0 °C la brotación en primavera puede no ocurrir.

Tipo de suelo

El aliso de mar no es exigente con las condiciones del suelo, de hecho, necesita pocos nutrientes. Su requerimiento principal es el buen drenaje porque los encharcamientos la pueden enfermar. Por eso, el suelo ideal debe ser arenoso o calcáreo.

Cuando se siembra en jardín y directo en el suelo, la lobularia necesita poca materia orgánica y no debes fertilizar, a menos que el suelo sea muy pobre en nutrientes. También, puedes optar por cultivarla en maceta, para ello asegúrate de crear un sustrato bien drenado. Te recomendamos utilizar perlita, fibra de coco, humus de lombriz y turba.

Si optas por una maceta, aplica fertilizante con nitrógeno, fósforo y potasio una vez al mes. Al final de primavera o comienzos del verano, fertiliza con más frecuencia, cada 10 a 12 días. Así, prepararás mejor a tu planta para la floración.

La flor de miel es una planta que tiene la capacidad de extenderse e incluso caer en cascada, por lo que puedes optar por macetas colgantes o jardineras para los bordes de balcones. Aunque también crecerá bien en macetas convencionales.

Riego

Esta planta está adaptada a las sequías, lo que significa que el riego debe ser poco frecuente y no deben quedar encharcamientos en el suelo. La recomendación es mantener el sustrato húmedo, para comprobarlo introduce un dedo en la tierra y, si está seco, puedes regar.

En climas templados puede ser una vez a la semana, pero si la temperatura es más caliente, quizás debas regar con más frecuencia, cada 48 horas, por ejemplo. Lo mismo ocurre en verano, durante la floración, cuando es conveniente regar más seguido.

En invierno, solo hazlo si el sustrato está seco y la temperatura es superior a los 7 °C. Además, verifica que los cinco o siete centímetros superiores del sustrato estén secos, antes de mojarlo.

Cuidados durante la floración

La lobularia es una planta que florece durante el verano, pero si el clima es demasiado caliente las flores pueden llegar a marchitarse. Un mes antes de la floración, aplica un fertilizante soluble en agua para estimular el crecimiento de las flores.

Si las flores se han marchitado será necesario eliminarlas para permitir que nuevos brotes aparezcan. Puedes cortarlas a la mitad, y mantener el esquema de riego y fertilización para ayudar a que más flores crezcan con rapidez.

Cuando cultivas muchos alisos de mar juntas, algunas flores pueden volverse más larguiruchas, perdiendo así su típico aspecto compacto. Por ello, la poda regular te ayudará a mantener tus plantas ordenadas.

Plagas y enfermedades

Es una variedad muy resistente a las enfermedades y las plagas comunes, pero suele verse afectada cuando tiene síntomas de estrés por un riego excesivo. Cuando el suelo no tiene un buen drenaje, puede desarrollar mildiu, roya y podredumbre del tallo y la corona.

En cuanto a las plagas, la lobularia puede ser susceptible a los pulgones, cochinillas y orugas. Lo mejor es revisar tus plantas para verificar si hay presencia de insectos y aplicar algún método de control de plagas, como un insecticida casero.

Precauciones en invierno

Al llegar a esta estación, debes preparar a tu planta para soportar las bajas temperaturas. Empieza por hacer una poda de la planta, elimina flores y tallos marchitos. Cortarla le dará espacio a la lobularia para liberar sus semillas en la próxima estación.

Si la planta está sembrada en exteriores, cúbrela con una tela antiheladas; en cambio, si la flor de miel está en maceta, puedes llevar a interiores.

Disfruta de tu lobularia y sus bondades

Si le proporcionas un buen acceso a luz solar, suelos drenados, nutrientes en dosis adecuadas y protección contra enfermedades, tu planta te lo agradecerá con brillantes flores y un aroma especial.

Como has visto, la lobularia es poco exigente y puede adaptarse bien a distintos sustratos y temperaturas, una buena opción para hacer de la jardinería una tarea sencilla y gratificante.


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